1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Tribuna

El PSOE y la pieza que falta

A la oferta de diálogo ha de sumarse el ofrecimiento de una negociación plausible sobre un referéndum pactado y legal

José Antonio Pérez Tapias 23/09/2017

<p>JR Mora</p>

JR Mora

JR Mora

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Estamos produciendo una serie de entrevistas en vídeo sobre la era Trump en EE.UU. Si quieres ayudarnos a financiarla, puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

 

Las contradicciones, cuando son profundas, se presentan como preámbulos de una situación trágica: lo necesario es imposible. El PSOE, y el PSC con él, está precisamente en una grave contradicción, pues reconoce que la seria crisis del Estado reclama el diálogo como vía de solución, pero a la vez está suscribiendo, tal como ocurren las cosas de hecho, el clásico dicho “fiat iustitia et pereat mundus”: hágase justicia y que el mundo perezca. No hace falta decir que es lema justiciero que supone una tal idea de justicia que es impracticable en política. Es la mentalidad justiciera que remite a aquella violencia divina de la que hablaba Walter Benjamin, recordando al iracundo Dios capaz de castigar a los humanos con toda la fuerza de su omnipotencia. No necesitamos los criterios de tan inhumana justicia, sino los de una justicia, quizá menos perfecta, pero capaz de acompasarse con el diálogo que permita acordar vías para superar lo injusto. Esto es, vías para evitar la tragedia y transitar hacia un buen desenlace de lo que verdaderamente es un drama.  

No hay manera, al parecer, de reconducir las secreciones de los respectivos patriotismos, exponentes de una visceralidad en la que las emociones desplazan a las razones

Ocurre, sin embargo, que el drama que se vive en Cataluña, y en el que todos estamos involucrados desde el resto de España, es tan malo que no da para tragedia. Y eso que, tomando como referencia el 1 de octubre próximo, fecha de lo que se anunció como pretendido referéndum, apunta a un final desastroso. El guión, aparte de no presentar ingredientes para función catártica alguna, no responde a la visión de un destino ineluctable, sino, por el contrario, a lo que ha podido ser vislumbrado desde mucho tiempo atrás como chapuza previsible. Lo confirman los dos coros enfrentados que no dejan de vociferar, elevando cada uno el tono de las acusaciones que dirige al otro, con palabras gruesas que no hacen sino calentar el ambiente para que el público, abocado a dividirse en dos bandos enfrentados, haga inmersión en el espectáculo que a todos arrastra: “sedición”, “golpe de estado”, gritan quienes se autoubican al lado de la Constitución; “represión”, “liquidación de la democracia”, claman los que se presentan como adalides del referéndum proindependentista. No hay manera, al parecer, de reconducir las secreciones de los respectivos patriotismos, exponentes de una visceralidad en la que las emociones desplazan a las razones.

El coro independentista, lanzado a tumba abierta hacia un referéndum que, como tal, es imposible, se halla metido en una vorágine autopropulsada que, desde la barrida de la decencia democrática en el Parlamento catalán, le lleva a no poder detenerse, por más que la racionalidad política lo aconseje, máxime si los enfervorizados apoyos que el Govern de la Generalitat ha concitado empujan irremisiblemente hacia adelante mientras no encuentren un buen motivo para frenar. Porque las medidas punitivas desde el sistema judicial y el mismo Tribunal Constitucional, o las decisiones fiscalizadoras y obstruccionistas del gobierno del Estado, pueden impedir el referéndum, pero no pueden detener el “procés”. Es más, lo incentivan por cuanto activan los resortes de un sentir colectivo de humillación que a las pasadas causas de agravio añade las expresiones de desprecio que desde las instituciones del Estado llegan a la ciudadanía catalana, que así se siente maltratada.

El coro que a sí mismo se considera constitucionalista, ignorando elementales nociones de psicología social y sin idea, al parecer, de lo que el filósofo alemán Alex Honneth llama la “gramática moral” con la que se escriben y leen los conflictos sociales, no deja entre sus voces ningún hueco para oír los mensajes que llegan desde Cataluña. Bien es cierto que es correcto hacerse cargo de la difícil situación de quienes en el seno de la realidad sociopolítica catalana mantienen –muchos alcaldes y alcaldesas de modo especial-- su lealtad a la Constitución y, con ella, a las instituciones del Estado, sustrayéndose a la presión del independentismo, no fácil de soportar en muchos contextos. Pero, dicho eso, obligado es reconocer que de forma un tanto ingenua, cuando no frívola, se despachan manifestaciones de cientos de miles de ciudadanos a las que no se pasa de considerar expresiones de algarabía callejera –algo que frecuentemente ocurre en regímenes autoritarios, cuando no en sistemas dictatoriales--. Una escasa sensibilidad democrática, que no tiene por qué ir aparejada a la defensa del principio de legalidad, no considera en absoluto relevante lo que supone para una comunidad política o, al menos para un importante sector de la misma, ver a cargos públicos detenidos o a sus propias instituciones avasalladas. Es por tal desprecio por lo que se redunda en tener perdida la batalla mediática, trascendiendo al ámbito internacional una construcción del relato acerca de los hechos en la que gana terreno la versión del independentismo en torno al referéndum impedido y al ejercicio del voto cercenado.

Puigdemont, desde la presidencia de la Generalitat, y Junqueras con ERC en la dirección de orquesta, secundados por un PDeCat venido a menos y azuzados por una CUP subida a más, no están dispuestos a prescindir de las máscaras de su papel. El PP desde el gobierno del Estado, apoyado por el PSOE y con el enardecido discurso de sus subalternos de Ciudadanos, nada quiere saber de ceder ni un milímetro en la estrategia de aplicar la ley hasta dónde ésta permita hacerlo. De suyo, no importa dar rodeos incluso para sortear la ley y llegar hasta donde ésta puede apuntar, pero sin pasar por los trámites parlamentarios establecidos, como es el caso al pretender conseguir de tal guisa el objetivo que supone la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir o suspender las instituciones de la comunidad autónoma en su normal funcionamiento. El papel de duros, encarnando una posición fundamentalista de “la ley por la ley”, que es la que hace que lo que habría de ser tarea política insoslayable de búsqueda de soluciones se vea suplantada por “externalización” de servicios a cargo de los jueces –así reconocido por el primer secretario del PSC--, resulta de tal modo asumido que en la representación del mismo nadie quiere quedarse atrás para no verse acusado desde el lado españolista de una tibieza que, supuestamente, se pagaría cara ante el electorado.

¿Mediación del PSOE?

Parece que es muy compartida la consideración de que el PSOE, si no se pegara tanto a la rueda de Rajoy por mor de la defensa del orden constitucional, podría jugar un papel de mediación en el enconado conflicto en que estamos metidos. Eso quiere decir que se toma en serio la invitación socialista al diálogo de las partes, de la misma manera que se aprecia positivamente la propuesta ampliamente suscrita en el Congreso acerca de la comisión de estudio para la evaluación y modernización del Estado de las autonomías –ronda la pregunta de si será o no trampolín adecuado para la reforma federal del Estado autonómico-. No obstante, es más que llamativa la abierta coincidencia de los partidos del ideológicamente –es decir, interesada y espuriamente-- denominado “bloque constitucionalista” al solaparse literalmente sus discursos diciendo de cara al independentismo catalán que habrá diálogo cuando desde el gobierno y el parlamento de Cataluña se vuelva al respeto a la legalidad. Es lo que se plasma cuando “se exige” al Gobierno y Parlamento de Cataluña que retiren la convocatoria del referéndum anunciado, de tal modo que cuando se vea satisfecha esa exigencia entonces podrá haber diálogo.

No deja de ser sorprendente una “exigencia” de diálogo que es completamente unilateral, pareciendo por ello una orden que aspira a que sea cumplida como total rendición de aquéllos a quienes va dirigida. Se insiste, pues, en la humillación

No deja de ser sorprendente una “exigencia” de diálogo que es completamente unilateral, pareciendo por ello una orden que aspira a que sea cumplida como total rendición de aquéllos a quienes va dirigida. Se insiste, pues, en la humillación, no reparando en que no hay nada peor que ella, ya que, cuando es colectiva, de inmediato la reacción se expresa como reforzamiento del rechazo por parte de quienes se ven ofendidos. No hay ofrecimiento de diálogo en serio si no se contemplan las condiciones realmente existentes para el mismo, de forma que por ello, de entrada, se consagra una asimetría que hace del diálogo una tarea inviable. Y, concretamente, lo dificulta pretender dialogar sin ofrecer una salida airosa a aquellos a los que, estando en posiciones contrarias, se invita a dialogar.

En el caso que nos ocupa, no hay salida posible del conflicto si no se formula una propuesta creíble como oferta en un proceso dialógico en el que por las dos partes algo se ha de ceder. Ante la inminencia del día señalado para el referéndum o, en su defecto, para una movilización social de imprevisibles consecuencias, la oferta que entrañe para el independentismo una salida aceptable no puede ser una comisión que tardará un tiempo en constituirse y otro lapso mucho más dilatado en alcanzar alguna conclusión. Esto es, a la oferta de diálogo, sin el tono autoritario de una exigencia, sino con el tono sugerente de una invitación, ha de acompañar en buena lógica el ofrecimiento de una negociación plausible sobre un referéndum pactado y legal. Ello debe plantearse con total seriedad y pleno compromiso, única manera de disipar las dudas que el pasado arroja sobre eso, dado que el mismo PSOE nunca ha aceptado negociar en serio un referéndum y ahora lo vuelve a rechazar bajo capa de que eso quebraría la unitaria soberanía nacional sobre la que se sostiene el Estado español.

Así, pues, un concepto mitificado de soberanía, como bloque compacto del que ningún pedazo se puede desgajar, lastra hasta hundirla, hasta ahora, la posibilidad de un punto de encuentro en torno al referéndum necesario. Recordemos que más allá de la ciudadanía catalana expresamente adherida al independentismo –hasta este momento entre 40% y 45%-, alcanza un 80% de la misma la que quiere pronunciarse sobre las formas de relación de Cataluña con el Estado. Viéndose éste fuertemente deslegitimado en esa comunidad del Estado español, es por ella por donde hay que empezar recomponiendo la legitimidad del procedimiento a seguir para salir de la crisis y, en su momento, para proceder a la reforma constitucional de todo punto insoslayable –de suyo, dada la envergadura de la crisis, habría de tratarse de proceso constituyente-.

Si PP y Ciudadanos están lejos de aceptar un referéndum pactado en Cataluña, el PSOE debe desmarcarse de esa posición y empeñarse en ofrecer una alternativa real al dilema en que nos hallamos entre secesión e inmovilismo. Si hoy esa propuesta la sostiene también Unidos Podemos, mejor que mejor. ¿Por qué no compartirla, si esa coalición ha aceptado estar en la comisión promovida por el PSOE, y si desde el PSC ya se propugnó hace años el derecho a decidir en una consulta legal? A la oferta de diálogo con el independentismo, en tiempo ya de descuento en medio de la incontrolable espiral que conduce al 1 de octubre, le falta la pieza de un referéndum pactado para ser creíble y, por tanto, susceptible de ser acogida. El PSOE, si quiere además salvar su papel a la vez que tanto habla de hacer “política de Estado”, ha de saber que todo indica que de esa pieza depende el futuro del Estado español. ¿No se dice, por lo demás, que éste es fuerte como para impedir el referéndum ilegal convocado y frenar al independentismo? Pues que esa fuerza se aplique con la generosidad de quien puede serlo hasta el punto de “no responder a la injusticia con la injusticia” –ésta es la justicia que necesitamos--, como señalaba aquel sabio que era Sócrates, según nos cuenta Platón. Aquí no gana nadie si no nos convencemos entre unos y otros.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

José Antonio Pérez Tapias

Es catedrático en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada. Es autor de 'Invitación al federalismo. España y las razones para un Estado plurinacional'(Madrid, Trotta, 2013).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

9 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. oh!!

    despues de escuchar en youtube y el face del psoe la comparecencia de sanchez en la reunion interpalamentaria del grupo parlamentario socialista, https://www.youtube.com/watch?v=LHlbMjO761M, me ratifico en que no hay nada mas potable, coherente y viable a dia de hoy en el horizonte que la propuesta socialista, incluida una revisión de la actualidad en materias de todo tipo,. Cuestiona seriamente sin “gruesadas” ni "enmierdes" innecesarios al pp, fiscal, cs , podemos y catalanes, y prueba de que tiene enjundia es que solo parcialmente se hace eco la prensa, con titulares sesgados y las teles del espectáculo, no vi tv, a3 ni t5, pero me temo que por el estilo, siendo llamativo pero no inesperado el silencio del “país”. Un lujo para el que España no se si estara preparada, no se hizo la miel pa la boca del asno, cosa que ya le paso a zapatero.

    Hace 7 años 1 mes

  2. que ye oh!

    pues yo creo que el psoe y sanchez hasta el momento en este tema estan en el lugar que les corresponde, y su discurso el mas coherente y viable por goleada.

    Hace 7 años 1 mes

  3. Pepe Grilo

    #2 joseluis Los españoles deberíamos votar, sí, pero no en la cuestión catalana, que debe ser el reflejo de la voluntad de un pueblo sobre su pertenencia o no a una organización estatl superior, sino sobre la forma política que deseamos para nuestros estado, es decir, Monarquía o República.

    Hace 7 años 1 mes

  4. Pepe Grilo

    Tras una prmera parte de diagnóstico, en nuestra opinión incorrecto porque olvida que de esas dos partes formamos partido otros a los que nos mueven diferentes razones (como la impugnación pura y dura del Régimen del '78), se ha de reconocer que Tapias, en la segunda parte, ofrece una puerta abierta al diálogo y la coherencia. Pero es preciso recordar lo primero: que aquí hay dos bloques, los que no quieren que nada cambie y sigamos perviviendo en un estado corrupto y nada democ´ratico (PPSOE) y los que quieren (independencia o no) que se ponga fin al franquismo de una vez por todas.

    Hace 7 años 1 mes

  5. Mentalmente

    Hay una solución si todos menos los independentistas se ponen del lado del gobierno. Así es como se hace frente al independentismo, que no tiene razón de ser, y no merece respeto alguno cuando corrompe las instituciones autonómicas del estado.

    Hace 7 años 1 mes

  6. jose luis

    Yo no soy catalán, soy español y quiero votar. ¿Podríamos votar los españoles?

    Hace 7 años 1 mes

  7. Ludovico Luso

    Chapó Maestro. Pena que tanta sensatez no prospere.

    Hace 7 años 1 mes

  8. Ni pa tí, ni pa mí

    Le respeto mucho Profesor Pérez Tapias y siempre leo con atención sus escritos, que muchas veces comparto, pero desafortunadamente su partido no. El P$0€ es cómplice de esta situación porque es parte importante de este podrido Régimen (monárquico pero con "sensibilidad" republicana - PSOE Dixit-), ha gobernado durante muchos años (y con todos los colores incluído el PPodrido en Euskadi y/o Navarra). P.D. El "nuevo" P$0€ no sé como va a salir de esta.

    Hace 7 años 1 mes

  9. explorador

    Se puede hacer la oferta de, si sale el sí, formar de inmediato una Confederación.

    Hace 7 años 1 mes

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí