EL HACHA
A puro huevo
El Atleti se puso el traje de las grandes noches. Compitió en el primer tiempo y voló en el segundo.
Rubén Uría 21/02/2019
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Decían los agoreros que los chicos de Simeone iban a besar la lona y cuando el balón echó a rodar, fue la todopoderosa Juve la que acabó, golpeada, en el piso, sin protector bucal. Fue así porque Simeone se la jugó con su guardia pretoriana de inicio, apelando al compromiso de tipos como Diego Costa y Koke, que no tenían ritmo competitivo, salían de lesiones y se dejaron el alma por el equipo. Corrieron como nunca y pelearon como siempre. Empujados por un público que llevó en volandas a los suyos y espoleados por la fuerza interior de un vestuario programado para cualquier guerra, los rojiblancos se desataron y acabaron descargando una tormenta perfecta sobre la Juve, que se fue de Madrid pensando que, sin saber cómo, les había atropellado un camión de mercancías. Simeone le ganó la partida a Allegri, apostando por sus soldados de confianza de inicio y con tres cambios muy ofensivos para potenciar la energía de un equipo que ganó porque se lo mereció y porque fue el que más lo buscó. Mano en la entrepierna, Simeone festejó la noche con su seña de identidad favorita, la que usaba como jugador y volvió a exteriorizar, porque quien tuvo, retuvo. Un gesto poco edificante, pero dentro de un contexto. El de ganar a puro huevo, a pleno pulmón, rebelándose contra el destino, incluso contra dos consultas del VAR que le habían dejado sin un penalti y un gol.
El Atleti se puso el traje de las grandes noches. Compitió en el primer tiempo y voló en el segundo. Tuvo más fútbol, más ambición, más energía, más rebeldía y sobre todo, tuvo más personalidad. El público vibró, con razón, y disfrutó la noche. Una que se merecían los señores que visten esa camiseta. Entre otras cosas, porque Diego Costa roció de napalm el área, Griezmann derrochó sutileza, Rodri barrió cada pelota, Oblak hizo la parada suya de cada día, Juanfran tapó todo lo que pasó por su banda, Saúl recorrió mil kilómetros, Koke estuvo extraordinario, Morata hizo lo suyo, Lemar dejó buenos minutos, Correa aportó, Giménez descorchó el choque con bravura y Diego Godín, imperial, abrochó su sensacional actuación con un gol, otro más en su colección de goles decisivos, ejerciendo de lo que es: un completo referente que jamás debería salir del Atleti, lo diga Agamenón o su porquero. Normal que a Simeone, en un gesto nada elegante, las tripas le pidieran lo que le salió: una declaración de intenciones, espontánea, sobre cómo siente el fútbol y la vida. Lo suyo, como lo de los aficionados del equipo, obedece a una pasión inexplicable. La que compartieron todos los atléticos camino a casa, con una sonrisa de oreja a oreja porque su equipo había hecho un partido magnífico y la tropa desfilaba todo cuello, con la sana intención de festejar un buen día de caza. Huevos que tuviste, huevos que tendrás.
La noche fue del Atleti. La eliminatoria, aún no. Después de un mazazo de estas dimensiones y de una inversión brutal en verano, la Juventus recompondrá la figura y saldrá con el cuchillo entre los dientes. Armas tienen, de sobra, para darle un disgusto a cualquiera. Cristiano, que si fuera de chocolate se comería a sí mismo, querrá decir la última palabra. Como Dybala, Mandzukic, Bonucci y compañía. Saben que el Atleti les ha dejado la cara como un mapa y querrán levantarse. Además, allí no estará Costa, una baja sensible, y el equipo tendrá que demostrar que el Atleti también puede vivir sin esa energía volcánica del titán de Lagarto. En Turín se sufrirá. Simeone lo sabe. Como él mismo dijo en la previa, cuando los falsos profetas advertían que los italianos eran favoritos para el choque, alguien le preguntó si esta era una final anticipada. El Cholo fue tan explícito como directo: “No te dan un trofeo en octavos de final”. Pues eso. Humildad. No se ha ganado nada y el Atleti aún no está en cuartos de final. Cautela. Eso sí, la noche fue del Atleti. A puro huevo.
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Rubén Uría
Periodista. Articulista de CTXT y Eurosport, colaborador en BeIN Sports y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 100.000 seguidores.
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