JOVEN PROMESA
La necesidad de la crítica al arte
Los juicios no sólo tienen como objetivo que el artista detrás de la obra pueda mejorar, sino que el espectador pueda definir sus propios gustos e invertir o no en dicha obra. No todo lo que nos presentan vale la pena y cumple con las expectativas
Luis Humberto Rodríguez Fuentes 12/09/2016
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El arte no es algo estable y equilibrado. El arte evoluciona junto a la humanidad, siendo una adaptación del pensamiento de cada época. El paso de los siglos daba pie a nuevas “artes”, e incluso, ese mismo paso del tiempo hace que algunas cosas de pasado corriente ahora sean consideradas arte. Pero no ha sido hasta el siglo XX en que el arte se ha fragmentado en cientos de variantes que se adaptan al individuo que está frente a la obra.
Tras el estallido artístico del siglo pasado, algunos hablaban de siete artes: el teatro, la escultura/arquitectura, la pintura, la música, la danza, la literatura y el cine. Pero actualmente se podría hablar de diez en total, añadiendo a la lista anterior: la fotografía, la novela gráfica y el videojuego. Cada uno es completamente distinto a su contiguo, conformando una lista de una variedad apoteósica. Además, dentro de cada arte encontramos una ingente cantidad de corrientes. Quién no conocerá alguna de estas corrientes, como pueden ser el arte gótico (en pintura, por ejemplo) o el cinema nôvo (en cine, claro está).
Esta masificación del arte ha hecho que ahora la cultura nos acompañe en nuestro día a día. Todos los días escuchamos algo de música o nos pasamos un rato de la tarde leyendo. Todo esto provoca que ahora el arte tenga un factor aparte del artístico: el producto. Actualmente, el arte no sólo se aprecia y se admira, si no que se compra. Entendedme, antaño también se compraban las piezas de arte, pero no de manera tan globalizada. Ahora no sólo hemos de fijarnos en el valor artístico de la obra, sino que también tenemos que analizarlo como producto.
Y por fin, llegamos al tema principal de este artículo: la crítica al arte. En la actualidad disponemos de cientos de medios especializados que evalúan y juzgan el contenido artístico que sale al mercado. Pero, ¿es necesario criticar una obra artística en la actualidad con la variedad que hay? Sí, y a continuación leeréis por qué es importante ser crítico.
Alguna vez leí que el cine no debería ser criticado, ya que detrás de una película hay tiempo, esfuerzo, dinero y personas
Primero y más importante: la crítica al arte es una doble crítica. Por un lado, lo vemos como una obra de arte y por otro, como un producto. Esto, aunque pueda parecer algo cínico, tiene que ser así. El juicio hacia su parte de “producto” se enfoca en la calidad del mismo, es decir, en el estado en el que se vende, entrega o realiza dicha obra. En la industria del videojuego es donde mejor podemos apreciar a lo que me estoy refiriendo. Si una desarrolladora saca a la venta un juego que, simplemente, no funciona; los medios tienen una obligación con su lector o espectador de incluirlo en su crítica. ¿Por qué? Porque el “artista” está entregando una obra inapreciable. Aplicándolo a un ejemplo mucho más obvio, si Marc Chagall hubiese decidido rayar con un boli “El violinista”, nos encontraríamos ante una obra con un gran valor artístico pero que como producto es nefasto. El arte ha de poder disfrutarse y si hay algo dentro él mismo que lo impida, entonces falla como obra de arte.
Respecto a la cara artística es algo más complejo, el juicio tiene que analizar y criticar la obra para decidir si es arte o no. Sé que aquí entramos en un territorio donde la subjetividad y la opinión influye mucho, pero el arte ha de ser universal. Nadie negará que la Capilla Sixtina es una obra de arte mientras que una pintura callejera en la que alguien ha puesto “Tu y yo juntos para siempre, mi 18” se trata de… de algo. El arte, independientemente de si le gusta o no, tiene que poder ser reconocible por cualquier individuo. Como decía Picasso: “Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista es un hombre que vende lo que pinta”.
Alguna vez leí que el cine no debería ser criticado, ya que detrás de una película hay mucho tiempo, esfuerzo, dinero y personas que han hecho posible dicha obra. Este argumento, aunque parezca muy lógico y moral, está muy lejos de ser correcto. Aunque es cierto que en ningún caso la crítica debe menospreciar a aquellos que han creado el producto que se juzga (“El objetivo de la crítica es dejar al criticado con el sentimiento de que le han ayudado”), sí deben ser conscientes de que lo que importa es el resultado final. Si estuviésemos diez años escribiendo un libro que sólo pusiese “Hola” durante 999 páginas, ¿la crítica literaria debería dejarlo pasar por el simple hecho de que haya estado diez años trabajando en ello? Y este argumento nos puede llevar a pensar también que, dependiendo del tipo de arte al que nos refiramos, el número de personas es algo importante. ¿Algo puede ser más o menos artístico porque lo hayan hecho cierto número de personas?
Pero la crítica al arte suele pecar de “agresiva”. Desde hace unos años (esto se puede apreciar especialmente en el cine), los críticos no son exigentes, sino que han pasado a degollar cualquier obra que se les pone por delante. Y este extremo (como todos los extremos) es nocivo para los medios especializados. Nuestra labor como críticos es informar de la forma más objetiva posible de las miles de obras de arte que bombardean nuestras vidas al año. En ningún caso nuestro oficio debe enfocarse en el ataque gratuito y sin fundamento.
La crítica jamás debería encasillar al arte con números
Además, muchos medios especializados suelen poner una nota (entre el 1 y el 10, por ejemplo) a los productos. Esta práctica es innecesaria y perjudicial. La crítica debe ser exclusivamente una presentación de la obra de arte y los defectos que puedan mejorar dentro de ésta, jamás debería encasillar al arte con números. Sobre todo, porque utilizan las mismas escalas para obras totalmente distintas entre sí, lo que puede provocar alguna confusión. También afecta a los artistas, quienes empiezan a buscar más llegar a una simple nota que realizar una obra de arte.
Pero, el arte ha de ser criticado. Más en estos días en que nos encontramos con una cantidad infinita de opciones para elegir. Los juicios no sólo tienen como objetivo que aquel artista detrás de la obra pueda mejorar, sino que el espectador pueda definir sus propios gustos e invertir o no en dicha obra. Vivimos en un mundo donde el consumo es pan de cada día y, por desgracia, no todo lo que nos presentan vale la pena y cumple con las expectativas. En definitiva, la crítica al arte es algo que, al menos actualmente, necesitamos pero que jamás debe partir de la base de que ellos son las víctimas y los artistas simples buscadores de dinero.
El arte no es algo estable y equilibrado. El arte evoluciona junto a la humanidad, siendo una adaptación del pensamiento de cada época. El paso de los siglos daba pie a nuevas “artes”, e incluso, ese mismo paso del tiempo hace que algunas cosas de pasado corriente ahora sean consideradas arte. Pero no ha sido...
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