Cincuenta años de derbis en el Calderón: pasiones, alegrías y tristezas
Históricos jugadores rojiblancos, como Ufarte, Irureta, Leal, Quique Ramos y Antonio López, rememoran los duelos vividos ante el eterno rival en el medio siglo de vida del feudo colchonero
Ricardo Uribarri 16/11/2016
Manolo, pichichi del Atlético en la 90-91, asistiendo a un compañero durante un derbi contra el Real Madrid
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El Vicente Calderón ha acogido muchos derbis entre los eternos rivales de la capital en sus 50 años de historia. Concretamente, 65. Los ha habido de todas las competiciones posibles: Liga, Champions, Copa, Supercopa y Copa de la Liga con un balance no demasiado bueno para los rojiblancos si tenemos en cuenta que actuaban de locales: 16 victorias, 22 empates y 27 derrotas. En el torneo de Liga se han disputado 48 partidos con apenas 9 triunfos colchoneros. En la competición copera se han jugado 13 encuentros, incluida una final, con cuatro victorias atléticas. Los otros tres resultados positivos para los propietarios del campo se reparten entre los dos partidos ganados en la Copa de la Liga y el de la Supercopa de España de 2014.
Ya desde el principio se vio que el entonces llamado Estadio del Manzanares no se le iba a dar mal al vecino blanco. El primer duelo de rivalidad se jugó el 16 de abril de 1967 y acabó con empate a dos. Cardona adelantó a los locales a los 8 minutos pero Amancio y Veloso le dieron la vuelta al resultado. A tres minutos del final, Adelardo puso las tablas. Aquel día, Otto Gloria formó con San Román, Rivilla, Griffa, Glaría, Martínez Jayo, Colo, Adelardo, Urtiaga, Ufarte, Cardona y Collar.
En los dos siguientes enfrentamientos se registró un nuevo empate a uno y la primera victoria blanca por 0-1. Hubo que esperar a la cuarta visita de los madridistas para que cayera el primer triunfo de los rojiblancos. Curiosamente no fue en la Liga, sino en un partido de Copa. Era la ida de los octavos de final del torneo correspondiente a la temporada 68-69 y el Atleti se impuso por 2-1. Adelantó Gento a los de Chamartín y remontaron Ufarte y Luis Aragonés. En la vuelta hubo empate a cero así que se clasificaron los atléticos.
Uno de los grandes protagonistas de los derbis de aquellos primeros años en el recinto colchonero fue José Armando Ufarte, que le marcó varios goles a los blancos. El gran extremo recuerda que “eran partidos muy igualados, muy intensos. Nosotros teníamos un gran equipo y en el Calderón les ganamos varias veces. Antes los partidos eran mucho más duros, había más patadas. Ahora hay un montón de cámaras, se detecta todo y los jugadores tienen mucha más precaución que en aquellos años”.
Ufarte recuerda: “A mí me solía marcar Pachín y más tarde fue Sanchís. Los dos eran muy buenos defensas y la verdad es que no eran de los jugadores más duros. Ellos intentaban hacer su papel, que era pararme y yo el mío, que era esquivarlos. El que nos creaba más problemas era Amancio, que nos hizo varios goles. Era un gran jugador, una de las referencias de su equipo en aquella época”. El extremo gallego de los merengues marcó en los tres primeros partidos que disputó en el Manzanares.
“En mi época, el gran partido de la Liga era el derbi madrileño. Normalmente nos repartíamos los títulos entre el Real Madrid y nosotros”
Para ver el primer triunfo en Liga del Atleti sobre el Madrid en el nuevo campo rojiblanco hubo que esperar hasta el 15 de marzo de 1970. Fue por un contundente 3-0 con doblete de Luis y un tanto de Gárate, una victoria clave para que los de Marcel Domingo ganaran poco después aquel campeonato. También jugó ese día Ufarte, que explica que “en esos años el gran partido de la Liga era el derbi madrileño. Hay que tener en cuenta que en los 10 años que jugué yo en el Atleti, el Barcelona tan sólo quedó campeón una vez. Normalmente nos repartíamos los títulos entre el Real Madrid y nosotros. Yo fui campeón tres veces de Liga y dos de Copa”.
Puestos a quedarse con un recuerdo de los duelos que vivió, se queda con uno que no tuvo lugar en el Calderón, sino en el Bernabéu. “Fue la victoria que logramos por 0-1 en el año 72 con un gol mío en un partido que nos quedamos con uno menos porque expulsaron a Ovejero y conseguimos aguantar hasta el final”.
Quizá porque no han sido todo lo numerosas que les hubiera gustado a los seguidores atléticos, cada victoria vivida en el Calderón se recuerda de forma especial. Y más si fue con una goleada. Tres veces a lo largo de la historia, el Atleti ha conseguido meterle cuatro goles al rival en partido de Liga en ese campo. La primera fue el 7 de mayo de 1972 y el resultado fue de 4-1 con goles para los locales de Alberto, Adelardo, Gárate y Grosso en propia puerta. Ufarte señala que “en ese momento era impensable que pudiera pasar lo que se vivió años después, que el Atleti estuviera mucho tiempo sin ganar un derbi. Entonces estaban las cosas mucho más igualadas”. De hecho, entre 1967 y 1972, el Real Madrid sólo pudo vencer tres de los 14 partidos consecutivos jugados ante los atléticos, que ganaron cuatro de ellos.
Sin embargo, entre 1972 y 1975 el Atleti no consiguió imponerse en ningún duelo ante su gran rival. Especialmente dolorosa fue la derrota en la final de la Copa del Generalísimo disputada en el ya entonces Vicente Calderón en un partido polémico que acabó con empate a cero y que se llevaron los madridistas desde el punto de penalti. Durante el tiempo reglamentario, a los atléticos le anularon un tanto a Benegas por un fuera de juego posicional de Irureta y en la prórroga no se les concedió un gol fantasma tras un despeje de Miguel Ángel a cabezazo de Becerra que dejó dudas de si llegó a entrar o no la pelota.
“Uno de los recuerdos más tristes de mi etapa en el equipo es la final de Copa que perdimos en 1975 fallando yo un penalti en la tanda en la que se decidió el título”
En la tanda de los lanzamientos de penalti fallaron Irureta y Salcedo por parte atlética y Del Bosque en el bando merengue, lo que propició que el Madrid se llevara el título. Irureta recuerda aquel encuentro “como uno de los recuerdos más tristes que tengo de mi etapa en el Atleti. Era una final de Copa, en nuestro campo y ante el rival más importante. Nos anularon un gol por un fuera de juego mío aunque yo no intervine en la jugada. Fue un encuentro muy igualado, con ocasiones claras para ambos, pero en el que ninguno estuvimos acertados de cara a puerta. Yo fui el primero en tirar el penalti y Miguel Ángel me lo detuvo. Desde que se retiró Luis unos meses antes, yo era el que tiraba los penaltis pero aquel día no tuve la suerte de meterlo y la verdad es que lo lamenté mucho”. Curiosamente, Jabo se vio en una situación similar dos años después en el mismo escenario, jugando ya con el Athletic en una final ante el Betis que también se dilucidó desde el punto fatídico y entonces si marcó su lanzamiento aunque también perdió aquel título.
“Luis me enseñó a tirar las faltas y gracias a un gol que metí de golpe franco les ganamos un derbi”
Aquella racha de malos resultados con el Madrid se acabó el 11 de enero de 1976, con la victoria en Liga por 1-0 gracias a un tanto de un toledano que se formó en la cantera del Atleti y que mostró durante varias temporadas la calidad que atesoraba actuando de centrocampista. Hablamos de Eugenio Leal, el Cheli, que transformó en la primera parte un libre directo superando a Miguel Ángel para dar la victoria a su equipo. “Lo coloqué por fuera de la barrera. El balón tocó en el palo y entró. Es uno de los goles que recuerdo con más cariño porque sirvió para dar una gran alegría a la afición. Tenía un buen maestro en Luis Aragonés para saber cómo tirar las faltas. Él me enseñó como tenía que disparar. Luis ha sido el mejor entrenador que he tenido. En esos partidos no tenía ni que mentalizarnos, no hacía falta que nos dijera nada”.
Leal, que sufrió una lesión importante precisamente en un partido de Copa en el Bernabéu en 1980 que le costó tener que retirarse a los 29 años, tiene claro que “los partidos contra el Madrid nunca han sido un partido más. Por mucho que digan que son tres puntos más, no es así. Son especiales. El Atlético siempre ha querido ganar el Madrid. Podíamos quedar campeones o ser cuartos pero uno de nuestros objetivos era ganarle al Madrid. Era algo importante”. De los duelos que mantuvo con los merengues en aquellos años, recuerda “las peleas que tenía en los partidos con Stielike, en el sentido amplio de la palabra”.
Una lesión le impidió a Leal jugar al año siguiente en uno de los partidos más recordados por la afición. El 2 de enero de 1977, el Atleti comenzaba un año en el que conseguiría su octava Liga goleando al eterno rival por 4-0 con goles dos goles de Rubén Cano, uno magistral de falta de Panadero Díaz y otro de Bermejo. La crónica del día siguiente del periódico ABC decía que “los atléticos, plenos de coraje, entusiasmo y técnica, dieron un auténtico baño a sus contrarios y propiciaron una jornada gloriosa para sus seguidores”. Rubén Cano, autor de muchos goles a los merengues durante los años que estuvo en el Atleti, recuerda que “el primer gol fue un lanzamiento de Aguilar desde el córner al primer palo en el que me adelanté a mi marcador y rematé de cabeza. En el segundo hice dos quiebros a dos rivales antes de tirar fuerte. Creo que no fueron fallos de Miguel Ángel. Esos goles fueron importantes, pero sobre todo porque sirvieron para que el equipo ganara. No es que el Madrid estuviera mal es que nosotros estuvimos muy bien”.
“Siempre hemos tenido al Madrid como enemigo deportivo y cuando llegaban estos partidos no hacía falta que te motivaran”
Cómo ya pasó tras la primera vez que el Atleti le hizo cuatro tantos al Madrid en el Calderón, la de 1972, después de ese 4-0 de 1977 también vino una racha negativa de resultados. Fueron 11 partidos seguidos sin que se registrara un triunfo colchonero, cinco de ellos en el Calderón, con cuatro empates y una derrota. Esa dinámica se rompería el 21 de diciembre de 1980 (las fechas navideñas parece que eran propicias) cuando el Atleti se impuso por 3-1. Marcó Juanito primero para el Madrid pero el gol del empate lo marcó otro canterano rojiblanco, Quique Ramos, de una forma poco usual. “Fue un penalti que tiró Rubio. García Remón rechazó el balón, volvió a tirar Rubio, un defensa despejó, el balón dio en el palo y me llegó a mí, que lo terminé rematando a la red. No fue el único que le hice al Madrid, tuve la suerte de meterle varios en mi carrera”.
Quique reconoce que “siempre hemos tenido al Madrid como enemigo deportivo y cuando llegaban estos partidos no hacía falta que te dijeran nada en los días previos. Ya estábamos todos muy preparados y mentalizados. Los que nos hemos criado en la cantera atlética tenemos un sentimiento que lo llevamos dentro. Los extranjeros también se dejaban llevar por la importancia del encuentro pero los de casa teníamos ese plus de querer ganarlos”.
El lateral-interior zurdo coincide con Ufarte en que los partidos de antes “eran mucho más duros que los de ahora. Tú recibías, mordías los dientes y mirabas el número. Y si podías se la devolvías más tarde. Aguantabas todo. Ahora se tiran enseguida”.
Al año siguiente, en la campaña 81-82, se jugó en el Calderón un derbi que dio mucho que hablar y que fue muy polémico. El Atleti ganaba por 2-1 y a falta de pocos minutos, el colegiado, Urizar Azpitarte, pitó un discutido penalti que transformó Stielike. En la jugada posterior señaló una nueva falta dudosa a favor de los blancos que supuso el 2-3. En los últimos instantes expulsó a Arteche y Marcos en el bando local y a Pineda en el visitante. Quique considera que “son partidos especiales y por ello tienen una connotación de cosas que suceden que la mayoría de las veces nos perjudicaron. Por eso teníamos tantas ganas de ganarlos”.
También le metió dos goles Quique Ramos al Madrid en el Calderón en el primero de los dos enfrentamientos que tuvieron los dos equipos en la Copa de la Liga (competición que se jugó en los años 80). En la temporada 83-84 los rojiblancos eliminaron a los blancos gracias a imponerse por 3-2 en la vuelta, y en la 84-85 perdieron la final del torneo pese a ganar el primer partido, también por 3-2, ya que cayeron en el feudo merengue por 2-0.
Muy celebrado asimismo fue un triunfo ante los blancos en una semifinal de la Copa del Rey de 1987, en la que el Atleti se impuso por 2-0 en el choque de vuelta con goles de Uralde y Marina, ya en la segunda parte, con los que les dio la vuelta a la derrota por 3-2 sufrida en el Bernabéu y logró clasificarse para la final de aquel año. La Copa volvería a sacar una sonrisa a la afición colchonera en 1991 ya que, entonces en octavos de final, el Atleti eliminaba al Madrid con un gol de Donato en el partido de vuelta celebrado en el Calderón. Aquella edición la ganaría el Atleti tras vencer al Mallorca en la final.
Fueron años en los que a los del Manzanares se le dio mejor el Madrid en los torneos coperos que en la Liga, donde quitando un triunfo por 1-0 en 1984 gracias a un gol de penalti transformado por Hugo Sánchez, no volvió a lograr otra victoria hasta 1992. De nuevo, con Luis Aragonés en el banquillo, el Atleti se impuso el 4 de enero (otra vez en Navidad) por 2-0 con un tempranero tanto de Vizcaíno y uno en la segunda parte de Manolo. No sería, por cierto, la única victoria rojiblanca aquel año ante el eterno rival. Meses más tarde llegaría la recordada final de Copa en el Bernabéu con los goles de Schuster y Futre.
Una vez más, un triunfo atlético vino seguido de una larga sequía de victorias. En este caso, duró nada menos que siete años y 15 derbis, hasta que el 12 de junio de 1999 y con los colchoneros sumidos en problemas clasificatorios tras una penosa racha en la segunda vuelta de la Liga (habían ganado sólo un partido), se impusieron por 3-1 al Real Madrid en la penúltima jornada del campeonato con goles de José Mari, Lardín y Juninho.
De nuevo se cumplió la maldición y con descenso a Segunda por medio, llegó la peor racha histórica de resultados del Atleti ante el eterno rival. Desde que el 30 de octubre de 1999 se impuso por 1-3 en el Bernabéu en la gran noche de Hasselbaink, tuvieron que pasar más de 13 años y 25 derbis para que los rojiblancos volvieran a cantar victoria ante el eterno enemigo deportivo. La racha se quebró en un gran día, la final de Copa de 2013 celebrada en el Bernabéu, pero por medio hubo muchos años de sinsabores.
A uno de los que le tocó vivir aquella etapa fue a Antonio López, el que fuera capitán atlético muchas temporadas. Curiosamente, él sí que pudo ganar al Madrid cuando estuvo cedido en el Osasuna, con un 0-3 en el Bernabéu, pero nunca lo logró en sus ocho temporadas de rojiblanco. “En muchas ocasiones jugamos mejor que ellos, pero unas veces por los árbitros y otras por nosotros no pasábamos del empate. Fue algo inexplicable. Hubo partidos que se veía que éramos superiores pero el marcador reflejaba otra cosa y se llevaban los partidos”.
Es cierto que la situación de ambos equipos en esos años era distinta a la actual y eso pudo tener su influencia. “El Atleti se estaba recuperando poco a poco de haber bajado a Segunda. Fueron unos años de adaptación en los que se fueron dando pasos. Primero la Intertoto, luego clasificarnos para la Europa League y finalmente disputar la Champions. El Madrid tenía un presupuesto infinitamente mayor que el nuestro”.
Aquella mala racha se pudo romper el 24 de febrero de 2007 en un partido que muchos recuerdan aún. Ese día, Fernando Torres marcó por fin en un derbi adelantando al Atleti en un Calderón enfervorecido. Los de Aguirre eran mucho mejores y marcaron un segundo gol por medio de Perea que el árbitro, Daudén Ibáñez, anuló. Protagonista de esa jugada fue también Antonio López. “Fue una falta que yo lancé desde la banda derecha. El balón fue directamente al palo y Perea recogió el rechace y marcó. Sin embargo, el asistente levantó el banderín señalando fuera de juego”. Las imágenes de televisión demostraron el error del colegiado en una acción en la que al mismo tiempo, Emerson cometía penalti sobre Agüero. “Por unas cosas o por otras sí que es cierto que en esa época la suerte no estaba de cara con nosotros. Muchas veces nos marcaron al principio de los partidos y ya se ponía cuesta arriba. El recuerdo que tengo es que los jugadores se dejaban el alma y que la afición nos animaba sin parar”.
“Es un encuentro muy emotivo. En la semana previa no paras de pensar en él y lo único que quieres es que empiece ya para ganar y darle una alegría a la afición”
El lateral alicantino también es de la opinión que “un derbi no es un partido más y menos para los jugadores que son del Atleti de corazón. Es un partido muy emotivo. En la semana previa no paras de pensar en él y lo único que quieres es ganar para darle una alegría a la afición”. ¿Cambiaba un capitán, como Antonio López, el discurso previo a sus compañeros cuando se enfrentaban al Real Madrid respecto a lo que decía en otros partidos? La respuesta es contundente. “En esos partidos no hace falta ni discurso. Está la gente tan motivada, con tantas ganas de que empiece el partido, que no necesitas decir nada. Todos están deseando que llegue ya y que ruede el balón”.
Antonio reconoce que ahora siente “envidia sana al ver las victorias del Atleti ante el Madrid. Tengo muy buenos amigos en la plantilla y me alegro por ellos, por el club, por la afición y por mí mismo, que soy atlético”.
Alguna vez se tenía que acabar aquella dinámica tan nefasta para los colchoneros. Tuvo que llegar Simeone para que la historia cambiara. Y lo hizo el 17 de mayo de 2013, cuando el Atleti le ganó la final de Copa al Madrid en el Bernabéu. Desde entonces, se han enfrentado 16 veces con seis victorias atléticas por cuatro del Madrid y seis empates.
Es verdad que en este lapso de tiempo se perdieron dos históricas finales de Champions que los rojiblancos tuvieron muy cerca, pero el Atleti se ha convertido en un serio rival para los blancos, a los que ha ganado títulos, a los que ha vencido tres temporadas consecutivas en el Bernabéu en Liga, algo que nadie había conseguido hasta ahora, y a los que le volvió a meter un 4-0 en el Calderón en otro partido para el recuerdo, jugado el 7 de febrero de 2015, gracias a los goles de Tiago, Saúl, Griezmann y Mandzukic. Ese día es el mejor recuerdo que conserva de este tipo de duelos el hombre que ha heredado el brazalete, Gabi, que explica que “además del resultado que conseguimos fuimos muy superiores en el campo. Fue el partido más bonito de vivir”.
Después de 50 años en los que el recinto rojiblanco ha sido testigo de alegrías, decepciones, pasiones y polémicas, el mejor resumen de lo que supone este tipo de partidos, el más disputado en la historia del fútbol español con 269 encuentros, lo ofrece el actual capitán colchonero: “No hace falta explicar lo que significa un derbi para el Atlético, para el Madrid, para la ciudad e incluso el país. Es especial y el de esta temporada, por ser la última del Calderón, más todavía”.
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CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agueros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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