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Escribe Yanis Varoufakis
El diario ateniense Ekathimerini publicó una carta firmada por veintitrés ‘griegos formados en los EE.UU., enviada al presidente de la Universidad de Tejas denunciando a James K. Galbraith (profesor desde hace largo tiempo de la misma) por haberme ayudado a diseñar un “golpe de Estado monetario, amén de militar”. Al menos esa fue su descripción de mi Plan X – un plan preliminar de contingencia para contrarrestar el Plan Z del Banco Central Europeo con el que se ha ido amenazando a Grecia de continuo desde 2012, – tal como informó el Financial Times. Una vez más, las víctimas del golpe de Estado que dura ya seis años, que ha echado al pueblo griego al torbellino de la Depresión y la Insolvencia, quedan retratadas como conspiradores del golpe. La finalidad de esta campaña, en la que Ekathimerini ha desempeñado un enérgico papel, consiste en vilipendiar a cualquiera que se resista a la Troika, que haya cumplido su deber de defender la democracia, y que siga argumentando que la única forma de acabar con la crisis de Grecia consiste en oponerse a la Troika. Lo que resulta nuevo aquí, con la carta de los veintitrés, es una nueva violación, esta vez del más básico de los principios académicos: “¡No critiques nunca un texto que no hayas leído!”. Tal como demuestra Galbraith en su respuesta a Kathimerini, los veintitrés ‘griegos formados en los EE.UU.’ basaban su carta de denuncia en falsas informaciones difundidas, entre otros, por el mismo Ekathimerini: por ejemplo, la ridícula alegación de que el Plan X incluía una conjura para detener al Gobernador del Banco de Grecia.
La respuesta de Galbraith
Al director de Ekathimerini:
Entiendo que han publicado ustedes la carta al presidente de la Universidad de Tejas en Austin remitida por los veintitrés que se describen como “griegos formados en los EE.UU.”.
Los autores establecen que su conocimiento de mi obra procede de “entrevistas con la prensa griega y fragmentos amplios de la versión griega de su libro”. Puesto que los autores se formaron en los EE.UU. y el libro se publicó en inglés, permítame la pregunta: ¿no tendrían que haber leído el libro de verdad?
De haberlo leído, habrían descubierto que sus alegaciones son falsas.
La carta se refiere a un memorándum que yo ayudé a preparar en 2015 para el Ministerio de Finanzas, que lo describe como un “plan de contingencia”. Prefiero el término “plan preliminar”. El trabajo de un equipo reducido no puede preparar plenamente para un acontecimiento tan dramático.
“Contingente”, desde luego, lo era. El Banco Central Europeo podía revocar la Ayuda de Liquidez de Emergencia que sostenía entonces las operaciones de los bancos griegos. Esto habría provocado una salida forzada de Grecia del euro contra la voluntad del Gobierno. La amenaza la había formulado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, a finales de enero. También hubo sugerencias de Wolfgang Schäuble, el ministro de Finanzas alemán, de que Grecia podría tomarse unas “vacaciones” del euro.
El memorándum se preparó a instancias del primer ministro, tal como él mismo ha dejado sentado en varias ocasiones. Como ya escribí hace un año, “en ningún momento el grupo de trabajo se involucró en aconsejar la salida ni tampoco ninguna otra medida política. El trabajo consistía estrictamente en estudiar las cuestiones operativas que surgirían si Grecia se veía obligada a emitir pagarés o si se veía obligada a salir del euro”. El primer ministro y el gobernador recibieron copia del trabajo y tomaron sus decisiones.
La carta describe el plan preliminar como “ un golpe de Estado monetario, amén de militar” y sostiene que habría entrañado “movilizar a las fuerzas armadas griegas para reprimir posibles desórdenes civiles”. Esto es falso. No sugerimos el uso del Ejército de forma inadecuada o fuera de la Constitución. La única vez que se utiliza la palabra “movilización” en mi libro se refiere al funcionariado.
Los autores sostienen que aconsejamos la “detención” del gobernador del Banco Central. No dijimos nada de eso.
Por último, los autores sostienen que yo “lamento” que Grecia no saliera del euro en 2015. Mis sentimientos personales son irrelevantes, pero esta afirmación es falsa. Tal como informó Ekathimerini el 6 de julio de 2016, “nos preparábamos para un escenario que todo el mundo esperaba evitar”.
La carta concluye declarando que “la libertad académica ha de ser coherente con la conducta ética y las normas democráticas fundamentales”. En esto estamos de acuerdo. Una de las normas de una conducta ética consiste en abstenerse de acusaciones falsas y difamatorias, basadas en parte en informaciones de prensa incendiarias y evidentemente poco fiables.
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James K. Galbraith es profesor de Gobierno y Relaciones Empresariales en la Escuela Lyndon B. Johnson de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas. Su último libro es Inequality and Instability (Oxford University Press, 2012). La publicación de su próxima obra, The End of Normal (Simon & Schuster), está prevista para finales de septiembre.
Traducción de Lucas Antón.
Esta carta fue publicada originalmente en el blog de Yanis Varoufakis, y traducida por Sin Permiso.
Escribe Yanis Varoufakis
El diario ateniense Ekathimerini publicó una carta firmada por veintitrés ‘griegos formados en los EE.UU., enviada al presidente de la Universidad de Tejas...
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James K. Galbraith
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