En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agueros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Hace falta repetir que cada día mueren cientos de personas en las ciudades de Siria? ¿Hace falta volver a escribir que desde 2014 se han ahogado más de 10.000 personas en nuestro mar Mediterráneo, intentando llegar a Europa? ¿Hace falta volver a pensar que hay 11,5 millones de sirios que han tenido que huir de su casa e intentan rehacer su vida en otro sitio? ¿Hace falta volver a pegar encima de este texto la foto de Aylan Kurdi? La respuesta a estas preguntas es una palabra extraña: empatía. Una y otra vez descubro que esa palabra es más poderosa que ninguna militancia, ideología o fe.
Esa palabra, y quien de verdad la siente, toma partido y propicia acciones en consecuencia, es la más poderosa del mundo. No es asimilable a la compasión, el altruismo, el amor o la simpatía porque la empatía es algo bien distinto: la capacidad afectiva y cognitiva de percibir lo que otra persona puede sentir, lo que otro, incluso un extraño, puede estar viviendo y sintiendo. Y cuando somos empáticos, cuando nos ponemos de verdad en el lugar de otra persona que sufre, hacemos lo posible y lo imposible para que su situación cambie. ¿Vivimos entonces en sociedades psicópatas? ¿Están formados nuestros gobiernos por una panda de psicópatas, ya que una de las características más claras de un psicópata es la de cosificar a las personas y no sentir ninguna empatía hacia ellas? No lo sé. Ni me importa hoy.
Solo quiero contar lo bien que comimos el otro día en el cumpleaños de mi amiga Elena: berenjenas asadas con especias, tierno rosbif rosado, exquisita burrata, delicioso tabulé, kibeh recién hechos. Una mesa grande llena de ricas viandas, guisos representativos de culturas muy diversas, gente de todas las edades, de países distintos, que a veces hablaba en francés, en inglés, en árabe, en español, en catalán. Risas, vino, brindis, chistes, conversaciones cruzadas, amigos haciendo fiesta ante el prodigio de estar vivos y juntos porque uno de nosotros, Elena, había cumplido un año más.
Tal vez poca cosa mientras fuera, lejos, o no tanto, el ruido y la furia siguen mordiendo vidas. Y entre todos estos amigos y amigas estaban Paloma y su hija. Resumiré mucho la historia: su hija estudia lejos, en un país árabe, uno de sus profesores es sirio y le pide a su alumna que le ayude a sacar del infierno de su país a su hijo, a su mujer y a sus dos niños pequeños. Entonces esa alumna se lo dice a su madre y su madre, nuestra Paloma, remueve Roma con Santiago, seduce, convence, sugiere, presiona, explica, implica a familia, amigos, conocidos y hace todo lo posible y lo imposible para traerse a esta familia a España y lo consigue. Primero les ayuda con la espesa burocracia, luego les busca casa en Getafe, ahora les está buscando trabajo a él y a ella porque el dinero que tenían ya se estaba acabando.
La familia siria también estaba en el cumpleaños de Elena. Los sentimos todos como unos amigos más, por ahora nuevos, ya serán antiguos con el tiempo. Los niños sirios juegan con los otros niños, los críos en estos pocos meses han aprendido perfectamente el español y fueron admitidos en la escuela pública desde el minuto uno. Ayudo a mi nueva amiga siria con el tabulé o tabbouleh. Al cuscús o al burghul se le añade tomate, pepino, cebolla tierna todo picado bien fino, también aceite de oliva, hierbabuena, mucho perejil, zumo de limón. Se trata de una ensalada consistente pero muy refrescante. Discutimos sobre la cantidad justa de limón y de perejil de esta peculiar ensalada de origen libanés o sirio.
Ella quiere echar más perejil, yo suelo poner bastante menos, pero al final la hago caso, al fin y al cabo ella es la experta. Bromeamos luego con el origen árabe de la palabra “guada”, de Guadalajara o Guadalupe que significa valle o el nombre de mi pueblo, Jarandilla, del árabe “jara” o “xara”, que significa mierda, por eso este arbusto nuestro se llama Jara, porque es pegajoso como la m.
Un profesor sirio pide ayuda a su alumna, ella se lo dice a su madre y esta hace lo imposible para traer a esta familia a España y lo consigue
He resumido mucho la historia de Paloma, pero el hecho es que ella sola ha logrado traerse, acoger e integrar a cuatro refugiados sirios. No ha sido fácil, hasta ha sido muy difícil, pero lo ha conseguido. Es curioso, en Getafe también está el famoso caso del padre sirio y su hijo pequeño que sufrieron la zancadilla infame de la periodista Petra Lazslo en la frontera turca. Como este padre era entrenador deportivo, la escuela de entrenadores de Getafe CENAFE removió también Roma con Santiago para traerles a salvo, darle trabajo a él como entrenador y una vivienda. Ahora intentan que venga su mujer y su otra hija, que están en uno de los muchos campos de refugiados turcos. Conozco otros casos así, no han sido los únicos pero son los que tengo más cerca.
La razón que movió al director de la escuela de entrenadores Miguel Ángel Galán o a mi amiga Paloma a ayudar a la familia del profesor de árabe de su hija no es la fe en una religión que dice que todos los seres humanos son iguales, ni la militancia en una ideología que lucha por un mundo más justo, ni una ética multicultural que nos impulsa a trabajar para que el prójimo no sea un enemigo o un extraño. Creo que Paloma es atea, no milita en ningún partido, ni tiene otra ética ni otra ideología que la suya propia. Su razón es visceral, emocional, humana, es la dichosa “empatía”.
Alrededor de Paloma
Pensar, sentir, que yo soy él, yo soy ella, que puedo serlo, que podría serlo, que tal vez lo fui o lo fueron los míos, en otra época, no hace tanto. Nada más, nada menos. Empatía es un palabra moderna, un concepto en psicología y en sociología bastante nuevo, apenas tiene un siglo aunque su significado es tan antiguo como la misma Humanidad. No es solo Paloma, claro, el camarero cuando sabe que han venido de Siria les regala helados y caramelos a los niños, la funcionaria de educación de Getafe les buscó escuela con el máximo interés consciente de la actuación, los maestros hacen todo los posible para que los niños se integren y estén bien.
La Universidad Carlos III de Madrid les ha facilitado un alojamiento durante varios meses y cursos de español, muchos amigos les han invitado a sus casas, les han regalado los muebles y camas a los niños, les ayudan en las mil y una gestiones cotidianas que a nosotros nos parecen fáciles y para un recién llegado que no sabe español no lo son tanto. Hay mucha, mucha gente empática y dispuesta a ayudar porque sí. ¿Y los Estados?
No quiero dudar de si Jorge Fernández Díaz, José Manuel García-Margallo o Mariano Rajoy son empáticos o psicópatas
¿Cuántos refugiados ha acogido España? Existía el compromiso oficial de acoger a unas 600 personas para este 2016, una cifra que está muy lejos de los compromisos firmados en 2015: de los 16.000 que nos correspondería en función de no sé qué malabarismos y cupos. Creo recordar que el año pasado España trajo a 18 refugiados que estaban en Italia. Las comparaciones siempre son odiosas. No quiero meter ahora el dedo en el ojo a Jorge Fernández Díaz o a José Manuel García-Margallo o a Mariano Rajoy, no quiero dudar de si son empáticos o psicópatas, de si la sociedad española, o una parte importante, lo es. Solo quería escribir sobre el delicioso tabulé que nos comimos, las berenjenas asadas estilo sefardí, la auténtica burrata con tomate rosa y albahaca, el tiernísimo rosbif rosado. Dice Don Quijote: “Dad crédito a las obras y no a las palabras”. Y el Talmud: “Quien salva una vida, salva al mundo entero”.
Así que yo tengo a Paloma entre las amigas que mejor asan el rosbif y también entre los herederos de la estirpe de las personas buenas que me tocan más de cerca. Son gente anónima que hicieron grandes cosas o cosas pequeñas como ayudar a otro o ayudar a muchos, porque sí, sin esperar nada, por empatía y que sólo el azar las ha hecho después, a algunas de ellas, más o menos conocidas, no famosas. Paloma está, para mí, junto a Ángel Sanz Briz, Lola Amparo y Julia Touza, Melchor Rodríguez García o Saturnino Navazo. También junto a los socorristas de Proactiva Open Arms que todos los días están salvando cientos de personas como tú o como yo.
Seguro que Paloma se enfada y dice que sólo quiero hacerle la pelota para que guise otro rosbif en el próximo cumpleaños. Ella quiere seguir siendo anónima, como quisieron serlo en su momento Ángel, Lola, Amparo, Julia, Melchor o Saturnino. Pero no puede serlo. Para todos sus amigos, Paloma es una persona admirable, buena. Cuatro personas, cuatro amigos, hoy están bien y lejos de la guerra, de la muerte, gracias a ella. Además he aprendido a hacer el tabulé a la siria con mucho perejil y mucho limón.
____________________
Proactiva Open Arms es una ONG de socorristas que lleva 8 meses en Lesbos salvando a gente que cruza el mar Egeo huyendo de la guerra. Pronto se estrenará en 100 cines de España el documental solidario “Astral” realizado por el equipo del programa de televisión Salvados y Jordi Evolé sobre el rescate de refugiados en el Mediterráneo.
¿Y quienes son ese tal Ángel Sanz Briz, Lola Amparo y Julia Touza, Melchor Rodríguez García o Saturnino Navazo? Esta vez no escribiré en esta nota aclaración alguna. Si no los conoces indaga, busca sus historias por sus apellidos, merece la pena saber quienes fueron y lo que hicieron. “Dad crédito a las obras, no a las palabras” decía el loco caballero andante. Tal vez deberían tener una calle con su nombre en algún sitio o un lugar en los libros de texto del colegio, ese lugar de la historia de España que deberíamos conocer, entender bien y no olvidar.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agueros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas...
Autor >
Ramón J. Soria
Sociólogo y antropólogo experto en alimentación; sobre todo, curioso, nómada y escritor de novelas. Busquen “los dientes del corazón” y muerdan.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí