En el deporte también mandan ellos
Las juntas directivas de las federaciones deportivas españolas apenas tienen un 25% de presencia femenina. Solo 3 de las 66 están presididas por mujeres
Ricardo Uribarri 30/01/2019
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La mujer va ganando terreno y notoriedad en el ámbito deportivo, pero en algunas parcelas su participación aún está muy lejos de lo deseable. Una de ellas es en los órganos de mando, donde el dominio masculino sigue siendo abrumador. Las juntas directivas de las federaciones deportivas españolas apenas tienen un 24,9% de presencia femenina. Y 63 de las 66 existentes están presididas por un hombre. Para intentar corregir ese desequilibrio, el Consejo Superior de Deportes ha endurecido los requisitos en materia de igualdad a las federaciones para poder optar a las subvenciones públicas, obligando a que en las juntas haya un mínimo de cuatro mujeres o el 40% del total, dependiendo de su número de componentes. Unas cuotas que a algunos les molestan pero que parecen imprescindibles para acercarse a la igualdad real que promulga la normativa vigente.
El artículo 29 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, señala que “el Gobierno promoverá el deporte femenino y favorecerá la efectiva apertura de las disciplinas deportivas a las mujeres mediante el desarrollo de programas específicos en todas las etapas de la vida y en todos los niveles, incluidos los de responsabilidad y decisión”. La utilización de las cuotas como un criterio de composición equilibrada fue validado hace años por el Tribunal Constitucional tras el recurso presentado por el Partido Popular en relación a los porcentajes incluidos en la Ley de Igualdad respecto a las listas electorales, estableciendo que no suponen una medida de discriminación inversa o compensatoria, “sino una fórmula de equilibrio entre sexos”. El Consejo Superior de Deportes (CSD) se comprometió, además, a impulsar políticas de equidad a través del Manifiesto por la igualdad y Participación de la Mujer en el Deporte, presentado en 2009.
Ya en 2012, el entonces secretario de estado para el Deporte, Miguel Cardenal, obligó a las federaciones a incluir una mujer en las juntas directivas. Dos años más tarde fue Ana Muñoz, en su calidad de directora del organismo, la que elevó el porcentaje a un 33% o tres mujeres para beneficiarse del programa de Deporte y Mujer, que otorga ayudas económicas a las deportistas, un requisito que se convirtió en 2014 en obligatorio para acceder a cualquier subvención pública. Esa exigencia alcanza ahora el 40% o cuatro mujeres del total, requisitos que no cumplen hasta 28 federaciones. Los números son claros e invitan a tomar medidas: de los 929 directivos que componen las juntas directivas de las federaciones deportivas españolas, apenas 232 son mujeres (según datos sacados de sus propias páginas web), un porcentaje que incluyendo otros ámbitos de mando, como asambleas generales, comisiones delegadas, comités arbitrales y de jueces, entre otros, descendía en 2016 hasta el 14,8%, según datos públicos del propio CSD.
De las 66 Federaciones, sólo hay cinco (Baile, Béisbol y Sófbol, Deportes para Ciegos, Deportes de Invierno, y Gimnasia) en las que existe una mayoría de mujeres en sus juntas directivas y tres más (Esquí Naútico, Pentatlón Moderno y Squash) en las que hay el mismo número. La mayoría de las restantes se limita a cumplir con la norma para poder acceder a los recursos económicos. Incluso hay algunas, como Caza o Galgos, que ni siquiera llegan al mínimo establecido. Únicamente, las de Remo, Salvamento y Vela están presididas por una mujer. Con el fin de facilitar a las federaciones que cumplan con las nuevas condiciones, el CSD no verificará la situación de cada una hasta que no resuelva la concesión de la subvención.
La decisión no ha sido muy bien recibida por muchos de los directivos de las federaciones. Hay quien argumenta que es una manera de inmiscuirse en la gestión de una junta directiva y que cada uno debe ser libre de organizar el equipo que quiera. También objetan que no existen muchas mujeres que quieran formar parte de los órganos de dirección o que con este tipo de medidas se acaba con la meritocracia. Razones con las que no está nada de acuerdo Eva Cañizares Rivas, abogada, directora de Santagadea Sport Fundición y miembro de la Mesa de Expertos para la elaboración del borrador de la nueva Ley del Deporte Español.
Cañizares quiere dejar claro que “la Administración se mete en este tema porque las federaciones reciben dinero público. Si la gestión fuera privada por completo la ley no se podría aplicar. En este caso son entes privados pero actúan en determinadas materias por delegación y de alguna manera están vinculadas a la Administración, que pone sus condiciones. Eso mismo se aplica en temas de discapacitados y no se cuestiona. La Ley también premia a aquellas empresas que cuentan con un porcentaje de personas con discapacidad para optar a un contrato público. El objetivo que persigue es el mismo que con las cuotas de género”.
En su opinión, “el deporte es un mundo de hombres en el que las mujeres vamos metiendo la cabeza poco a poco, tanto a nivel de práctica como de gestión. Es obvio que a cada persona le gusta trabajar con gente de su confianza y formar su grupo de trabajo, pero el problema es que como las mujeres llevan poco tiempo con presencia efectiva en este sector no están en el círculo de confianza de esas federaciones. Eso genera que en las juntas directivas haya muchos más hombres que mujeres. Pero eso no pasa sólo en el deporte, sino en cualquier ámbito profesional. Todo es una cuestión de educación, pero si esperamos a que haya una generación educada en esa igualdad efectiva puede pasar aún tiempo, por lo que si queremos que sea real a corto plazo, entiendo que establecer cuotas es una medida necesaria hasta que se normalice la presencia de las mujeres”.
Eva señala que se está encontrando últimamente con personas vinculadas a las federaciones “que se echan las manos a la cabeza con este tema, porque dicen que hay gente muy competente en las directivas y que si se da paso a mujeres de esta forma va a propiciar que en las juntas haya mujeres que sean unas incompetentes porque se les mete a dedo. Yo entiendo que no tiene por qué ser así. Los hombres que están ahora también están a dedo y nadie está discutiendo si son incompetentes o no. Porque no se han beneficiado de una cuota ya dan por hecho que valen. Cuando haya que elegir mujeres, entiendo que escogerán a las que tengan más capacidad. Estoy segura que hay mujeres preparadas para ocupar puestos de gestión. Y si no lo probamos no lo vamos a saber nunca. Pienso que en el momento que se abra esa puerta habrá mujeres que quieran estar. Otra cosa es que al presidente o la junta directiva de turno les interese o no que esté esa persona con la que no han trabajado o que no conocen”.
En el fondo, según la abogada, sucede que hay miedo a perder un puesto que en numerosos casos llevan años ocupados por las mismas personas. “Las federaciones son pequeños cortijitos, con juntas directivas que llevan mucho tiempo. Es verdad que en la mayoría de los casos no cobran por estar, pero algún beneficio o ventaja les reporta estar ahí y nadie quiere soltarlo. Tienen ese miedo a lo desconocido, a que llegue una mujer con la que no tienen confianza y a ver qué pasa. Pero ese miedo a que entren mujeres que no valgan por cubrir el cupo no me vale. Ahora mismo no se controla si se está eligiendo a los directivos por capacidad y mérito. Nadie lo exige. No sé entonces por qué se reclama tanto a las mujeres que vayan a ocupar esos puestos”.
Uno de los beneficios que puede reportar el tener más presencia femenina en las federaciones es la apuesta por políticas que beneficien directamente a las mujeres. “Siempre se dice que se lucha por un ideal mejor desde dentro del sistema que desde fuera. Las cuotas van a normalizar la presencia de mujeres en este tipo de estructuras, lo que servirá como ejemplo para las futuras generaciones, pero es que además habrá una mayor sensibilización hacia los problemas que las afectan, de maternidad, de conciliación o de falta de contratación laboral, con lo cual trabajarán para adoptar medidas que los solucionen. Se supone que las juntas estarán más sensibilizadas hacia esas materias”.
Estos requisitos que pide el CSD no son más que un adelanto de lo que se incluye en la nueva Ley del Deporte, que debe aprobarse próximamente y en cuyo borrador ha participado Cañizares. Aunque, curiosamente, en el texto no van a aparecer porcentajes concretos a cumplir. “Lo que dice es que la composición de la junta directiva se tiene que ajustar al criterio de composición equilibrada que está establecido en la disposición adicional de la ley orgánica de 2007, salvo por razones fundadas y objetivas debidamente motivadas. Tendrán que motivar esas causas que impiden que haya esa igualdad en las juntas directivas. Pero no obliga a que si o si la haya. En cambio para la subvención del CSD sí. Ocurre que una federación puede renunciar a esa subvención y entonces no está obligada a cumplir con ese porcentaje. Sin embargo, cuando la nueva ley se apruebe y entre en vigor si tendrá que cumplir con el objetivo de la paridad, ya que no estará solamente vinculada a recibir subvenciones, salvo, repito, si manifiestan una razón de fuerza mayor. Habrá que ver cómo funciona. Por eso la ley no es tan restrictiva. Si, como algunos dicen, no hubiera mujeres para un puesto pues se motiva y no pasa nada”.
Lo deseable sería que los propios responsables de las federaciones deportivas, como los de tantos otros sectores, tuvieran voluntad propia para apostar por la igualdad de género, que vieran las ventajas de contar en la gestión con las mujeres. La educación nos debe llevar a eso en el futuro. Pero mientras tanto, “para lograr ciertos derechos a veces hace falta obligar y que se impongan –señala Cañizares–. Eso pasó en su día con el voto femenino. Y luego se ha demostrado que hacía falta. De alguna forma hay que concienciar a la sociedad. Y si se hace de esta manera es porque actualmente no existe esa concienciación 100% de igualdad efectiva entre hombres y mujeres. No podemos esperar 15 o 20 años. Con poco que se implanten ciertas medidas las demás van a venir rodadas. Van a servir para quitar ese miedo y esa incertidumbre sobre qué puede pasar”.
La mujer va ganando terreno y notoriedad en el ámbito deportivo, pero en algunas parcelas su participación aún está muy lejos de lo deseable. Una de ellas es en los órganos de mando, donde el dominio masculino sigue siendo abrumador. Las juntas directivas de las federaciones deportivas españolas apenas tienen un...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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