España emplea al 68% de los recién graduados, diez puntos menos que la UE
El porcentaje de jóvenes entre de 20 a 34 años que trabaja tras haber completado su educación terciaria ha descendido casi 15 puntos desde 2006. Esta tasa está muy lejos del objetivo –82%– de la Unión Europea para 2020
CTXT / Observatorio Social “la Caixa” 4/01/2018
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Escalar en el sistema educativo es un factor importante en el bienestar futuro de las personas. Entre otras cuestiones, cuanto más alta es la formación, más fácil suele ser escapar del desempleo, encontrar un trabajo mejor remunerado o ascender en al escala social. Pese a esto, la crisis y recesión de la última década ha afectado y malogrado el funcionamiento de este ascensor social, lo que ha desembocado en una reducción de las oportunidades laborales entre los jóvenes cualificados del país. En 2006, España conseguía que el 82,9% de las personas que habían completado su educación terciaria durante los tres años anteriores tuvieran empleo. En 2016, este porcentaje se ha reducido casi 15 puntos hasta alcanzar solo al 68% de las personas de 20 a 34 años recién graduadas.
En los últimos años, y tras alcanzar el punto más bajo de la última década en 2013 –con solo un 59,9% de los recién graduados trabajando– la tasa de empleo entre las personas que han terminado sus estudios universitarios o de grado ha crecido en algo más de 8 puntos porcentuales. Esta mejoría, sin embargo, se antoja insuficiente si se tienen en cuenta la evolución de la UE y de los países del entorno, que en 2016 situaron la media comunitaria –78,20%– a más de diez puntos de distancia de la nacional.
Precisamente, la Unión Europea, en un de sus múltiples programas Marco periódicos (Horizonte2020), ha situado ente sus objetivos una tasa de empleo del 82% para este grupo de población. Para entender el retroceso y los efectos de las crisis sobre las oportunidades laborales de los jóvenes, alcanzar este objetivo supondría para España simplemente situarse en tasas similares a las de 2006, cuando el 82,9% de los recién graduados estaba trabajando en el país. Casi tres lustros después, el objetivo pasa por dejar el porcentaje de graduados en valores similares a los de la década pasada.
Por último, este retroceso en el acceso al mercado laboral de la juventud no ha conseguido acabar ni siquiera con la brecha de género habitual en el ámbito laboral. Si bien la tasa de empleo para recién graduados de 20 a 34 años en España descendió 15 puntos tanto para hombre como para mujeres durante la última década, ellas siguen teniendo una tasa de empleo –65,5%– cerca de cinco puntos inferior a la de ellos, una distancia casi idéntica a la de 2006.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el barómetro Tasas de empleo de los recién graduados (20-34 años) por sexo, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.