PACTÓLOGOS DE GUARDIA
Podemos teme un momento CUP
ctxt 3/03/2016
Pablo Iglesias
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Últimas tendencias en el estado de ánimo de Podemos y sus confluencias.
1. Los dirigentes de Podemos están dispuestos a negociar “de verdad” con el PSOE, pero consideran “imposible un gobierno transversal y de geometría variable” con Ciudadanos, y no contemplan tampoco la abstención para permitir un Gobierno de Sánchez y Rivera. “Nuestros electores quieren revertir la situación, no mantenerla, y si apoyáramos un gobierno como ése nos quedaríamos sin sentido político, y dejaríamos vacío de sentido incluso el 15-M. Solo vemos dos opciones, o un Gobierno PSOE-Ciudadanos con abstención del PP, o un gobierno de izquierda con Ciudadanos retirándose”.
2. Podemos y las confluencias son pesimistas sobre un posible acuerdo. Creen que el PSOE todavía no ha entendido el ciclo político ni el 15-M, y que hay un problema de lenguaje y de diagnóstico insalvable. “Hace dos meses, el PSOE nos pasaba por la izquierda en la campaña. Esa actitud de prometer todo en campaña y luego plegarse a la real politik ya recibió un castigo durísimo en las urnas”.
3. Los dirigentes de las nuevas fuerzas creen que es evidente que al PSOE no le dejan negociar con Podemos: “La impresión es que tienen vetado establecer cualquier relación afectuosa y sólida con nosotros. Ahora veremos cómo de audaz y de valiente es la ejecutiva socialista. Serán dos meses duros, de negociación encallada, presión y propaganda. Nosotros intentaremos sentarnos a negociar de verdad un documento de consenso a cuatro. No hay otra. Veremos con qué ánimo acuden ellos. Si el PSOE hace algo parecido a lo que hizo en el anterior simulacro, será un ridículo”.
4. La sensación en Podemos y sus confluencias es que la opción preferida de Sánchez es una Gran Coalición sin que se note mucho. “El alma bipartidista del PSOE sigue siendo muy potente. Podrían haber intentado un acuerdo de izquierdas para tratar de cambiar Europa, pero no han querido. Tratan a todos los demás como si fueran minorías ajenas al juego de los grandes partidos. Durante las negociaciones usaron un estilo autoritario y prepotente. Y no terminan de entender que la realidad es de igual a igual; que la vieja relación de usar a la izquierda como muleta y cheque en blanco se acabó”. En cualquier caso, prometen negociar con lealtad: “Habrá que hilar muy fino, sentarse muchas veces, pero lo intentaremos hasta el final”.
5. La gran duda es qué harán Podemos y sus grupos afines si la presión del entorno les somete a un momento CUP: aceptar in extremis un programa alejado de su ideario y de su electorado. “Estamos en una nueva cultura política. Y nosotros no podemos permitirnos hacer lo que hemos dicho que no haríamos, eso nos haría mucho daño y nos condenaría a la irrelevancia, o a una oposición que no nos daría la menor rentabilidad política”.
Últimas tendencias en el estado de ánimo de Podemos y sus confluencias.
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