Carolina Bescansa, número dos de podemos por Madrid.
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Carolina Bescansa (Santiago de Compostela, 1971) no nos recibe sola: sobre el regazo acuna a su hijo de pocos meses, que acaba de quedarse dormido. Nos da una mano mientras con la otra sostiene a su bebé y nos invita a tomar asiento en el despacho político más peculiar jamás visto. Una de las paredes está cubierta por un enorme y colorido calendario repleto de citas y eventos. Apenas queda espacio en una habitación en la que comparten protagonismo la cuna del nene y el escritorio de la número 2 de la lista de Podemos al Congreso por Madrid. Le preguntamos si es duro trabajar en estos últimos y frenéticos días de campaña a la vez que cuida de su hijo y nos contesta que es un placer poder hacerlo.
La cofundadora del partido que ha revolucionado el escenario político español transmite, paradójicamente, mucha calma. Es secretaria de Análisis Político y Social del Consejo Ciudadano de Podemos y, desde la salida de Juan Carlos Monedero, también responsable de Programa. Profesora de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, nos explica los mecanismos sociológicos en los que es experta mientras juguetea con una mandarina. Nuestra grabadora, colocada al lado de un tiranosaurio rex de peluche que no podía resultar menos amenazante, capta su voz serena mientras responde a nuestras preguntas.
La pregunta fetiche: cuéntenos una anécdota humana del “jefe”.
Pablo y yo somos muy amigos desde hace muchos años y cuando tuve a mi primera hija, él quería que naciese en un Hospital Amigo de los Niños que hay en Galicia. Así que hicimos el viaje en coche con unos amigos, y en el último tramo íbamos los dos juntos, yo embarazadísima. El resto llegó hora y media antes que nosotros, que llegamos con una demora de 40 minutos de acuerdo al Tomtom. Nos recibieron con gran escándalo por ir en el Clío a 90 por hora hasta Galicia, que realmente tiene su mérito porque se tarda mucho…
Y ahora, una virtud y un defecto. Ojo al defecto, que nadie nos sabe responder con sinceridad...
Pablo es demasiado perfeccionista.
¿En qué sentido en política se puede traducir eso?
No estaba pensando en política, sino en su vida académica. Ha sido perfeccionista en la forma de dar las clases y de enfocar los proyectos, sobre todo en temas de comunicación. En La Tuerka esto implicaba muchas más horas de trabajo para según qué cosas.
¿Y una virtud?
Pablo es buena gente y eso se le nota. Ya sé que es una virtud muy genérica, pero Pablo es muy buena persona: es alguien que escucha mucho y que es capaz de ponerse en los zapatos de otro.
¿Puede llegar a beneficiarles el actual sistema electoral?
Claro, el sistema electoral beneficia a los dos primeros partidos. Sin embargo, lo que también ocurre es que el sistema da más peso al voto rural, y el cambio político, y no me refiero sólo a Podemos sino a cualquier alternativa de transformación, históricamente es poco probable que se inicie en los ámbitos rurales: lo suele hacer en núcleos urbanos. Así es difícil que el sistema electoral beneficie a una opción de cambio. Pero, insisto, la mecánica favorece que el primer y el segundo partido obtengan una sobrerrepresentación en relación con el tercero. En estas elecciones esto se vuelve particularmente importante porque podemos asistir a un escenario en el cual un mayor número de votos se convierta en el menor número de escaños. Es un riesgo que está encima de la mesa
En este caso, ¿seguirán queriendo cambiar la ley electoral si llegan al poder?
Sin lugar a dudas. Es un principio básico de la democracia que el voto de todos valga lo mismo. No se trata de calibrar tácticamente a quién le beneficia ese sistema como se hizo en el año 1977 (porque la ley electoral que tenemos ni siquiera proviene de la Transición, sino del franquismo, de la normativa que ya había en las Leyes Fundamentales del Movimiento), sino de asumir la necesidad de cambiarlo, por decencia democrática
¿IU no quiso confluir con ustedes, ustedes no quisieron confluir con IU, o hubo un poco de todo?
Seguramente había una voluntad de acercamiento por ambas partes, pero con pretensiones distintas. IU apostaba por una coalición con Podemos, y lo planteó como una línea roja, pero eso nunca estuvo en nuestra hoja de ruta. Nosotros nunca hemos creído en la sopa de siglas: una cosa es construir candidaturas de unidad popular con gente proveniente de muchos lugares distintos, a través de primarias abiertas y ciudadanas, con mecanismos de apertura hacia fuera, y otra es la sopa de siglas. Un plato que nos han servido muchas veces y con malos resultados. Por tanto no es un problema de voluntad sobre la confluencia, sino de cómo se comprende ésta, y vimos que comprendíamos la confluencia de manera muy distinta.
¿Qué diferencia la sopa de letras de la candidatura de unidad popular?
Tiene que ver con cómo se organiza: si se hacen primarias abiertas y ciudadanas para que concurran todos los candidatos, si se organiza un proceso colaborativo de elaboración de programa en el que participen miembros de la sociedad civil, si se incluye la participación ciudadana en la toma de decisiones… Es algo que tiene mucho que ver con el cómo; en definitiva, que tiene mucho que ver con la democracia.
Se refiere a que la toma de decisiones no se lleva a cabo en una reunión cerrada de diez o más partidos.
No es un problema de número de partidos, sino de cómo se hacen las cosas. Además hay otra cuestión fundamental: la financiación. Como sabéis, nosotros no nos financiamos con el dinero de los bancos y esta es una condición que planteamos para llegar a acuerdos con cualquier otra organización y formar una candidatura de unidad popular.
¿Y eso no se aceptó?
Ni siquiera llegamos a esa fase, pero es una práctica que diferencia claramente la trayectoria de unos y de otros.
Tras las autonómicas perdieron un 15% de intención de voto por el dilema de pactar con “la casta” (el PSOE) o dejar gobernar a “la casta” (el PP). ¿Se reproducirá este conflicto en las generales? ¿Pactarán con el PSOE?
Creo que tenemos muchas posibilidades de ganar las elecciones generales. No hemos perdido voto. Cada vez que se han abierto las urnas hemos multiplicado nuestros resultados. Sabemos que estamos en una situación muy próxima a la victoria, por lo que tenemos que plantearnos qué vamos a hacer el día 21, cómo vamos a asumir la responsabilidad que se coloca sobre nosotros. Y todos sabemos que, con independencia de por cuánto ganemos, vamos a un escenario muy fragmentado que hará necesarios los acuerdos. La mejor forma de llegar a un acuerdo con el PSOE es tener más votos que ellos. Los ayuntamientos del cambio de este país nos enseñan que, cuando el PSOE tiene más votos que las candidaturas de unidad popular, se le olvida lo que ha prometido en campaña. Por eso le viene bien quedar como segunda fuerza y apoyar el impulso del cambio. Eso es lo que hemos dicho desde el principio: formaremos gobierno si somos primera fuerza.
Es la mujer con más poder dentro de Podemos. ¿Considera que debería reforzarse la posición de la mujer en la sociedad, en general? ¿Y en el partido?
Creo que tenemos que cambiar los roles de género en la sociedad. En primer lugar en las condiciones laborales, en las que la desigualdad se expresa de forma dramática. Los datos de la OIT sobre la desigualdad salarial son terribles: cobramos un 20% menos que los hombres en la misma condición. La lucha por la igualdad está en muchos frentes, empieza en el trabajo pero continúa en el doméstico y en el cultural. Tenemos muchos problemas de violencia machista en nuestro país, y en las prácticas sociales hay comportamientos machistas y excluyentes. Revertir este estado de cosas es un trabajo arduo, y por supuesto tiene que tener expresión en la política, pero no sólo ahí.
Los resultados de las primarias sólo pueden ser alterados “desde arriba” en caso de meter listas cremallera (que alternan hombres y mujeres), independientes, o incorporaciones fruto de pactos de partido. ¿Eso puede minar la democracia interna? ¿Aporta beneficios a cambio?
Todas las decisiones relativas a la composición y a las listas se han tomado democráticamente, ya sea por celebración de primarias o por referéndum. Cuando planteamos la posibilidad de llegar a acuerdos con otras formaciones y de incorporar a personas de reconocido prestigio dentro de la sociedad civil, convocamos un referéndum entre los inscritos y ganó el sí. Por tanto, no creemos que haya ninguna alteración del comportamiento democrático. Quizá cometimos un error, y fue el de convocar las primarias demasiado pronto. Hubo muchos rumores que afirmaban que era posible que el PP convocara elecciones generales antes de septiembre, coincidiendo con las catalanas, y ante el temor de no poder realizar unas primarias en condiciones y con garantías, las convocamos rápidamente. Esto evitó que realizáramos al mismo tiempo votaciones para confeccionar los acuerdos con otras formaciones o con miembros de la sociedad civil. Si hubiéramos conocido el calendario electoral con antelación, habríamos utilizado el mismo procedimiento para todo.
¿Qué beneficios y qué daños han provocado las listas de primarias abiertas o las de “plancha”, aquellas en las que se elige en bloque una determinada lista de candidatos?
Bueno, se pueden llamar listas “plancha”… o equipos. Siempre se ha podido votar de ambas formas, por equipos o de forma individual, de hecho es posible votar a un equipo y desmarcar a las personas que quieras, o mezclar un equipo con otro. Nunca ha habido ningún cambio.
Las derechas les acusan de ser una amenaza para el pequeño empresario. ¿Proponen medidas para pymes y autónomos?
Proponemos muchas medidas. Entre las que afectan directamente a pymes y autónomos, planteamos que aquellos autónomos que no tengan ingresos mínimos equiparables al Salario Mínimo Interprofesional no tengan que cotizar a la Seguridad Social; que esta cotización sea progresiva; que el pago del IVA se pueda modular trimestralmente y que no sea anterior e independiente a las fechas de cobro, así como ampliar el sistema de apoyos existentes. Pero el problema fundamental de las pymes en España es que no hay demanda interna, es decir, que quien es fontanero, ahora trabaja dos terceras partes de lo que trabajaba hace cinco años porque sus clientes no tienen dinero para contratarle. Por tanto hay que tomar medidas de alcance general orientadas a incentivar y estimular la demanda interna: este va a ser el objetivo macroecónomico de Podemos en la próxima legislatura. ¿Y cómo se estimula la demanda interna? Hay dos vías, la inversión pública y la privada, y en estos momentos la privada no está en condiciones de estimularla. Por lo tanto, hay que escoger la primera vía y subir el Salario Mínimo Interprofesional (el objetivo es que llegue a 800 euros a finales de 2016) y emplear mecanismos de renta mínima para que nadie en este país esté por debajo de la línea de la pobreza. Cada euro de inversión pública tiene un efecto multiplicador que genera riqueza en la sociedad: si la gente tiene más dinero en el bolsillo, los bares y los fontaneros, es decir, las pymes y los autónomos, tendrán más clientes.
Defienden el debate entre candidatos políticos, pero no han tenido uno entre sus propios candidatos. Incluso el PSOE, con las controversias que ha habido respecto de sus primarias, lo hizo. ¿Por qué negarse?
Pues es una buena pregunta. La anoto y la tomo en consideración para las próximas primarias; no me consta que hayamos tenido debates así y creo que es buena idea. Aunque ahora que lo pienso… En el PSOE, para poder presentarte como candidato necesitas reunir muchos avales y algunos candidatos, como Alberto Sotillos, ni siquiera pudieron presentarse al no haber conseguido los avales suficientes. El problema en Podemos es que no se necesita más que el aval de un círculo, por lo que en cada comicio tenemos centenares de candidatos, lo que haría difícil un debate al uso. Pero establecer cribas implica introducir un mecanismo de desigualdad. Lo que hacemos es que en todos los procesos de primarias cada candidato tiene derecho a colgar un pequeño vídeo explicando cuáles son los motivos por los que presenta su candidatura. Un debate tendría ese problema que he comentado, pero me quedo con la sugerencia.
Geoestrategia y política internacional son temas en los que cualquier partido tarda en definir sus posiciones. ¿Cuál es la de Podemos?
Creemos que es imprescindible hacer cambios en el funcionamiento de las estructuras internacionales, empezando por la UE y continuando con la ONU o el G20. La mayor parte de las instituciones internacionales que nos rodean necesitan modificaciones profundas que las democraticen y que tiendan hacia el respeto de la soberanía de los países. También hay ámbitos concretos en los que es urgente tomar medidas y el más inmediato y claro que se me ocurre es el de Sáhara Occidental: proponemos su reconocimiento inmediato y la defensa de su población frente a la dictadura marroquí
¿Podría definir la evolución social de Podemos, con sus subidas y bajadas, desde su nacimiento en 2014?
Lo que nos planteamos desde un principio es que existía una mayoría social que no estaba siendo representada por el viejo sistema de partidos y que podía ser canalizada hacia la política. Hemos trabajado porque eso fuera posible sin pedir préstamos a los bancos, lo cual, además de ser parte del ADN de Podemos, plantea una desigualdad manifiesta de condiciones respecto al resto de actores. Significa empezar de manera muy precaria, pidiendo dinero prestado a la gente para después devolverlo a través de los microcréditos
¿Y el mapa del apoyo social? Podemos pega un subidón después de las elecciones europeas, colocándose como primera fuerza en las encuestas, y luego una bajada que coincide con la subida de Ciudadanos
Siempre hemos sido cautelosos con las encuestas, tanto cuando nos daban como primera fuerza como cuando no lo han hecho. Las encuestas son chequeos del estado de opinión, pero a veces también son herramientas que utilizan los que tienen el poder para crear una realidad distinta. Esta campaña será recordada como la del cambio, en la que se han producido transformaciones importantes en la tradición electoral en nuestro país. Una de ellas tiene que ver con los debates electorales; es muy difícil que los debates del futuro vuelvan a ser como han sido desde el 93 hasta la fecha, Atresmedia ha cambiado las reglas de los debates entre candidatos en nuestro país. Otra de las novedades tiene que ver con las encuestas. Tradicionalmente se ha hecho en nuestro país un uso moderado de ellas, mientras que en esta campaña hemos visto un uso intensivo y además orientado, no tanto a describir lo que hay sino para intentar que lo que hay vuelva a ser lo que las encuestas decían que había. Sólo en esta recta final de la campaña hemos empezado a ver en las encuestas cosas que desde el punto de vista sociológico veníamos identificando con antelación. Así que si ya éramos cautelosos, ahora lo somos más: hay que prestar atención al rigor con el que se han elaborado.
Metroscopia les ha visto recuperarse mucho de octubre a ahora, amenazando con arrebatarle el tercer puesto a un C´s de “crecimiento milagroso”. ¿Qué ha cambiado?
No creo que la volatilidad en estas elecciones sea tan alta, y eso que son unas elecciones enormemente volátiles. Asistimos a la campaña electoral más decisiva de la historia de la democracia en España. En los últimos 30 años, el porcentaje de gente que decidía su voto en campaña rondaba el 10 o el 15 %; ahora se sitúa en torno al 40 %. Eso quiere decir que hay mucho voto que no ha cristalizado o está cristalizando ahora, que una enorme parte del electorado que votaba al PP y al PSOE y que ha resuelto no votarles, ahora está decidiendo el sentido de su voto. Esto contradice esas grandes oscilaciones que han mostrado las encuestas y hace que nos planteemos cuánto hay de descriptivo y cuanto de performativo en esa herramienta.
Carolina Bescansa (Santiago de Compostela, 1971) no nos recibe sola: sobre el regazo acuna a su hijo de pocos meses, que acaba de quedarse dormido. Nos da una mano mientras con la otra sostiene a su bebé y nos invita a tomar asiento en el despacho político más peculiar jamás visto. Una de las paredes...
Autor >
Óscar Sainz de la Maza / Ainhoa Campos
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