FELIX RIEBL / CANTANTE DE THE CAT EMPIRE
“Poner etiquetas es lo contrario a vivir la música”
Manuel Gare 27/04/2016
Felix Riebl, vocalista de The Cat Empire.
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Felix Riebl (Melbourne, 1981) está en París, pasando unos días antes de empezar en mayo una larga gira que le llevará junto a The Cat Empire por toda Australia, el país de origen del grupo. Hasta seis fechas ya han colgado el cartel de entradas agotadas con meses de antelación. En verano el destino será Canadá y, a partir de octubre, Austria, Dinamarca, Francia, Holanda. Y España. The Cat Empire actuará en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Santander durante el mes de noviembre.
“Somos una banda interesante, hemos vivido muchos cambios. Cuando empezamos la gente aún se grababa discos y viajaba con ellos”, cuenta, en conversación por Skype. Felix es el vocalista de una banda difícil de clasificar, aunque nada como el Live on Earth, el disco que recoge su trabajo en directo, para ilustrar de qué trata el grupo. Ahí está todo.
Los australianos acaban de lanzar Rising with the Sun, un álbum que sigue la estela del anterior, con nuevas ideas, nuevos sonidos y nuevas fórmulas. Incluso algo de inspiración española. “Lorca es mi poeta favorito”, confiesa Felix. La música de The Cat Empire es música con alma. Música para celebrar que estamos vivos, y que aún nos quedan noches y noches en las que bailar hasta que amanezca.
En marzo lanzaron Rising with the Sun, su séptimo álbum de estudio. ¿Cómo han cambiado las cosas desde el primer disco, en 2003?
Han cambiado mucho. Para empezar, en el primer disco teníamos unos veinte años. Ahora llevamos mucho detrás, incluidos alrededor de mil cien conciertos. Eso nos cambia, como personas y como músicos. Y se junta con la magia de estar en un grupo en el que la química une a personas que quieren seguir haciendo música, música que la gente sea capaz de reconocer como música de The Cat Empire. Ha sido un viaje largo, pero Rising with the Sun tiene muchos elementos de ese primer disco. Es un sonido simple hecho con mucha energía, hecho para celebrar. Y es, también, el reflejo de quince años viajando, viviendo, madurando y cambiando como grupo al mismo tiempo.
Entre el reencuentro con nuestro sonido y el hecho de que seamos dueños de nuestro propio destino, la banda ha vuelto a nacer
La popularidad del grupo ha ido en aumento en los últimos años, especialmente desde el lanzamiento de su anterior álbum, Steal the Light.
Sí, totalmente. Steal the Light fue un gran álbum para nosotros a nivel internacional, y coincidió con el momento en que volvimos a ser completamente independientes. Eso fue muy importante a la hora de crear un nuevo vínculo con el público de fuera. De hecho, Steal the Light y este nuevo álbum suponen una vuelta a nuestros orígenes como grupo en muchos sentidos. Especialmente en el sonido, donde hemos conseguido volver a despegar y hacer que fluya de forma muy natural. Es algo genial que se ve reflejado especialmente cuando actuamos en festivales. Así que, entre el reencuentro con nuestro sonido y el hecho de que seamos dueños de nuestro propio destino, la banda ha vuelto a nacer, de alguna manera. Y es algo de lo que estamos disfrutando mucho ahora mismo.
¿Cómo es sobreponerse al fenómeno de la música comercial?
Es gracioso, porque nadie nos sabe situar. No somos un grupo comercial, pero tocamos para grandes audiencias. Nunca hemos tenido toda esa presencia en radio ni todo ese tipo de cosas que acompañan a los grupos comerciales, pero al mismo tiempo pasamos por grandes salas y festivales. Y lo mismo para el tipo de música. La gente trata de describirla, pero no es fácil, porque hay muchos sonidos diferentes. Eso es lo que más me gusta de The Cat Empire, que no es un grupo que se pueda definir fácilmente. Le da algo de misterio, y significa que cuando la gente viene a nuestros conciertos, viene buscando esa atmósfera. La gente puede sentirse identificada con nuestra música, y eso nos permite ser mucho más expresivos a la hora de ponerla en escena.
Suelen referirse a The Cat Empire como una mezcla entre ska y jazz, aunque ya le he leído quejarse al respecto.
Nunca me ha hecho gracia, porque hay muchos más elementos en nuestra música. La industria musical actual está llena de definiciones: el género de una banda, qué es esto o lo otro. Poner etiquetas es lo contrario a vivir la música. No hay por qué definir la forma en la que la música es capaz de hacer que nos movamos. No quiero ponerme muy romántico, pero el no caer en esa categorización es algo por lo que siempre he estado agradecido a The Cat Empire.
Entonces, ¿cree que han terminado de encontrar su sonido como grupo?
Más que nada, Rising with the Sun es un álbum simple y directo, y eso me gusta. Es un álbum fuerte y lleno de color, y los sonidos son sólidos en el escenario, lo que siempre es un buen indicador. Soy de la idea de que es mejor escucharlo que tratar de explicarlo, pero es un álbum perfecto para tocar en directo. Las canciones nuevas son un soplo de aire fresco entre las viejas, y al mismo tiempo son muy fáciles de tocar. Suenan con voz propia, y que eso ocurra es una sensación estupenda para el grupo, porque significa que no tienes que hacer sobreesfuerzos, tan solo dejarlas sonar y que te lleven a donde ellas quieran.
[Cantar en español] es una forma de dejar que una lengua controle nuestras palabras, en lugar de controlarla nosotros a ella
¿De dónde surge el tema Qué será ahora, en el que canta en español?
Me encanta cantar en español. No hablo el idioma, pero me gustaría aprenderlo. Qué será ahora surgió a partir de una llamada por Skype con una amiga española, Cristina. Tenía en mente el estribillo de la canción y, a partir de ahí, fuimos convirtiendo los sonidos y palabras en esas frases. El hecho de que la canción tenga una parte en español lleva a algo más, como en Like a Drum y Still Young, de nuestro trabajo anterior. Es una forma de dejar que una lengua controle nuestras palabras, en lugar de controlarla nosotros a ella. Es algo que disfruto.
¿Hay influencia de la cultura española en The Cat Empire más allá del uso del idioma?
Hay dos cosas que me vienen principalmente a la mente. Una es el recuerdo de uno de nuestros primeros festivales, en el que tocamos varias veces de madrugada, entre las dos y las cuatro de la mañana. Había un grupo de españoles que venía casi todas las noches. Fue nuestra primera experiencia tocando para un público con tanta energía, que no quería irse y que quería quedarse despierto toda la noche. Es algo que nunca se me va a olvidar. La otra es el flamenco, que es un tipo de música que a mí me ha influido personalmente, con artistas como Camarón o Paco de Lucía. En Melbourne tengo a la vuelta de la esquina un bar que se llama Kanela. Allí, dos hermanos que van bastante a España suelen hacer espectáculos de flamenco, e incluso alguna vez hemos hecho algo juntos.
Probablemente la canción del nuevo disco de la que más se ha hablado es la dedicada a la sala Bataclan de París. ¿Qué sintió cuando se enteró del ataque?
Me sentí destrozado. Y lloré. Todos los días leemos cosas terribles en las noticias, el mundo está lleno de injusticias. Pero, porque conozco Bataclan, porque he tocado allí, porque conozco la emoción de la gente cuando escucha música en directo y se le ilumina la cara: por eso, inmediatamente me puse en situación, porque era un espacio que reconocía. Fue una respuesta muy emocional hacia algo que había sucedido en mi mundo y que me afectó de manera personal. Al día siguiente escribí la canción muy rápido, fue una de esas canciones que vienen solas.
La canción no se centra en el dolor o el enfado, sino en la lucha por la música, en la celebración de la música.
La canción es una celebración de la música en directo, más allá de la rabia. Al final, la canción trata de lo que la música es capaz de hacer; por eso la música es algo tan bonito. Es el movimiento de la música, y ese movimiento puede contener rabia y alegría al mismo tiempo. Es algo muy poderoso.
Lo más mágico de tocar en directo es ver todas esas caras que no conocemos y tener un momento con ellas
En este sentido, ¿cómo puede llegar a afectar a su música la vida de la gente de a pie?
Cuando algo nos mueve por dentro, no importa si es algo muy grande como lo de Bataclan, o algo muy pequeño, como algo que hayamos visto por la calle. Lo importante es que respondamos a eso que se mueve en nuestro interior. Escribir música es repetición. Volver a los mismos sitios, subir a un escenario. Y encontrar cosas diferentes de las que hablar. Para mí, la vida y la música son la misma cosa, solo que algunas veces la vida es más emocionante y otras es más aburrida.
Y luego, volcar todas esas emociones en directo. ¿Es complicado llevar un disco al escenario?
Es difícil definir lo que hacemos como grupo. Siempre estamos contrastando canciones, y ahora tenemos un montón de canciones. Y siempre es un desafío. Escuché una vez en una entrevista sobre Queen que Freddie Mercury y Brian May estaban siempre peleándose sobre qué canciones poner en los discos, mientras que ambos tenían muy claro cuáles tocar en directo porque, de alguna manera, era algo que resolvían las canciones por sí mismas. Para nosotros es parecido. Las canciones que realmente funcionan bien en directo se reflejan directamente en el estado del grupo, lideran las actuaciones y se transforman en el escenario por sí solas. Otras veces, no resulta fácil llevar al directo una canción estupenda en el estudio. Nuestra idea, al final, es que si una noche una canción funciona entre el público, la volvemos a tocar la noche siguiente, porque es una sensación increíble que la gente responda positivamente a una canción.
El público lo es todo.
Sí, elegir una canción u otra depende de las vibraciones que nos transmita el público. Lo más mágico de tocar en directo es ver todas esas caras que no conocemos y tener un momento con ellas. Eso es algo que la música es capaz de hacer, y lo que tratamos de hacer como grupo es llegar hasta ahí. Cuando canto solo, prefiero canciones tranquilas, un tipo de conexión distinta con el público. Cuando estoy con The Cat Empire, todo trata sobre la gente, las caras y la atmósfera. No es una conexión que suceda siempre, pero cuando ocurre, es la sensación más increíble del mundo.
Felix Riebl (Melbourne, 1981) está en París, pasando unos días antes de empezar en mayo una larga gira que le llevará junto a The Cat Empire por toda Australia, el país de origen del grupo. Hasta seis fechas ya han colgado el cartel de entradas agotadas con meses...
Autor >
Manuel Gare
Escribano veinteañero.
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