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El diario The Guardian se ha visto teniendo que apoyar a sus críticos. Las redes sociales conceden a los artistas la posibilidad de responder ante lo que leen en los periódicos, dando lugar a discusiones nada amables; y si antes los analistas de las artes escénicas se enfrentaban a las taquillas, hoy lo hacen, también, a las reproducciones en Youtube. Fueron estas, nos recuerda el Independent, las que dieron alas a Isaac Nabwana, el cineasta ugandés que, siempre sin presupuesto, emula a las viejas películas de acción, pero con un giro: esta vez, los héroes son los negros.
Habría que ver cómo se habría tomado la Norteamérica de la Guerra Fría las interpretaciones que, hoy, las compañías de teatro neoyorquinas hacen de Chéjov. Según el New York Times, las tarimas de la ciudad se entregarán, esta temporada, a versiones extremas de los textos del dramaturgo ruso. La metrópoli cambia, también, gracias a la estación intermodal que Santiago Calatrava ha diseñado para el World Trade Center, apunta el New Yorker. En Europa, y como recoge Le Figaro, un gran mural que retoma la fotografía de Aylan Kurdi, muerto en el Mediterráneo, luce frente al Banco Central Europeo y le recuerda la historia de los refugiados.
Quizá fue la puntual frivolidad de las artes frente a la injusticia la que llevó al fotógrafo chileno Sergio Larrain a dejarlo todo, marcharse al bosque y emprender una vida contemplativa, como recoge el Independent. Si eligiera algún pueblo deshabitado de Soria, como anota Yorokobu, le llevarían la compra a casa, para que no tuviera que conducir. Si se marchara, en cambio, a La Torre d'Oristá, en Barcelona, podría ver cómo un misterioso autobús cruza el pueblo solo una vez al año. Según cuenta El Periódico, realizar ese recorrido cada vez que llega el primer lunes de marzo es parte del contrato de la concesión.
En Madrid le esperarían toda suerte de ladrones: también de guante blanco. El amante español de Bacon —amigo, según el diario El País— lleva tiempo buscando las pinturas que le regaló el artista, y que este custodiaba en su casa. La policía ha rondado, incluso, la feria ARCO; quizá los portadores del botín trataran de venderlo en alguna de sus trastiendas. Quizá los ladrones se inspiraran cuando, hace un año, publicaciones como el ABC divulgaron que estos regalos permanecían en Madrid. O cuando la pareja de Bacon fue señalada, con nombre y dos apellidos, por LOC, el suplemento de El Mundo —de rabiosa actualidad gracias a los mensajes de Letizia Ortiz publicados por eldiario.es.
The Guardian cuida de los artistas británicos más acariciados por la cultura popular: de los presentes, ya que lleva hasta lo más alto de su sección de cultura el regreso del cuarteto All Saints, o la breve gira de Radiohead, pero también del pasado. Los Beatles pudieron haber sido tres, debido a la sinergia que el que fuera su productor durante años, George Martin, adquirió junto a John Lennon y Paul McCartney. Antes de que Ringo Starr y George Harrison llegaran a sus vidas, pareció que se valdrían solos. Como recuerdan algunos, más adelante, serían cinco; y el francés Museo de Arte Contemporáneo, en Lyon, celebra una retrospectiva de las artes plásticas de Yoko Ono. Lo adelanta Le Monde.
Las banderas siempre arrullan más que las ideas, y el Gobierno de coalición en Portugal, liderado por Marcelo Rebelo, recurre al escritor Miguel Torga, conocido por su nacionalismo. El presidente de la República portuguesa citó al autor, icono de la portugalidade al que también acuden las derechas, durante su discurso de investidura, como cuenta Público. Y otros gestos que sí invitan a creer que llega algo nuevo: el recién nombrado asesor de cultura del dirigente, Pedro Mexia, periodista, le había llamado “elitista populista” en la pequeña pantalla, y reconoce abiertamente que no votó a ningún partido de la coalición en el Gobierno. Cosas de un país que, como anuncia el Diário de Notícias, se entrega a la ópera sin voz, firmada entre el portugués Alfredo Aracil y el pintor español Alberto Corazón.
Los intérpretes norteamericanos apoyaron a Obama, casi, de forma unánime, en las primarias de 2008. Entre las grandes excepciones se encontró Jamie Lee Curtis, que realizó un donativo a Hillary Clinton, y Adam Sandler, reconocido republicano. Hoy, son pocas las figuras de la alta industria del cine que animan públicamente a Sanders: quizá Josh Hutcherson, de apenas 24 años, la más relevante de ellas. La canadiense Neve Campbell, en una entrevista con el New York Times, se reconoce socialista y partidaria del senador, aunque cree que el electorado no está preparado para él. Lo que no cambia, y quizá hasta se acentúa, es el sórdido merchandising de las primarias norteamericanas, mucho más allá de las camisetas y las gorras: desde ropa para bebés hasta utensilios para la barbacoa. Lo cuenta Yorokobu.
Está por verse que, como Jot Down interpreta de la novela American Psycho, que cumple un cuarto de siglo, los cimientos morales del capitalismo norteamericano estén colapsando. Sí hay respuestas puntuales ciudadanas, como la de Alison Macrina, bibliotecaria y fundadora del Library Freedom Project. Yorokobu acerca algunos de los programas con los que plantar cara al espionaje de los servicios de inteligencia y del Consejo de Estado norteamericano. Hace solo unas semanas, Ignacio Ramonet contaba a CTXT que la vigilancia informática corría a cuenta de los gobiernos, pero también de las empresas: “Cuando dejamos de pagar en Internet, es porque nos van a vender a nosotros”.
El diario The Guardian se ha visto teniendo que apoyar a sus críticos. Las redes sociales conceden a los artistas la posibilidad de responder ante lo que leen en los periódicos,...
Autor >
Francisco Pastor
Publiqué un libro muy, muy aburrido. En la ficción escribí para el 'Crónica' y soñé con Mulholland Drive.
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