Juegos de disfraces en Río 2016
Países en conflicto, que han sufrido un golpe de estado o los negocios de las grandes empresas. Los Juegos son una oportunidad perfecta para revestir de normalidad las anomalías de nuestra sociedad
Rubén Juste de Ancos 3/08/2016
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Los Juegos Olímpicos parecían ser un oasis libre de ruidos, pero en Río tienen una prueba de resistencia ante este hit del nuevo siglo: una melodía que permite que suenen normal aquellas delegaciones que representan a los sesenta y siete países con conflictos bélicos activos, según el Council of Foreign Relations; o disfrazar a otras, pertenecientes al grupo de los 15 países que desde el nuevo milenio han sufrido un golpe de Estado o cambios de gobiernos sin elecciones previas. Un grupo más reducido que en los 15 años precedentes --36 en esos tres lustros-- pero más exclusivo, pues entre 1980 hasta 2005 la probabilidad de éxito en los golpes no llegaba al 60%, mientras a partir de 2010 se acerca al 80% de éxito, según los investigadores de la Universidad de Kentucky, que utilizan una base de datos desde 1950 hasta hoy. Hoy los golpes son más selectivos, pero más efectivos.
El propio anfitrión, Brasil, tendrá también su particular melodía para fingir normalidad: con una presidenta, Dilma Roussef, elegida en 2014 por 51,64% de los votos y desde el 12 de mayo apartada del cargo, acusada de "crímenes de responsabilidad" por maquillar las cuentas para ocultar gastos. La normalidad democrática hizo que fuera sustituida por el actual presidente interino, Michel Temer, imputado por otros cargos de corrupción. Un manto de apariencias que tiene que tapar a la Cámara propulsora del golpe, con un 60% de sus integrantes, según el New York Times, acusados de algún delito grave. También se aparentará normalidad en la ceremonia de apertura, a la cual la todavía presidenta no asistirá. No obstante, el juego continúa y los Juegos de Río están garantizados gracias al nuevo Gobierno interino, que rescató con dinero federal en junio de este año al Estado de Río, gobernado por el mismo partido de Temer, para asumir pagos durante este año por valor de 5.588 millones.
Las grandes empresas multinacionales que patrocinan la competición también tienen su particular juego de disfraces en esta clase de citas. Cada vez que suena la palabra “Juegos Olímpicos” cerca de un país, la bolsa se dispara. Eso permitió jugar con las apariencias con Grecia, organizadora de los Juegos Olímpicos en 2004, disparando la Bolsa de Atenas desde que se conoció la celebración de la competición en 2001. Tras apagar la llama, afloró la deuda de 9.000 millones que dejaba la cita, sumando a los 194.000 millones de duda que tenía entonces el país. Hoy el recuerdo de aquellos Juegos no puede ocultar la ruina del país y el abandono de las infraestructuras.
Quizá esto suene en España. Un país que se ha presentado a tres convocatorias, para 2012, 2016 y 2020. Cada vez que sonaba la presentación de una de las candidaturas, el Ibex35 se disparaba, alborozado antes la perspectiva de ingresos sustanciosos. Detrás estaban los contratos de construcción que firmaban las principales empresas de construcción con el Ayuntamiento de Madrid: 5.034 millones en infraestructuras, más 954 aportados por la comunidad que permitían tener listo el 80% de las infraestructuras. Todo en un momento en que las constructoras se enfrentaban al parón de la construcción en España, lo que permitía augurar buenos resultados para las grandes Sacyr, ACS, OHL o Ferrovial. La decepción de la candidatura en 2013 --la última vez que la presentaron-- fue mayúscula, pero al menos las grandes del Ibex habían salvado la cara, ejecutando la mayor parte de las obras.
Las grandes del Ibex no apuestan sólo por los Juegos en España, pues en Río tienen su particular competición. Las empresas que hoy apoyan a la delegación española tienen la mayor parte de su negocio en el extranjero en Brasil. Además, tres de ellas, son unas de las cinco empresas que más importan para calcular el índice, arrastrando cada vez que tienen pérdidas al resto del Ibex35: Santander, Telefónica e Iberdrola dependen en parte de la evolución de su negocio en la mayor economía de Latinoamérica. El Banco Santander generó en 2015 en Brasil ganancias por valor de 1.631 millones de euros, el 27% del beneficio total de 5.966 millones. Telefónica, por su parte, ganó 915 millones de euros, alrededor de un tercio de las ganancias totales de 2.745 millones. Iberdrola, por su parte, generó en Brasil 230 millones de euros.
De esta liga de beneficios hay que excluir TVE, principal patrocinadora del Plan ADO con 4 millones y dueña de los derechos de retransmisión de los Juegos por 90 millones, motivos por los que Hacienda tuvo que ingresar 50 millones adicionales al ente en junio del año pasado.
Las empresas participantes del consorcio nunca han manifestado públicamente su opinión sobre el impeachment de Dilma, aunque los analistas celebran la decisión, ante la eventualidad de los Juegos celebrados en la ciudad mundial de los carnavales: "El mercado tiene la peor opinión posible sobre la presidenta, así que en este caso la incertidumbre es positiva, frente a lo negativa que era la certidumbre de que Rousseff siguiera al mando", añade el analista de IG en España.
La implicación de estas empresas con el deporte olímpico tiene varias vertientes: la labor de estas empresas como financiadoras del programa público-privado ADO, el principal programa de becas y ayudas a deportistas. Como contraparte, a las pequeñas empresas, excluidas normalmente de los juegos, se les permite a través del programa ‘Mecenazgo prioritario’ deducirse hasta un 40 % de lo que aporten en patrocinio, que no podrá superar los 50.000 euros. Por otro, aquellas grandes empresas que participan en el consorcio de estos Juegos, como Santander, Telefónica o Iberdrola, aportando al programa ADO, se deducen un 15% en el impuesto de sociedades sobre los gastos de publicidad de sus productos, siempre que en la citada publicidad se incluya una referencia a su colaboración con los planes ADO o ADOP.
En el juego de disfraces participan todos. También Rajoy, que le permite tapar sus vergüenzas propias en su particular festival de máscaras. Antes de partir la delegación española a la capital carioca, dedicaba a los deportistas una particular lección: “Igual que vosotros, esperamos que consigáis medallas y diplomas, pero ya hay algo que hemos ganado antes de Río: la deportividad, vuestro afán de superación, el no rendirse nunca y lo que lleváis hecho a lo largo de todos estos años. Quiero que sepáis que todos valoramos y mucho lo que hacéis. Nos sentimos orgullosos de todos vosotros y vuestros éxitos serán los nuestros, pero que si hay algo que no va bien, tenéis que tener claro que debéis continuar y que no hay que rendirse”.
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Rubén Juste de Ancos
Doctor en Sociología. Asesor de Unidos podemos en el Congreso. Amante del periodismo de Marx e Ida Tarbell. Esta decía que "no hay medicina más efectiva para llegar a los sentimientos de un público fervoroso que las cifras".
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