¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de fiesta? Pincha ahí: agora.ctxt.es/donaciones

Esto ya ha empezado. Pasado el primer fin de semana, la conga electoral ha puesto velocidad de crucero rumbo al 28-A. El arranque de una campaña electoral no es algo sencillo, ni improvisado. Uno no pilla por el pasillo al secretario de organización de turno, le pide que sujete un mapa de España y posa el dedo índice con los ojos cerrados: “Mira, empezamos en Cuenca”. El arranque de una campaña es un acto cargado de simbolismo. Un mensaje que deberá servir de plantilla para los muchos que faltan por llegar en estas dos próximas semanas.

Pedro Sánchez eligió Dos Hermanas para empezar. El cabeza de conga se encomienda a algo parecido a la superstición. Fue allí, en la segunda ciudad de la provincia de Sevilla, donde anunció en 2017 que presentaría revancha contra el golpe interno que lo echó del PSOE. Como ya sabemos, lo que pasó a continuación te sorprendió. Sobre todo, si eras Susana Díaz. Este fin de semana, la cabeza dos veces cortada de la aún lideresa andaluza estaba allí, junto a Pedro Sánchez en el lugar donde los males de la una y los bienes del otro comenzaron hace dos años. Con el poco entusiasmo, pero la mucha presencia de un busto, Susana Díaz acompañaba al candidato como si nada aquello hubiera sucedido. Dientes, dientes, que es lo que ahora toca. La estrategia de Pedro Sánchez en esta campaña pasa por comportarse como un estadista. Es decir, guardarse de pillar un resfriado mientras los demás se quedan con el culo al aire titular tras titular. Cada vez que sale Casado gritando en la tele ganamos 25.000 votos, calculan los responsables de esta campaña de perfil bajo de un presidente que no sale de Moncloa por no quitarle horas de telediario a sus rivales. Qué detallazo.

Pablo Casado ha estrenado campaña sin complejos en una discoteca pija del centro de Madrid. Su mitin de arranque vino a ser un “cariño, no me dejes, lo siento, vuelve”, dirigido al éxodo masivo de votantes a Vox. ¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros? ¡Si nos fundó Fraga! Casado intentó engatusar al público más ultra prometiendo ilegalizar todo aquello que le moleste a un español de bien, empezando por “la kale borroka independentista”. Tras la disco, el líder del PP compareció ante los empresarios a repetir la misma fórmula: te quiero + perdona. "El PP es vuestra casa”, les explicó también a los señores con corbata, como si no lo supieran de sobra. “Si hemos hecho algo mal en el pasado, no lo volveremos a hacer", pedía disculpas Casado a lo Rey Juan Carlos, dejando en el aire la misma sensación que dejaron las famosas disculpas del monarca. ¿Qué es lo que no volverá a ocurrir? En el caso del Rey nunca supimos si se refería al elefante, a los excesos entre horas o a la mala combinación de ambas. En el caso de Casado se intuía que la cosa iba por las mordidas a empresarios a cambio de adjudicaciones públicas. Se ve que algunos que perdieron las pujas en B aún siguen moscas con el asunto. Casado, que otra cosa no, pero sentido del humor tampoco, se moría de la risa en el arranque de campaña con la ocurrencia de la chavalada de Nuevas Generaciones: la agencia de Viajes Falcon. Una campaña en redes sociales con la que la juventud genovesa denuncia los viajes en avión oficial de Pedro Sánchez. El más sonado, el caso en el que arrancó motores para irse a Benicassim a ver a The Killers. Con el líder del partido acusando a Sánchez de tener las manos manchadas de sangre, no deja de resultar poca respuesta una página web con chistes de aviones. Al menos el nombre del grupo era The Killers. En la parte de propuestas, el candidato popular ha sido el más prolífico en este arranque: viva el Rey de España y la Semana Santa de Ávila. Tras pedirle a los asistentes de un mitin en Galicia que se imaginaran que todos eran víctimas de ETA –un mal rato para los presentes, que no sabían que participarían en un simulacro de ese tipo– el líder pepero declaró su españolidad con vivas al Rey “que todos hemos votado”, aseguró. No sé a los demás, pero en mi caso, alguien olvidó avisarme. Tras ETA y el Rey, Casado se enfundó en el traje de nazareno de la Cofradía de los estudiantes de Ávila para gloria del humor en Twitter. Pues eso, una campaña sin complejos. 

Pablo Iglesias eligió el Parque de las Cruces de Carabanchel, barrio obrero de Madrid. Allí, junto a Alberto Garzón, dio arranque a su tercera campaña como candidato a las generales. Pablo Iglesias, tres veces ya candidato a la presidencia. No me sorprendía tanto un dato político desde que descubrí que Teodoro el del PP es tres años menor que yo. Tres campañas electorales a las espaldas dan para muchos mensajes. Tantos, que Iglesias, que lleva desde 2014 denunciando lo mismo, no sabe ya cómo darle vueltas a la fórmula para no repetirse. La solución elegida en estos comicios es la defensa de los artículos sociales incumplidos de la Constitución Española. Los autores de “El Régimen del 78” presentan esta vez “Como dice la Constitución Española”. Esta entradilla, “Como dice la Constitución Española”, se ha oído tanto en estos primeros días de campaña de Podemos que Adolfo Suárez Junior, confuso, ha estado a punto de ponerse a gritar Sí Se Puede. El gran enigma que nos irán desvelando los próximos días será el tono que Pablo Iglesias use contra su única pareja de baile posible y a la vez rival en la urna, Pedro Sánchez. Si el tono es demasiado duro, el votante indeciso de izquierdas podría lanzarse a los conciliadores brazos de Pedro. Si el tono es demasiado blando, el votante de izquierdas no notará la diferencia entre PSOE y Podemos y elegirá voto útil. A Iglesias le ha tocado bailar con algo peor que la más fea: con el más guapo.

Albert Rivera arrancó la carrera a la Moncloa siendo un holograma. Como lo oyen. Los que tildan de fantasma al candidato naranja y sus políticas no daban crédito por el chiste involuntario. En el cuartel general de Ciudadanos en Madrid, los militantes asistían al mitin de un Rivera-3D-High-Definition que se encontraba de cuerpo presente en Pedraza, un pueblo de Segovia tan bonito que fue escenario de aquel mítico anuncio de la Lotería de Navidad que protagonizaron Marta Sánchez, David Bustamante, Montserrat Caballé, la Niña Pastori y Raphael. Cinco españoles de esa envergadura no pueden estar equivocados, pensó Albert. Y del cielo, Pedraza, al infierno, Errentería. Con la españolidad en centro del debate de la conga derechista, el líder de Ciudadanos se plantó –esta vez sí, de cuerpo presente– en la cuna de la izquierda abertzale. Dos opciones. O quería convencer al habitual votante de Bildu de que se anudara el jersey al cuello, o quería una postal para mandarla al resto de España. Sucedió lo segundo. Tras las protestas y abucheos de algunos vecinos del pueblo, Rivera gana enteros en la subconga electoral por ser el partido campeón de la derecha.

Los ultranacionalistas arrancaron la campaña con la tradicional pegada nocturna. El lugar elegido, la plaza de Colón en Madrid. Algunos, expertos en salir a pegar por las noches, sufrieron la gran decepción al enterarse de qué iba aquello de la pegada. Estas cosas se avisan, se quejó alguno que, con el puño americano colocado, no se aclaraba con la brocha y el pegamento. Tras Colón, Covadonga. El líder de extrema derecha Santiago Abascal eligió ofrenda floral en la Santa Cueva y visita a la estatua de Don Pelayo para presentar ante los españoles de bien allí congregados sus propuestas de futuro ante los desafíos del nuevo milenio: gritar muy fuerte y muy enfadado, que viva España.