ENTREVISTA
Aurora & The Betrayers, música sin etiquetas
El nuevo álbum de la formación madrileña muestra nuevos registros y la aleja de su primer trabajo
Nacho Valverde 23/03/2016
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Aurora & The Betrayers se adentraron en la escena musical española sin pedir permiso. Con la única ayuda de su propio sello (Siete Pulgadas Records) se han convertido en uno de los máximos exponentes de la escena rock española con solo dos discos en el mercado. La reciente publicación de Vudú -su segunda referencia discográfica- en el mes de febrero marca un antes y después para la banda con cambio de registro estilístico incluido y un nivel de madurez inimaginable para un grupo de reciente creación.
En 2013 irrumpían en el panorama sin más pretensiones que poner en común sus influencias y experimentar en los directos. Ahora vuelven a la carga con mayores influencias, desde el soulman Jimmy Rogers que inspira la canción que da nombre al álbum hasta Neil Young, The Black Keys o Artic Monkeys. En este segundo disco descubrimos una Aurora totalmente liberada que nos evoca a prodigiosas voces del profundo sur de los Estados Unidos como Tina Turner o la galesa Bonnie Tyler.
Marcados por el pasado en el soul de Aurora García como vocal de Freedonia echaron a andar con Shadows Go Away (LP, 2014) obteniendo el premio Pop Eye a la Mejor Banda de Música Negra. El álbum sirvió como punto de encuentro para una banda que apenas se conocía. Entre “los Betrayers” ha ido surgiendo la magia sobre la marcha, sin madurar las ideas y otorgarlas una solemnidad que les impidiera salirse de lo establecido. Empezando la casa por el tejado, Aurora García – vocal de la formación madrileña- describe la creación del grupo como una locura.
Sin el primer álbum no hubiéramos madurado hacia nuevos registros musicales
Los vaivenes emocionales de la artista definen su etapa personal y musical antes de la creación del grupo: “Si Vudú hubiera sido el primer disco lo hubiera pasado realmente mal porque tenía que enfrentarme a una lucha con mis prejuicios musicales. Sin Shadows Go Away no hubiera sido posible madurar musicalmente hacia los registros pop, rock, folk y blues que impregnan este álbum”.
A la hora de componer las canciones la única premisa existente fue prescindir de límites estéticos ni estilísticos: “Si empiezas poniendo palos en las ruedas y que todo siga un esquema lógico se pierda la magia de la música. Traspasar tu circulo de seguridad de miedos e inseguridades es el mayor aprendizaje que puede haber como artista”. Su deseo de no marcarse barreras queda patente a la hora de definirse: “Somos una banda que hace música. En este país somos un poco brutos, pero hay muchos estilos y vertientes con los que un grupo expresa su personalidad. El hecho de etiquetar en géneros cerrados es bastante frustrante porque te cierra puertas para entrar a festivales o salir en los medios”.
Por suerte, Aurora & The Betrayers han logrado traspasar las etiquetas de género y convencer al público con una propuesta innovadora e imprevisible que les ayuda a no encasillarse en un determinado género.
En sus letras Aurora ha encontrado una vía de escape a sus emociones: “Mis letras llevan una carga emocional bastante fuerte y para mi es un método de liberación. De lo positivo uno nunca se libera, simplemente lo vive. Y lo negativo tiene que salir para superarlo”. Mientras que en “Shadows Go Away” se dejaba llevar por la nostalgia y el paso del amor al odio, en su nuevo disco encontramos mayor presencia del fuego y la venganza interior: “Todos los años difíciles que he pasado con esta transición musical han dado mucho que expresar. Me doy cuenta con los años que soy capaz de sentir varias cosas a la vez y ninguna al mismo tiempo y las canciones van un poco en esa onda. No sería capaz de hacer un disco conceptual”.
En Vudú encontramos una crítica abierta al modelo de sociedad occidental. Hey, Hey, canción que abre el disco, carga contra los cánones y la presión a la que está sometida la sociedad en el día a día. Para Aurora, “la vida podría ser maravillosa si no nos dejáramos llevar por la velocidad e inmediatez diaria que nos adormece y nos convierte en máquinas”.
El directo es la mejor forma de promoción que podemos tener
El ascenso de la banda madrileña ha coincidido con una industria musical cada vez más cerrada en lo económico y en lo artístico. Con un escaso espacio para propuestas de llamada “música negra” en los festivales y en los medios, grupos como Aurora & The Betrayers, Freedonia, Marina BBFace o Astrid Jones & The Blue Flaps han generado una escena forjada en pequeñas salas de conciertos: “Se ha gestado entre bandas y músicos que nos hemos ayudado, y el público que empezó a interesarse. Es una pequeña revolución que se ha hecho desde abajo sin apoyo mediático”.
“La industria no se interesa por los músicos que llevan estudiando toda la vida tocando instrumentos de verdad, sino que se fija en lo artificial. Sigue vendiéndose una música muy directa al hipotálamo. No vende la música crítica que te hace pensar como individuo y sociedad, sino la que nos hace robots”, sostiene Aurora.
Si un factor les ha hecho destacar sobre el resto de grupos ha sido la eficacia de su directo. Repleto de versiones de sobra conocidas como With A Little Help From My Friends de The Beatles, Aurora & The Betrayers recuperan la magia de aquellas jam sessions que unieron al grupo. Para la banda el concierto del 20 de febrero de 2015 en la mítica sala Joy Eslava de Madrid supuso un punto de inflexión.
Hemos hecho una pequeña revolución desde abajo
Arropados por grandes nombres de nuestra música como Carlos Tarque de M-Clan o Cristina Manjón de Fuel Fandango, Aurora no puede evitar emocionarse al recordar aquella noche: “Sentimos que estaban apoyando nuestro proyecto personas que llevan muchísimo tiempo en la música y que también estaban diciendo al público que escucharan a Aurora & The Betrayers. Se habló tanto de ese concierto que después de tantísimo trabajo sentimos que ya habíamos puesto el primer ladrillo. Aquella noche es un momento para recordar el resto de nuestra vida”.
Si la Joy Eslava supuso un antes y un después para el grupo madrileño, la presentación de Vudú en La Riviera implicaba un doble riesgo: repetir el éxito de aquella noche y el escaso tiempo para ensayos con una única semana de diferencia desde la publicación del álbum. Una vez más hacían de la experimentación del directo su mayor aliado: “Para nosotros el directo lo es todo, nuestra manera de expresarnos y la mejor forma de promoción que podemos tener. El público vino con una predisposición inmejorable y más aún sin haber interiorizado las letras”.
La actividad frenética de la banda madrileña en estos tres años no les ha permitido echar la vista atrás y reflexionar sobre los logros alcanzados hasta la fecha: “Betrayers nació de manera intrépida, nos metimos en la Joy Eslava de manera intrépida y en La Riviera entramos hasta la cocina. Ha pasado muy poco tiempo y estamos en una burbuja todavía”. De lo que no queda duda es que con Vudú se han ganado ser miembros de pleno derecho de nuestra escena musical. Contra todo pronóstico y empezando la casa por el tejado, todo el mundo ha aceptado la propuesta diferencial de Aurora & The Betrayers.
Aurora & The Betrayers se adentraron en la escena musical española sin pedir permiso. Con la única ayuda de su propio sello (Siete Pulgadas Records) se han convertido en uno de los máximos exponentes de la escena rock española con solo dos discos en el mercado. La reciente publicación...
Autor >
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí