1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

La villa 31 se abre a Buenos Aires

El asentamiento informal más emblemático de la capital argentina se debate entre la integración social y el riesgo de la especulación inmobiliaria

César G. Calero Buenos Aires , 29/11/2017

<p>Panorámica de una de las calle des la Villa 31. </p>

Panorámica de una de las calle des la Villa 31. 

C. G. C

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT está produciendo el documental 'La izquierda en la era Trump'. Haz tu donación y conviértete en coproductor. Tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

Frente a los suntuosos edificios de la Avenida Libertador, en pleno centro de Buenos Aires, se alza la villa 31, el más emblemático de los asentamientos marginales de la capital argentina, con sus más de 40.000 pobladores. Estigmatizada durante años por los altos índices de inseguridad, la implantación del narcotráfico y la falta de servicios básicos, la gigantesca villa miseria ha iniciado ahora una transformación para enterrar esos anatemas e integrarse definitivamente en la ciudad. De la mano del Ayuntamiento, un ambicioso programa de urbanización busca transformar la villa en barrio y el estigma en modelo. Un desafío que ya está en marcha con la pavimentación de calles, la rehabilitación de viviendas y la instalación de redes de luz, gas, agua y alcantarillado como las que disfrutan otros vecinos de la capital. El proyecto suscita entusiasmos y recelos. Hay quienes ven una oportunidad única para mejorar su calidad de vida y aquellos que vislumbran el inevitable zarpazo del neoliberalismo cuando se revalorice un barrio que está enclavado en el corazón de Buenos Aires.

César Sanabria se crió en la villa 31 y hoy, a sus 32 años, es uno de los delegados barriales que apoya el proyecto de modernización impulsado por el Ayuntamiento porteño. Aunque no coincide con todas las decisiones tomadas por los funcionarios del gobierno local, está convencido de que el plan redundará en una mejora para toda la comunidad. Güemes es el barrio de la 31 más cercano a la estación de autobuses de Retiro, la puerta de entrada a la ciudad. Los trabajos de asfaltado de su calle principal comenzaron hace unos meses. El cambio es notable. La lluvia convertía antes la calzada en un barrizal. Las obras avanzan en varias direcciones: rehabilitaciones externas e internas de viviendas, tendido eléctrico, alcantarillado… Y en breve estará terminada una pequeña cancha circular en la entrada de la villa y la remodelación de la feria ambulante en la que 350 “puesteros” dan la bienvenida al visitante. “Yo creo que es una oportunidad única para el barrio, uno de esos momentos que hay que aprovechar para salir adelante”, cuenta Sanabria mientras camina por las abigarradas calles de la villa. 

Obras de remodelación en Güemes, uno de los barrios de la villa 31 / C.G.C

Obras de remodelación en Güemes, uno de los barrios de la villa 31 / C.G.C

La lucha por la vida se libra en este asentamiento informal desde el amanecer hasta que se esconde el último rayo de sol. Con sus cerca de mil comercios, no hay rincón en calma. Donde no hay un vendedor ambulante aparece un repartidor de bebidas en un carrito. Al repiqueteo constante de las máquinas de las cuadrillas de obreros del Ayuntamiento responden los gritos de los niños que juegan en cualquier esquina. La villa fluye de día y se apaga de noche, cuando la calle se torna amenazante. La inseguridad anida en un territorio con altos niveles de abandono escolar y desempleo. El látigo del narcotráfico se ha reducido tras las últimas redadas policiales pero la venta de droga continúa aquí y allá.

Estudiante de arquitectura, Sanabria espera que el plan de modernización municipal, que cuenta con un presupuesto de 6.000 millones de pesos (300 millones de euros) priorice los espacios públicos y los equipamientos básicos para la comunidad. El Ayuntamiento ha adquirido un gran predio de la empresa YPF donde prevé construir la nueva sede del departamento de Educación porteño. Un moderno edificio que albergará una guardería, una escuela primaria y un centro para adultos y en el que trabajarán cerca de 2.500 personas. Esa es una de las ideas disruptivas adoptadas por el jefe de Gobierno (alcalde) de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los ideólogos del PRO, el partido de centro derecha fundado por el presidente Mauricio Macri a principios de la década pasada y que hoy gobierna en los tres ejes de poder de Argentina: el Estado nacional, la populosa provincia de Buenos Aires y la capital. El peronismo, en horas bajas y relegado a un inédito papel de oposición, lleva tiempo observando el rodillo amarillo (el color del PRO) desde la barrera.

Junto a esas medidas de remodelación urbanística, el plan del Ayuntamiento prevé también la apertura de un mercado gastronómico en las viejas cocheras de una empresa de transporte. Los modelos son la Boquería de Barcelona y el Borough Market de Londres. Para Sanabria, antes de hablar de “polo gastronómico”, como les gusta mencionar a los funcionarios municipales, primero habría que pensar en las carencias del barrio. A través de su cooperativa -Los Principitos de Retiro-, este estudiante de arquitectura ha presentado un proyecto para reconvertir un destartalado galpón en un hospital (el plan municipal contempla tres centros de salud). 

La 31 es hoy una mancha urbana de más de 30 hectáreas en la que la mitad de la población es extranjera. Bolivianos, paraguayos y peruanos conviven con argentinos procedentes del interior del país

La villa de los inmigrantes

La 31 es hoy una mancha urbana de más de 30 hectáreas en la que la mitad de la población es extranjera. Bolivianos, paraguayos y peruanos conviven con los pobladores argentinos, muchos de ellos procedentes del interior del país. Hoy como ayer, la inmigración es parte del ADN del barrio. Ciudad abierta, Buenos Aires fue creciendo a principios del siglo pasado de la mano de un enorme contingente de inmigrantes europeos. Dejaban atrás sus países de origen y llegaban con lo puesto. Al principio se alojaron en “conventillos” del centro y en barrios de la periferia. Pero con el paso de los años la vivienda escaseó y los nuevos inmigrantes tuvieron que levantar sus precarias casas en predios abandonados. Así nació cerca del puerto “Villa Desocupación”, conocida después como “Villa Esperanza”, embrión de la villa 31. Cada vez que la piqueta demolía el asentamiento, renacía con más fuerza. En la década de los 70 ya vivían allí más de 15.000 personas. En esos años convulsos los movimientos populares, muy presentes en las villas, se pasan a las armas. El padre Carlos Mugica, miembro de la corriente de curas para el Tercer Mundo, fundador de la parroquia “Cristo Obrero”, icono espiritual de la villa 31 y defensor de las causas humildes, siempre estuvo en contra de la lucha armada. Predicaba en el desierto en tiempos de plomo. Murió acribillado en 1974, probablemente por las balas de un sicario de la ultraderechista Triple A. La dictadura no sólo persiguió y eliminó a los militantes sociales. Sus máquinas topadoras entraron en las villas de emergencia para que no quedara ni rastro de esos asentamientos informales. Las pocas familias que mantuvieron el tipo fueron el germen de un nuevo renacimiento de la villa, cuyo crecimiento fue exponencial a partir del advenimiento de la democracia en 1983. El padre Mugica sigue muy presente entre los villeros. Una estatua del cura de los pobres está a punto de ser alzada a la entrada del barrio, una idea que partió de Sanabria y a la que le ha dado forma el artista Andrés Zerneri, el mismo que cinceló a la Juana Azurduy que sustituyó a Colón en la Casa Rosada durante el kirchnerismo. El joven delegado barrial se presentó hace poco en el Vaticano con una fotografía de la estatua del padre Mugica y obtuvo la bendición del papa Francisco, buen conocedor de la villa.

Un espacio abierto en la villa 31 de Buenos Aires / C.G.C

Un espacio abierto en la villa 31 de Buenos Aires / C.G.C

Según los planes del alcalde Rodríguez Larreta, a principios de 2019 ya se hablará de Barrio 31: “La idea es que la zona deje de ser villa y se convierta definitivamente en barrio”, insiste a cada tanto. Sus vecinos disfrutarán entonces de alcantarillado, calles asfaltadas, tendido eléctrico, red de gas… Unos servicios de los que hoy sólo goza una minoría. Decenas de operarios trabajan ya diariamente en la villa para cumplir con la meta del alcalde. Alejandro Bardauil es uno de los arquitectos del gobierno de la ciudad encargado de supervisar la ejecución de los trabajos. A pie de obra y con el preceptivo casco, ofrece su diagnóstico: “En términos generales, las obras avanzan bien. No es ni peor ni mejor que en otras áreas de la ciudad, donde el nivel general no es alto”.

Tal vez la fase más audaz del plan de modernización sea la reubicación en nuevas viviendas de unas 1.200 familias que hoy viven literalmente bajo la autopista Illia que enlaza el centro y el norte de Buenos Aires. El barrio se llama así, Bajo Autopista, y sus vecinos se habituaron durante mucho tiempo a ver caer todo tipo de objetos desde su particular “cielo”. Cuentan que en cierta ocasión cayó un motociclista, despedido violentamente tras un accidente. Se topó con la pared y no se mató pero el susto fue grande para todos. La traza de la autopista será modificada ahora y el techo de cemento será reconvertido en un parque elevado para el esparcimiento y, también, la tranquilidad de los vecinos. 

Barrio Bajo Autopista Illia / C.G.C

Barrio Bajo Autopista Illia / C.G.C

La especulación, un riesgo

Pero con la transformación del barrio llegará también una serie de obligaciones que algunos vecinos no ven con tan buenos ojos. Hoy nadie paga un peso por la luz o el agua. Un enjambre de cables eléctricos decora las calles. Y ante la falta de espacio, la villa ha crecido verticalmente. Cada cual se ha ido construyendo en su casa una nueva altura cuando ha podido, dejando los hierros a la vista por si la familia se agrandaba. Eso terminará con la urbanización. Cada poblador podrá acceder por fin a un título de propiedad pero tendrá que pagar por el pedazo de tierra que ocupó en su día. Lo hará a través de créditos blandos y con arreglo a sus ingresos. ¿Y después? ¿Qué pasará con ese barrio remozado, abierto al turismo y emplazado en la cotizada almendra central de la ciudad? 

Raúl Guzmán, 55 años, tiene algunas respuestas a esas incertidumbres. Peronista y líder barrial, es un referente social para toda la comunidad. Su madre formó parte de los 43 demandantes que le ganaron un juicio a los prebostes de la dictadura (1976-1983) para que no les echaran del barrio cuando los militares estaban expulsando a la gran mayoría de los vecinos. Sentado a una mesa en un quiosco a la entrada de la villa, Guzmán esboza una sonrisa cuando se le pregunta por el proyecto de Barrio 31. No es para menos. Él fue uno de los primeros en hablar de integración social. Cuando Macri llegó a la alcaldía de Buenos Aires en 2007, su plan era erradicar las villas de emergencia, la misma receta que aplicaron los gobiernos militares en Argentina. Guzmán y otros dirigentes cooperativistas les trasladaron sus temores a gente muy allegada al ex empresario: “Les explicamos  que si hacía eso, iba a dar un mensaje totalmente contrario a sus aspiraciones presidenciales”. Macri escuchó el consejo y se interesó por las alternativas que planteaban los líderes sociales de la villa. “Les dijimos que había que invertir y transformar el barrio -recuerda Guzmán-. Y sucedió. Él lo entendió; es el juego de la política”. 

Pero los planes del sucesor de Macri, Rodríguez Larreta, no coinciden exactamente con la idea de integración de Guzmán: “En primer lugar, hay una falta de participación de los vecinos. No se nos pide opinión. Es como si yo voy a tu casa y te la arreglo, pero lo hago como a mí me dé la gana”. Para Guzmán, la villa 31 ha estado siempre postergada y sumida en mil batallas políticas: “Desde el kirchnerismo (que gobernó el país entre 2003 y 2015) no se entendió el problema, pensaban que cualquier mejora favorecería al macrismo porque gobernaba la ciudad”, reconoce este dirigente que confiesa tener su “corazoncito de Cristina (Kirchner)”. La billetera -sostiene- puede lograr muchas cosas, pero el ensamble entre la comunidad y el Estado requiere también de otros modos de hacer política: “Se está poniendo plata de una manera que no es la que corresponde; tendrían que haber hecho apertura de calles, por ejemplo, para acabar con los guetos internos y lograr un trazado de barrio”. Guzmán no quiere ser agorero pero barrunta una estampida de vecinos cuando se otorguen los títulos de propiedad: “No todo el mundo podrá asumir los gastos de los servicios domésticos y los impuestos. Si entonces llega una empresa y ofrece un buen dinero por sus casas, ¿qué van a hacer? Se va a ir todo el mundo”. El riesgo de especulación inmobiliaria está latente en un barrio pegado al tren, próximo al puerto y a dos pasos de la Recoleta, la zona más chic de Buenos Aires.

César y Sanabria y Raúl Guzmán, en la terraza de un establecimiento de la villa 31 / C.G.C

César y Sanabria y Raúl Guzmán, en la terraza de un establecimiento de la villa 31 / C.G.C

Sanabria discrepa de esa mirada descreída: “Estamos ante la instancia decisiva para cambiar las cosas. Hay que dejar de lado la política y buscar la participación activa de todos los vecinos”. Y Guzmán le retruca: “¿Vos conseguiste meter algún proyecto importante?”, le inquiere. Sanabria menciona el hospital. Un sueño que, de momento, no entra en los planes del Ayuntamiento. El debate clarifica lo que se juega hoy en la villa 31: aceptar la integración que promueven las autoridades o remar contra la corriente y quedarse al margen de la ola de transformaciones. Sanabria representa a los jóvenes dirigentes barriales más pragmáticos. Guzmán, el espejo en que muchos de ellos se miraron, tiene la piel más curtida por tantas promesas rotas. Sea como sea, la villa miseria más renombrada de Buenos Aires será un barrio más de la ciudad dentro de poco. El tiempo dirá si en Barrio 31 vivirán mañana los hijos de César Sanabria y Raúl Guzmán. 

-----------------------

Este reportaje se ha realizado con la colaboración de la
Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas.

CTXT está produciendo el documental 'La izquierda en la era Trump'. Haz tu donación y conviértete en coproductor. Tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

César G. Calero

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí