Carta al suscriptor
Del dolor, la alegría y CTXT. Un millón de lectores y de agradecimientos
Vanesa Jiménez 29/10/2017
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De los cientos de estados disponibles en el climatizador de ánimo, aquella mañana había elegido un “episodio depresivo de autorreproches de seis horas de duración”. Iran, la esposa de Rick Deckard, el cazador de clones en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, quería sufrir.
Días antes, cualquiera de los que pasaba encerrada en casa, había apagado el televisor para esquivar un anuncio —apenas emitían otra cosa— y todo quedó en silencio. Allí sola, en el edificio desierto, rodeada de bloques de pisos casi vacíos, en un planeta, la Tierra, del que casi todos habían huído, se dio cuenta de que era incapaz de reaccionar a la ausencia de vida. Así que programó el ajuste de la desesperación dos veces al mes. Deckard, el personaje al que recordamos encarnado en Harrison Ford, no podía creerlo. “¿Cómo? Pero, ¿por qué has programado algo así. Yo ni siquiera sabía que pudiera programarse algo semejante”.
Blade Runner, la adaptación al cine de la novela de Phillip K. Dick, dirigida por Ridley Scott y estrenada en 1982, omite la figura de Iran y también su búsqueda de emociones reales. Borra, en gran parte, la necesidad de sentimientos oscuros, la angustia que provoca no tener miedo. Elimina, en definitiva, la incapacidad de vivir de verdad sin que nos duela.
Esta carta, querid@ suscriptor/a, es para varias cosas, ya lo irán viendo, entre ellas para reivindicar el dolor, mi dolor. También para nivelar la balanza.
Hay un dolor absoluto. Infinito. Uno que se cuela a través de algún hueco de las costillas y se aloja en las entrañas. Uno que duele en los tobillos y en el cuello. En la mandíbula. Que te cambia la cara. Uno que te coloniza si no luchas fuerte. Este es el dolor de la pérdida, de la orfandad definitiva. Supongo que algunos, bastantes, lo habréis vivido. Mi madre murió hace algunos días y yo busco mi nuevo lugar en el mundo. Ni yo ni nada ya es lo mismo. Sufro porque tengo que sufrir. Como la Iran de Phillip K. Dick reivindico y busco el dolor para poder sentir todo el resto. César Vallejo escribió así esta pena:
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
En medio de mi oscuridad está la otra, la que vivimos y tememos, esa que nos ha acercado a lugares a los que pensamos que ya no volveríamos. El Parlament ha proclamado una república independiente con el 48% de los votos y solo el 51,8% de los diputados. El Estado, el Gobierno, ha respondido con un 155 que no es solo Cataluña, es imposición frente a diálogo, política y democracia. CTXT ha intentado abordar los distintos escenarios –seguramente la cobertura informativa más complicada de nuestros casi tres años de vida– con responsabilidad, análisis, información y mesura. Ahora, cuando se despide el mes, hacemos balance y las nubes y el dolor dejan un hueco grande a la alegría. Todo este tiempo, los 140 números, ha merecido la pena. Así que toca equilibrar la báscula.
Octubre en CTXT ha sido un mes fantástico, el mejor de todos. ¡Un millón de personas! habéis leído nuestra revista [vosotros no sois usuarios únicos, ni visitas, ni páginas vistas. Sois lectores y habéis pasado una media de 13 minutos en nuestra web, uno de los tiempos de permanencia más altos de los digitales españoles]. Esto, para nosotros, es casi un milagro.
Contexto es un medio de andar lento, que nació, lo hicimos, para seguir siendo periodistas. El modelo era contrario al de la mayoría de los medios en la red, sumidos en una guerra de clicks. Nosotros queríamos contar cosas, con calma, buscar lo importante, pensar, debatir. La fórmula, desde el principio, era muy básica: unos 200 artículos originales al mes publicados en cuatro o cinco números (las webs de información más grandes publican ese mismo número cada día). Hoy podemos concluir que www.ctxt.es ha conseguido hacerse un hueco, que era necesario que nos atreviésemos, que aquellos 14.000 euros con los que empezamos nos han llevado muy lejos.
Pero este mes no solo nos habéis leído como locos, también os habéis suscrito más que nunca. Cerramos octubre con 350 nuevos mecenas, que colocan la cifra actual de suscriptores en casi 4.300, muy cerca de esos 5.000 que nos hemos marcado como meta inicial para conseguir cierta viabilidad. Como sabéis, la suscripción es el único modelo posible para la prensa independiente y gracias a personas como vosotros, que entienden que el periodismo es un servicio público, CTXT está siendo factible.
Para terminar, les cuento el reflejo de este pequeño gran éxito en la clasificación de los artículos más leídos. De las 25 piezas más vistas, 21 tratan de analizar de un modo u otro el Procés/la Cosa/el Caso, que diría mi colega Guillem Martínez. A él le debemos las mejores historias que se han publicado sobre el asunto, casi una diaria [gracias, Martínez, por tu inteligencia, tu sentido del humor y por haberte colocado siempre donde lo hacen los periodistas buenos]. Este mes hemos publicado también ocho editoriales, todos con el mismo espíritu: política y diálogo. En CTXT han firmado además abogad@s, magistrad@s, profesor@s, catedrátic@s, jóvenes periodistas y mayores… hemos entrevistado a algunas de las voces más interesantes… Si tienen tiempo y paciencia, en esta página lo encontrarán todo. El único criterio editorial que nos ha movido es el interés informativo. Es lo que tiene la libertad.
[Por cierto, entre esas cuatro piezas más leídas que han conseguido escapar de la cosa CAT están, además de la portada, tres dedicadas a los incendios: dos sobre el cártel del fuego y un análisis firmado desde A Coruña por Xosé Manuel Pereiro. Siempre que se encuentren con él, léanlo. Otro de los buenos].
Escribo esta carta la noche del viernes 27 de octubre, el día que pasó todo lo que no tenía que pasar. Era el cumpleaños de mi madre, la mujer más valiente de mi vida. Pienso en la alegría como trinchera, y bandera.
Gracias por estar al otro lado.
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Vanesa Jiménez
Periodista desde hace casi 25 años, cinturón negro de Tan-Gue (arte marcial gaditano) y experta en bricolajes varios. Es directora adjunta de CTXT. Antes, en El Mundo, El País y lainformacion.com.
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