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La contemplación del intercambio de burofaxes surrealistas entre el Gobierno de España y el de Cataluña en plena crisis de Estado es el mejor reflejo de la puerilidad que aqueja a la política española. Se trata de un perfecto diálogo de besugos, que nos recuerda que aquí los problemas serios se tratan como nimiedades y las nimiedades se convierten en grandes problemas. Todos vimos lo que sucedió en la comparecencia de Puigdemont el 10 de octubre. El president amagó con la DUI, pero no la llevó adelante y se mostró abierto a dialogar con España: no hubo votación en el Parlament, no se firmó ningún documento oficial. Pese a todo, Rajoy decidió pedir aclaraciones a Puigdemont. Las epístolas de Rajoy son quizá una forma de ganar tiempo y de rebajar la tensión, pero lo que se exige a un estadista es que dialogue y solucione los problemas, no que los prolongue indefinidamente en el tiempo. ¿Y qué decir de las respuestas de Puigdemont, enrevesadas e infantilmente provocativas? El juego de irresponsable a irresponsable solo produce bochorno. ¿Serán capaces ambos de aprovechar el tiempo para abordar con seriedad y madurez las vías de solución a una situación que hoy por hoy sigue sin tener salida?
Lo que sabemos hasta el momento es lo siguiente. Los días 6 y 7 de septiembre la mayoría independentista aprobó en el Parlament dos leyes, de referéndum y transitoriedad, vulnerando el Estatut y el reglamento de la Cámara y avasallando a la oposición. Dichas leyes fueron declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional y quedaron sin efecto. El Govern trató de organizar un referéndum, que terminó siendo una simple votación sin garantías. El día 10, Puigdemont dio un paso atrás y no forzó la declaración de independencia, pidiendo mediación y diálogo. El PP, Ciudadanos y el PSOE respondieron exigiendo el retorno al marco constitucional, con un acuerdo para poner en marcha el artículo 155 en caso de que se confirmara la DUI, y comprometiéndose a activar una reforma constitucional en caso contrario. En su segunda carta, Puigdemont admite que no ha sometido a votación la declaración de independencia y confirma su voluntad de suspenderla para dar una posibilidad al diálogo. Y la respuesta del Gobierno ha sido seguir adelante con el artículo 155.
Si no fuera una situación trágica, diríamos que estamos ante un vodevil. El Gobierno no debe desaprovechar el pequeño margen que ofrece el Govern para abrir un proceso de diálogo y una negociación. ¿Suspendemos todo y nos sentamos a hablar? En una democracia sólida, dicho proceso se habría abierto hace ya mucho tiempo. Si las negociaciones no dieran fruto, no quedaría más remedio que aplicar el ya célebre artículo 155. Pero no estamos aún ahí. La forma de que Rajoy y su Gobierno se sienten a negociar de una vez con la Generalitat es que haya una fuerte presión de Europa, las empresas, la oposición de izquierdas, los medios de comunicación y la sociedad civil. Europa ha pedido diálogo sin victimismos ni chantajes (lo último que necesita la UE es un fuente adicional de inestabilidad política de este calibre); una parte de la ciudadanía española ha optado por un resurgir del nacionalismo visceral; tenemos unos medios tóxicos y en estado de guerra; la izquierda comparece, como siempre, dividida, y la clase financiera y empresarial aparece repentina y tardíamente asustada, como señaló con acierto Borrell.
Quedan apenas diez días para que se produzca la votación en el Senado sobre el 155. La aplicación de dicho artículo tiene como objetivo obligar a una Comunidad Autónoma al cumplimiento forzoso de las obligaciones que la propia Constitución, y otras leyes, le imponen, o para proteger el interés general. Pero ponerlo en marcha entraña muchos más riesgos que ventajas. Primero, implicaría de facto la intervención de la Generalitat y podría generar, en un escenario que ha alcanzado un elevado nivel de exaltación emocional, multitud de problemas cotidianos. Segundo, producirá sin duda fisuras entre sus promotores, como se vio el 20 de octubre, cuando el PSOE y el PP se enzarzaron en discusiones públicas sobre el alcance del acuerdo y las medidas a tomar. Tercero, nadie puede prever cómo saldría la sociedad catalana de un proceso de ese tipo, pero es indudable que la desafección se incrementaría y se haría más profunda, y a la vez aumentaría el victimismo de los independentistas.
Asimismo, es muy probable que la aplicación del 155 se convierta en una carga de profundidad contra la comisión de reforma constitucional convocada por el PSOE. ¿Es posible que alguien en su sano juicio piense que en un marco de supresión de facto de la Generalitat se puede iniciar un debate para modificar la Constitución con el objetivo de mejorar el autogobierno de Cataluña? La reforma de la Constitución y el modelo plurinacional (junto a la desigualdad, el paro y la corrupción) son elementos centrales del debate político que necesitamos promover. Una vez que el siempre renuente PP ha aceptado esa realidad, mal haría el Govern en no aprovecharla y mal harían los partidos “constitucionalistas” en ponerla en riesgo antes de darle una oportunidad.
Estos diez días son cruciales para el futuro del país. La única solución aceptable es que se produzca un acuerdo que evite dar un paso hacia el abismo. No parece, dado el elevado nivel de antagonismo actual, que sea el momento para llegar a grandes acuerdos de contenido. Pero materializar el 155 es la peor salida posible. Una vez más, insistimos en lo que CTXT viene diciendo desde hace semanas: dejen unos y otros de jugar con dinamita, paren las máquinas bélicas, únanse las izquierdas al PNV en su exigencia de diálogo, y siéntense a negociar todas las fuerzas políticas como si fueran lo que se espera de ellas: adultas, responsables y pensantes.
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10 comentario(s)
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Status Quo
No se nada de leyes y tal...pero he leído el 155 tan nombrado y la verdad que tal y como "parece" que lo quiere aplicar a Cataluña el Sr.Rajoy, me parece una imposición dictatorial...¿A qué viene tanto miedo con la "marcha" de los catalanes de España?...¿Tal vez por el 19% del PIB que representa CATALUÑA para ESPAÑA? o ¿Tal vez que su "marcha" este removiendo "viejos" fantasmas del pasado que ha España no le interesa que salgan de "sus tumbas"? o ¿Qué este suceso esta alentando a "otros/as" (país vasco, navarra, galicia, etc.) que hagan aquello que desde hace "TANTO" tiempo se está reclamando, siempre en silencio?...no se nada, pero esto parece represión por parte del gobierno de España y sus políticuchos...vamos que se les ha quedado grande el tema y no saben que hacer más que "REPRESIÓN"...señores políticos, están cargando contra el pueblo y no contra políticos...recuerden trabajan SIEMPRE POR Y PARA EL PUEBLO (SPQR como decían y dicen los romanos XD)...esto que hacen les está costando un desgaste político que obligará a nuevas elecciones al final...seamos sentatos, y hablemos, que todo tiene solución menos la muerte (de momento XD)
Hace 7 años 1 mes
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presas no, banzaos¡¡
vaya papelon los del regimen del 78 y el proces constituyente podemita utilizando el asunto catalan para sus fines pulverizadores mientras en cataluña quien mas quien menos estan pidiendo elecciones y rectificacion de puigdemont para evitar el doloroso 155. menudo favor les hacen¡¡
Hace 7 años 1 mes
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Tipografía Preventiva
Max, dices: "¿para qué negociar con alguien que incumple cuando le da la gana las leyes que se ha dado y que ha aceptado y los acuerdos que ha llegado? ¿Que se puede ganar? ¿Que sentido tiene negociar con alguien que ocupa las instituciones de todos y las utiliza para avanzar su causa sectaria contra la mayoría...?" Con ese 'alguien' te estás refiriendo al PP, ¿verdad?
Hace 7 años 1 mes
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uleger
pues na.... chicos, a seguir con la fiesta.....tan malo no sera rajoy cuando los independentistas y peneuvitos lo dejaron como si tal cosa en la moncloa, con el apoyo dels comuns en aquel maravilloso marzo del 2016 jeje, por un referendumillo de na....ahora a llorar en los editoriales la vanguardia y cia.
Hace 7 años 1 mes
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observador
Puigdemont: si te convenzo que mi plan es admisible ¿lo reconocerías? Rajoy: Nunca, y si yo te convenciese que tu plan esta equivocado, ¿lo reconocerías? Puigdemont: Nunca, jamas Rajoy: Pues dialoguemos Puigdemont: si te convenzo que mi plan es admisible ¿lo reconocerías? Rajoy: Nunca, y si yo te convenciese que tu plan esta equivocado, ¿lo reconocerías? Puigdemont: Nunca, jamas Rajoy: Pues dialoguemos Puigdemont: si te convenzo que mi plan es admisible ¿lo reconocerías? Mientras se produce este dialogo por los años de los años, ¿dejamos que siga el Parlamento de Catalunya cerrado?, ¿seguimos paralizando la economía española?, ¿dejamos que siga fracturándose Catalunya en dos? No estoy para nada de acuerdo con vuestro editorial y totalmente de acuerdo con lo que ha escrito Jose Luis
Hace 7 años 1 mes
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jose
el 155 para el pp, ya que son la raiz del problema: llevan años ignorando y ninguneando a cataluña, ademas de robarle lo que habian logrado con la ayuda de jueces y juezas puestos a dedo por el propio pp. ODIO ESPAÑA Y SU BANDERA Y SU REY, TODO ELLO IMPUESTO.
Hace 7 años 1 mes
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José Luís
Este editorial hubiera sido algo creíble si hubiéramos visto antes otro titulado "No al separatismo". Ahora que las cosas están como están, criticáis los atropellos del 6 y 7 de septiembre. Os ha asomado la patita por debajo de la puerta. Y creanme que lo siento
Hace 7 años 1 mes
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Buenaventura
El editorial es discutible es diversos puntos, ya lo he dicho. Pero la viñeta es literalmente un disparate: equipara –lo que va contra todo sistema político de derecho al presidente del gobierno de un estado o primer ministro en la terminología sajona, con el presidente de un territorio dentro de ese estado, dos iguales que se ignoran. No es así, ni por sus atribuciones ni por sus responsabilidades, independientemente de qué nos/os parezca cada uno de los personajes. A vosotros, los editorialistas, ya se intuye, se ve, cuál os cae peor, y con ello, con acabar con él o debilitarle, creéis que todo es valido. Os equivalías, me parece: ni todo es válido va ese fin ni sois algo eficaces. Más bien "repeléis" a posibles partidarios.
Hace 7 años 1 mes
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Andrés
La cuestión ahora es determinar si el alcance del artículo 155 permite las medidas que el Presidente acaba de anunciar, sin contravenir a su vez el texto constitucional. El artículo en cuestión no ha sido ni mínimamente desarrollado, por lo que difícilmente puede interpretarse en el sentido de que el Gobierno pueda ser autorizado por el Senado para adoptar medidas que no son de la competencia de uno ni otro órgano. Ni la suspensión de la autonomía ni su supresión están previstas por la Constitución, pero tampoco el ejercicio por el Presidente del Gobierno de facultades que están atribuidas por el Estatuto de Autonomía al poder legislativo de la Comunidad Autónoma (disolución del Parmalent) o al Poder Judicial (cese del Presidente). Por lo tanto, el límite de las medidas que se adopten, entiendo, es que se adopten dentro del reparto competencial establecido por la Constitución y el bloque de constitucionalidad. En fin, si la única solución era estirar el alcance de un precepto constitucional, ahora hay que preguntarse si no hubiera sido menos lesiva una interpretación amplia del art. 92 para evitar el problema que una del 155 para solucionarlo... o no.
Hace 7 años 1 mes
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max
El relato de hechos es falso: El Parlament si proclamó la independencia, lo vimos en directo, aunque no la votara para evitar las consecuencias jurídicas y penales.Adicionalmente, está instalado en la ilegalidad. Europa no ha pedido dialogo son victimismo ni chantajes, ha pedido unánimemente el retorno al marco constitucional. La oposición de izquierdas se ha aliado con los reaccionarios supremacistas catalanes que exigen la secesión porque ellos osn daneses y el resto de nosotros magrebies, perdiendo cualquier posibilidad real de hacer algo de izquierdas. Puigdemont no quiere dialogar, quiere que el gobierno acepte la bilateralidad y reunirse para negociar la secesión. La negociación que planteas sólo se puede dar en el marco de relaciones que fija la ley. Por otra parte ¿para qué negociar con alguien que incumple cuando le da la gana las leyes que se ha dado y que ha aceptado y los acuerdos que ha llegado? ¿Que se puede ganar? ¿Que sentido tiene negociar con alguien que ocupa las instituciones de todos y las utiliza para avanzar su causa sectaria contra la mayoría de los catalanes. La aplicación del 155 tendrá efectos beneficiosos y perniciosos, pero es, además de mucho mejor que tolerar que el delirio siga, inevitable. En España la secesión está prohibida (acertadamente, a mi juicio) como en todos los paises democráticos. No la reconoce ni la ley fundamental de Puigdemont. Asi que mas vale una vez rojo que ciento amarillo.No leo un solo argumento para evitar su aplicación.
Hace 7 años 1 mes
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