Fondo de armario
Una distopía fallida
Raúl Gay 17/02/2016
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Go to work and do your job. Care for your children. Pay your bills. Obey the law. Buy products
Noah Cicero
Lazy Fascist Press
188 páginas
Suena pueril, pero me enfada leer malos libros. Me enfada dedicar un número de horas a una novela creyendo que merece la pena y terminarla sin saber por qué no la abandoné a mitad. En ocasiones, se sabe a las pocas páginas que hay que dejarlo; otras, lees con gusto hasta que, casi al final, el autor pierde el norte y tira por la borda todo lo logrado en las 100 páginas anteriores. Es lo que sucede en Go to work and do your job. Care for your children. Pay your bills. Obey the law. Buy products, la última novela del escritor estadounidense Noah Cicero, todavía no traducida al español. (Su anterior trabajo, Pórtate bien, está publicado en Pálido Fuego).
El inicio es prometedor. Michael Scipio, un joven licenciado en políticas, acude a una entrevista para trabajar en un centro penitenciario llamado NEOTAP. La prueba recuerda a la de El palacio de los sueños, de Kadaré. Michael no puede pasar una puerta, no sabe si se va a abrir, no puede preguntar y el agente de seguridad no puede responderle. Resuena Kafka en cada línea.
I said to this man, “Can I enter?
The man looked at me and said, “You cannot ask to go beyond that door.
How do I get beyond that door if I cannot ask?
The door will open or it will not open, then you will go through it or you will not go through it. The door behind you is now locked. You can’t go through the next door unless it opens.
So I cannot ask to go through the next door.
Correct.
Then how do I get to my interview?
I am not allowed to answer any of your questions because you are not allowed to ask any questions.
El centro es el panóptico de Bentham hecho realidad. Cámaras en todos los lugares. Los trabajadores pueden ver desde su casa lo que sucede en la prisión; pero también ellos son vigilados. Allí no hay rehabilitación, no hay comprensión por la situación familiar o económica de los delincuentes. Delinquen porque quieren, sin más. Mediante un duro sistema, los guardianes intentan anular los instintos criminales de los presos.
These criminals commit crimes because they choose to. We have to redirect their choices. Their choices are bad. Their choices and thoughts are incorrect. Society cannot tolerate their choices. They choose to commit crimes because they want to commit crimes. We must repress their criminal motivations. We must take their criminal thoughts and replace them with positive thoughts. Thoughts that lead to good things. Do you understand?
Conocemos también el mundo familiar del protagonista. Proviene de una clase media muy reconocible para España. Los padres trabajaron en el mismo sitio toda su vida, ganaron suficiente dinero para redecorar la casa cada cierto tiempo y tener ciertos hobbies. Una rutina diaria hasta la jubilación, una forma de vida que ya no existe. Michael hizo todo lo que se suponía que debía hacer y sólo encontró frustración, desánimo, desempleo y un futuro incierto. ¿Les suena?
Sin embargo, Cicero no sigue esa línea, que podía haberle llevado a retratar una sociedad en transformación. Se centra en la cárcel y narra una historia de rebelde contra el sistema que trata de recordar a 1984. En la primera mitad del libro conocemos el funcionamiento del centro. Funciona como una dictadura desquiciada. Un lugar en el que las personas dejan de serlo y pasan a ser presos o guardias, en el que la jerarquía es la base del sistema y nadie puede preguntar nada a un superior ni puede responder a un inferior. No hay comunicación más que por un memorándum diario que reciben en el correo con instrucciones. Los guardias pueden ordenar cualquier cosa a los "residentes" y éstos deben obedecer sin preguntar. Casi son esclavos. De vez en cuando desaparecen presos; también trabajadores. Un día no acuden a trabajar y nadie sabe nada. Sus ficheros han desaparecido; nunca han existido.
Los eslóganes de la cárcel son reveladores, están diseñados para aplicarse a toda una sociedad:
- Hay que obedecer la ley
- Hay que ser eficiente y trabajar sin rechistar ni dudar del jefe
- Hay que someterse a la ley, que está por encima de la humanidad
- NEOTAP no se preocupa de la verdad. Su objetivo es que los criminales sean ciudadanos eficientes que trabajen y paguen impuestos
El estilo de la novela coincide con el funcionamiento de NEOTAP; es casi robótico. Abundan las repeticiones y las frases lógicas en apariencia sin sentido si las piensas dos veces. Salvo el protagonista y una compañera del centro de la que se enamora, Mónica, todos dan la impresión de haber perdido la cabeza, de ser autómatas.
En la segunda parte, Michael desaparece y la novela comienza a perder el rumbo. Mónica quiere encontrarlo y para ello se enfrenta a la dirección del centro, encuentra al filósofo que escribió los 5 pilares de la cárcel, se reúne en un desierto con un agente de la CIA, descubre una conspiración… Hay destellos de originalidad, hay momentos en los que se da un nuevo punto de vista a la tradicional novela distópica pero todo queda ahogado en una huida hacia adelante.
Es una lástima y, sin embargo, un fallo recurrente en ciertas distopías (también, aun a riesgo de sonar herético, en 1984). Funcionan muy bien cuando describen un mundo, unas reglas; pero fracasan en la forma de hacer avanzar la trama. Cicero ha construido muy bien NEOTAP, describe a la perfección el momento vital de millones de treintañeros y apunta algunas características de nuestra sociedad de hiperconsumo. Tal vez en un formato más corto, tal vez suprimiendo la segunda parte… A los interesados, les recomiendo leer la primera parte y dejarlo ahí. Habrán leído un buen relato largo.
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Noah Cicero
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Raúl Gay
Periodista. Ha trabajado en Aragón TV, ha escrito reseñas en Artes y Letras y ha sido coeditor del blog De retrones y hombres en eldiario.es. Sus amigos le decían que para ser feliz sólo necesitaba un libro, una tostada de Nutella y una cocacola. No se equivocaban.
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