PROCESANDO EL PROCESO AL PROCÉS (XII)
Frío, hechos y verdad
Es difícil establecer la verdad. Es difícil establecerla en la política, una disciplina en la que un Govern puede hacer y negar algo a la vez durante años, de manera que resulte una simple percepción
Guillem Martínez Madrid , 6/03/2019
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LOS OTROS. “El arte no se acaba nunca porque sirve para pasar el invierno, ya que el arte es siempre primavera”. Ya. Sí. Pero hoy hace un bris que corta el cutis, Ramón. De hecho, les cuento, para dormir en la bañera hemos tenido que taladrar el hielo y apartar una orca. Llegar hasta el Supremo, a través de Madrid, ha sido como deambular por el pasillo de congelados La Sirena, pero sin esas croquetas que a Ramón le gustan tanto. “¿Hoy de qué vamos a hablar?” Hoy seguimos con testigos de la acusación. La contradicción de hechos que establecen una idea de verdad. “La verdad es un lío”. La verdad es un lío aún mayor en un juicio penal, en el que no se establece tanto la verdad, como hechos y cargos. La vida, y la verdad, en la vida civil, resultarían insoportables si sólo fueran hechos y cargos. “Para el caso, es lo mismo la vida que un juicio penal. Un día afeé la conducta a mi hija. ¿Por qué mientes, Mariquiña? Y ella me contesto: Yo no miento. Yo digo, como tú, la otra verdad”.
LAS OTRAS. Esta mañana Pérez de los Cobos ha estado hablando de los hechos. Es decir, de su percepción de los hechos. Ignoro en qué momento esa percepción pasa a solidificarse en hechos determinantes, zas, en la cabeza del Tribunal. En todo caso, los hechos, según el testigo, remiten a incumplimiento de lo acordado en la Junta de Seguridad por parte de los mossos, “violencia de las murallas humanas organizadas”, “exquisita proporcionalidad en la respuesta policial”, hasta el punto de que “no hubo cargas”. Las preguntas de la Defensa han intentado dibujar incompetencia de los mandos, falta de previsión –“no hice previsión de los votantes”; pues unos dos millones; nada–, descoordinación, falta de planificación, de operatividad ante la resistencia pacífica. Y cargas, en ocasiones sin sentido aparente. De estos dos relatos prevalecerá, o no, el hecho de la violencia como verdad. Lo que tampoco es un tránsito nítido. Tiene criterios y accesos propios en la cosa penal. Verbigracia: la sentencia de la AN por el caso de los manifestantes ante el Parlament de Catalunya en 2011. En esa sentencia se establece violencia en los manifestantes para impedir un pleno en el Parlament. Pero se entiende que la libertad de manifestación debía prevalecer sobre cualquier otro derecho. Recurrida la sentencia por Fiscalía –y por la Gene, y por el Parlament, lo que tiene guasa–, el TS dictaminó en 2015 que la AN había cometido un “patente error a la hora de ponderar los roles constitucionales en conflicto”. Que son el derecho de participación y reunión, la libertad de expresión y el pluralismo político. El TS los ponderó, y el de expresión y el de reunión perdieron por goleada en ese partido. Se hizo otra lectura de la violencia, y de la simetría de los bandos. El resultado fueron condenas de 3 a 5 años a jóvenes. La ponderación de derechos la hizo el juez Marchena.
PEDREA DE TESTIGOS. Después de Pérez de los etc. habla Montserrat del Toro, secretaria judicial que se quedó encerrada en Economía, el 20S, y tuvo que salir por la terraza. La secretaria intensifica la palabra “tumulto”. Describe el “tumulto” como un sonido que practican las personas cuando construyen un tumulto. Tumulto, por cierto, es el componente mágico para establecer el delito de sedición. En el caso Jimmy –hincha del Dépor apalizado y muerto en 2014–, me explica Alejandro Requeijo, de Voz Populi, se estableció que para un tumulto es necesario que los tumultuarios, para construir un tumulto, lleven un cacharro en la mano sensible de hacer daño a alguien. Más testigos. Dos directores de hotel en los que se hospedó la poli durante el Piolinato –uno habla sólo 3'44"; “lo bueno, si breve, es más breve”; Ramon, te sales; “¿chupito?”; chupito– confirman, o no, amenazas, que pueden, o no, llevar a otros hechos. Dos informáticos hablan de una propuesta que les hizo la Gene para hacer un sistema de voto electrónico para el 1O, vía blockchain –es decir, un sistema en nodos que ofrece cierta garantía al voto electrónico a través de un censo; de hecho, es posible que hayan sido citados para que aparezca la cosa censo, y eso se ordene en hechos y delitos–. Una diseñadora autónoma, y varios proveedores de la Gene. Los interrogatorios de Fiscalía parecen depurar la posibilidad –la prima del hecho– de que los proveedores pagaran el referéndum a través de facturas que no cobraron.
EL ORDEN DEL DESORDEN. Es difícil establecer la verdad. Es difícil establecerla en la política, una disciplina en la que un Govern puede hacer y negar algo a la vez durante años, de manera que la verdad resulte una simple percepción, independiente de los hechos. Es difícil saber lo que es la verdad en un tribunal, esa cosa que pondera como una posesa los hechos, y les da una importancia diferente a la cotidiana. Hoy, por cierto y cambiando de tema, los testigos han perdido su orden. Hasta ahora venían en orden jerárquico. Hoy ha sido más difícil establecer una lectura de cómo vienen. Me dice una defensa que eso se puede entender como que el Tribunal ha ponderado la información que le parece más importante. Y que le interesa un testigo más que otro, para ponderar los hechos. “Es posible, por tanto, que dé por finalizado el juicio antes de lo previsto, cuando tenga una idea clara para tomar la decisión”. Bueno. Mañana, más. Viene la poli. Cuando la poli o la GC entran en una institución, la cosa, tradicionalmente, se anima. Ramón, póngase las pilas y diga algo. “De mi Sonata de Invierno, ahí va: '¡Oh, alada y riente mentira, cuándo será que los hombres se convenzan de la necesidad de tu triunfo! ¿Cuándo aprenderán que las almas donde sólo existe la luz de la verdad, son almas tristes, torturadas, adustas, que hablan en el silencio con la muerte, y tienden sobre la vida una capa de ceniza?'”. Esa me la sé. ¿En el siglo XXI?
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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