1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Periodismo blow job

Cualquiera tiempo pasado fue peor

Pilar Ruiz 11/01/2017

<p>Banksy-Follow your dreams</p>

Banksy-Follow your dreams

Widewalls

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“La diferencia entre ricos y pobres vuelve a ser tan grande como hace casi un siglo. Piense usted que en Estados Unidos, en los años sesenta, el director ejecutivo de una corporación cobraba doce veces más que el empleado medio. En el año 2000, la diferencia era de 531 veces. El 1% de la población de EEUU se ha apropiado del 93% de la riqueza creada desde que estalló la crisis financiera, mientras que el resto de la población se ha distribuido apenas el 7%. Este es el mundo en el que vivimos: riqueza para muy pocos, austeridad para la mayoría. Y lo que es peor, no tenemos ni idea de cómo acabar con esa tendencia.”

Zygmunt Bauman, en 2013

Es ya tradición que al final de cada año y comienzos del siguiente proliferen artículos y crónicas que resuman algún aspecto de ese tiempo supuestamente pasado. Imposibles contenedores, suelen reflejar perspectivas sucintas de una realidad estática (que no líquida: Bauman in memoriam) algunas veces forzada y retorcida en posturas propias de un saltimbanqui del Circo del Sol. Léase como ejemplo “Las paradojas del progreso: datos para el optimismo” (El País. Kiko Llaneras, Nacho Carretero, 30-12-2016) donde se afirma que “a pesar de que los políticos populistas se aprovechan del pesimismo de la población, estamos mejorando en casi todos los parámetros”.

Documentado y colmado de datos y gráficos, este artículo ha tenido una gran difusión entre algunos periodistas y medios de corte liberal, en el sentido ultramoderno del término.

somos más críticos, mucho menos tolerantes ante los errores e injusticias del sistema. Nunca antes la humanidad había sido tan exigente consigo misma

“El científico cognitivo y profesor de Harvard Steven Pinker es uno de los autores que han aportado más datos en defensa de esta tesis. Su libro Los ángeles que llevamos dentro trata de demostrar que vivimos en la época más pacífica y próspera de la historia. “La gente a lo largo y ancho del mundo es más rica, goza de mayor salud, es más libre, tiene mayor educación, es más pacífica y goza de mayor igualdad que nunca antes”, señala Pinker en El País. “Todas las estadísticas señalan que mejoramos. En general, la humanidad se encuentra mejor que nunca”. Si los datos muestran mejora, ¿por qué existe la percepción de que empeoramos? Hay muchas respuestas. Todas correctas y ninguna completa. La primera es que somos más críticos, mucho menos tolerantes ante los errores e injusticias del sistema. Nunca antes la humanidad había sido tan exigente consigo misma. (...) La percepción, el poso final que queda por culpa de estas tragedias, es que hemos alcanzado cotas de horror inéditas. Los datos —que dicen lo contrario— quedan sepultados bajo la oleada de malas noticias. A todo esto cabe sumar otro factor: la nostalgia. (...) Quizás lo que añoramos no es el mundo de nuestra juventud sino nuestra juventud misma.”

La errónea percepción de que el mundo va mal es, según esto, culpa de las redes sociales –no podía ser de otra manera-- y, atención: el sentido crítico de los ciudadanos y su nostalgia. O sea: nuestra. La exhibición de tanto dato y estadística para concluir con explicaciones fútiles o poco rigurosas  nos lleva a sospechar que la intención final del artículo y de sus autores, quizá con esa inocencia propia de los optimistas, sin mala fe, sea poner en bandeja a algunos malintencionados las balas para pegar unos tiros a la ya casi cautiva y desarmada idea de progreso humano; la de toda la vida. Dicho a la “manriquiana” manera, aunque inversa: cualquiera tiempo pasado fue peor y vivimos en el mejor de los mundos, donde debemos confiar en la natural bondad del devenir de la Historia y vivir el presente en una cómoda espera hacia el futuro esplendoroso en el Cielo del Eterno Progreso. Un Progreso alcanzado de una manera indolora y como por generación espontánea. Fuera rebeldías: Tout va bien.

“Somos más libres que nunca antes y también más impotentes que en ningún otro momento. Sentimos la desagradable experiencia de ser incapaces de cambiar nada” (Bauman en 2014).

Es curioso que algunos de los medios y periodistas abonados durante los no muy lejanos tiempos pasados a la propagación de la idea de la “incertidumbre” política, del desastre económico fruto del “ascenso de los populismos” y la amenaza global del terrorismo, se hayan convertido en profetas del happy flower, antes tan criticado por irresponsable y buenista. Parece que 2017 se inaugura declarando una nueva guerra (dialéctica: de las otras ya tenemos suficientes) librada entre los estilosos del flow  y los cenizos rancios; entre lo trendy y lo caduco, el futuro brillante y el pasado lúgubre. Una nueva raza de opinadores, la de los conservadores autodenominados progresistas –neo todo--, ha dejado de lado la moda pesimista y abrazado como un must la nueva tendencia del optimismo, quizá después de haber leído algún libro de autoayuda o un meme de Paulo Coelho. (¡Ese título de “Los ángeles que llevamos dentro”!).

Así las cosas, quizá el artículo de marras contenga un poco de juego de manos tipo tahúr del Missisipi. ¿Cómo no reconocer que los europeos estamos mejor ahora que en el siglo de la peste negra? O, sin ir tan atrás montados en la máquina de H.G Wells, ¿alguien querría bajarse en 1936? ¿O en cualquier fecha entre 1938 y 1945? Desde luego que las condiciones de vida en el mundo han mejorado: resulta de una obviedad sonrojante declararlo de forma tan altisonante. Sobre todo, habría que preguntarse cómo y por qué se alcanzaron esas mejores condiciones generales y si está puesto en discusión, por qué y por quienes.

En España, a diferencia de otros lugares, no se ha progresado todo lo deseable, sino más bien lo contrario, aunque sea debido a “alteraciones puntuales”

A pesar de su optimismo refulgente, en el artículo hay algunas excepciones: en España, a diferencia de otros lugares, no se ha progresado todo lo deseable, sino más bien lo contrario, aunque sea debido a “alteraciones puntuales”.

“En España parece aventurado decir que vivimos mejor que en el año 2005. Este país atraviesa la crisis más grave en décadas y ha retrocedido en los últimos años debido al bache económico. Pero eso no implica que, en términos generales y a largo plazo, estamos empeorando. El PIB por habitante está al nivel de 2004. Pocos indicadores nos han devuelto más allá de 2000 y muchos no han dejado de mejorar. Se trata de alteraciones puntuales —que provocan sufrimiento a miles de individuos, claro—, pero que forman parte de un proceso que abarca siglos.”

“España, el segundo país de Europa con mayor número de pobres”

“Un 13,2 por ciento de los trabajadores era pobre en 2014.”

(Diario 16, 26-12-2016)

“Más de tres millones de trabajadores están atrapados en un bucle que alterna empleo precario y paro” (InfoLibre, 26-12-2016)

“Luis de Guindos: “El núcleo de la reforma laboral no se puede modificar”

(El País, 1-1-2017)

“El precio de la luz sube un 32% en enero tras dispararse en el mercado mayorista”

“El parón de 21 de las 58 nucleares francesas y el desplome de las renovables vaticinan nuevas subidas”

(Levante, 10-1-2016)

“La ministra de Sanidad admite que estudia subir el copago farmacéutico a los jubilados que más ingresan”

“Dolors Montserrat aclara que no está en la agenda retirar el copago”

(El País, 10-1-2017)

“El rescate bancario ha consumido ya la mitad del dinero público comprometido: 60.718 millones de euros”

(eldiario.es, 10-1-2017)

Entendemos que la estadística del jolgorio tampoco va con los sirios ni los yemeníes, por ejemplo. Serán también “alteraciones puntuales”. En entrevista con Carlos Alsina en Más de uno (Onda Cero) uno de los autores admite que en el texto han olvidado citar algunos datos importantes, como el asuntillo ese del cambio climático, para algunos apocalípticos más peligroso que todos los terroristas del mundo juntos y sobre el cual un pesimista como Zygmunt Bauman tiene algo que decir: “Hoy por hoy estamos ya consumiendo el equivalente a un planeta y medio. Al ritmo actual, a mediados de siglo nos harán falta de cuatro a cinco planetas para mantener nuestro estilo de vida. Espero que seamos capaces de reaccionar antes de llegar a ese extremo.”

Si compartimos la inocencia primigenia de los autores dedicados a la humanitaria actividad de alegrarnos la vida, nunca sospecharemos que estén tratando de crear un clima de opinión adverso a quejas

Por supuesto, esta repentina proliferación de declaraciones optimistas aliñadas con estadísticas seductoras carece de intención “ideológica” –palabra con gran futuro, se verá--. Si compartimos la inocencia primigenia de los autores dedicados a la humanitaria actividad de alegrarnos la vida y llenarnos el bolsillo de esperanza, nunca sospecharemos que la línea editorial de sus respectivos medios esté tratando de crear un clima de opinión adverso a quejas, proclamas, manifestaciones, algaradas callejeras o utopías fantasiosas. Ni falta que hace, que ya sabemos todos cómo acaban esas ocurrencias.

Sí, vivimos en el mejor de los mundos en el mejor de los tiempos, pero no por lo que los fans del optimismo calculado creen. Como rezaban las viejas pintadas en los muros ochenteros: “No hay futuro a menos que crees uno”.

“Mi tesis, cuando estudiaba, fue sobre los movimientos obreros en Gran Bretaña. Para mi sorpresa, descubrí que hasta 1875 no se mencionaba que estaba teniendo lugar una revolución industrial, había sólo informaciones dispersas. Que alguien había construido una fábrica, que el techo de una fábrica se hundió… Para nosotros es obvio que estaban en el corazón de una revolución, para ellos no. Es posible que cuando entreviste a alguien dentro de 20 años le diga: cuando fue a entrevistar a Bauman a Leeds estaban en medio de una revolución y usted le preguntaba a él por el cambio.”

Zygmunt Bauman para MAGAZINE. (2-11-2104)

“La diferencia entre ricos y pobres vuelve a ser tan grande como hace casi un siglo. Piense usted que en Estados Unidos, en los años sesenta, el director ejecutivo de una corporación cobraba doce veces más que el empleado medio. En el año 2000, la diferencia era de 531 veces. El 1% de la población de EEUU se...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Pilar Ruiz

Periodista a veces y guionista el resto del tiempo. En una ocasión dirigió una película (Los nombres de Alicia, 2005) y cada tanto publica novelas. Su último libro es "La Virgen sin Cabeza" (Roca, 2003).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

3 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Luis

    Los que habéis opinado antes... ¿habéis entendido el fondo del artículo? No se trata de un artículo de academia económica en la que se discutan baremos e índices, sino de lucha ideológica: la contraposición entre el "todo va bien y si algo va mal es una anomalía histórica que en nada se solucionará, tranquilos" y la idea de un mundo crítico en el que el futuro, mejor o peor, se crea cada día, no desde la comodidad, sino desde la vigilancia. La primera postura, de complacencia, encuentra cada vez más eco desde ciertos sectores ideológicos y pretenden transmitir la idea de que este es el mejor de los mundos hasta ahora, que las desgracias son, como mucho, locales y relativas. Esa ideología es un billete de primera fila para el desastre, ejemplificado especialmente en el caso del cambio climático y la aparente apatía de la Humanidad entendida como conjunto para afrontarlo de una manera mínimamente seria o eficaz. ¿Hay indicadores de mejora de las condiciones de vida? Hay algunos que apuntan en esa dirección, si cogemos largos periodos de tiempo. ¿Se deben a seguir políticas como las de ahora? Eso es lo que cuestiona el artículo. ¿Hubo progreso desde 1300 hasta 1939? Seguramente sí. ¿Significa eso que el estado del mundo en el 39 era el mejor posible y prometía un futuro feliz o que el cuestionamiento de la idea de progreso debiera ser calificado de estúpido en ese momento? Imagino la respuesta.

    Hace 7 años 2 meses

  2. Marga

    El artículo de Pilar Ruiz es pobrísimo. Malísimo. Lleva el ascua a su terreno, esto es: la situación catastrófica de España (al no tener argumentos con que contrarrestar los datos acude a titulares de distintos medios -ni siquiera es capaz de enlazar al grueso de la noticia o a estudios globales- y a llamar fachas ("conservadores") a los que no piensan como ella). Lo que ella critica hace referencia a la tendencia mundial de mejora de los niveles socioeconómicos. Y esa tendencia es un hecho. Los datos están ahí para el que quiera leerlos. Y eso no tiene nada que ver con seguir luchando por mejorar el mundo ni denunciar lo muchísimo que sigue funcionando mal en este mundo.

    Hace 7 años 2 meses

  3. karlggest

    Hola. Este artículo recuerda a los argumentos generales de los negacionistas del Calentamiento Global. En el último ejemplo, Trump aludía "a las nevadas". Aludir a Europa o USA para cuestionar o validar la hipótesis de un supuesto progreso global es chovinista. La pregunta no es si los españoles están mejor con Rajoy que con Zapatero: ni siquiera si a ingleses y europeos les sentará bien la separación política: se trata de dilucidar, o argumentar, si en todo el mundo existe dicha mejoría. Tampoco es requisito que el progreso sea constante. Puede haber altibajos, que pueden ser compensados entre sí tanto por las diferencias temporales como geográficas con las que suceden. Naturalmente, no significa que la hipótesis sea cierta. Pero sí significa que en el artículo no hay ningún argumento real que la cuestione. Digámoslo otra vez: el mundo no es España, USA y poco más. Salud!!

    Hace 7 años 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí