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En  La ilusión viaja en tranvía (México, 1953), Luis Buñuel proponía un recorrido lleno de episodios entre los barrios populares de la capital azteca, con magníficos personajes que hablaban de amor, religión, educación… en fin, de la vida misma. La Línea 1 del Tranvía de Zaragoza también ha tenido papel protagonista en otras películas, cortos y trabajos audiovisuales. Cada año, integra esa cita tan consolidada como es el Festival Ecozine, muy en sintonía con los valores medioambientales de la Línea 1. Y recientemente se ha culminado con los responsables del certamen y con el Ayuntamiento de Zaragoza un concurso de cortos sobre el Mercado Central y su implicación física y sentimental con el tranvía, con ‘La guía’, como ganadora.

Desde la puesta en marcha del trazado completo en marzo de 2013, el tranvía está dando cauce a una cultura nacida de muchas iniciativas. La ciudadanía, que aguarda el servicio cada día bajo las marquesinas, se merece el mejor viaje y también el impulso a los proyectos de esa misma ciudad que comparten, el vínculo con la Zaragoza más viva e interesante. El tranvía es un vehículo de cultura porque va enhebrando iniciativas que forman parte ya de su naturaleza bajo la catenaria.

Durante varias ediciones, las marquesinas se han transformado en una espectacular galería-escaparate de arte al aire libre con la irrupción del Festival Internacional Asalto, que ha logrado una gran respuesta con su plasmación de formas y colores en los cubos de luz. Por otra parte, las últimas ediciones del Salón del Cómic también han transformado las paradas en objetos sugerentes, con grandes vinilos de color.

Desde la Línea 1 se ha conectado con el talento local para dar forma gráfica a las campañas periódicas de mejora en la experiencia del viaje, con una cartelería muy bien trabajada.  

El recorrido en tranvía puede convertirse en una experiencia cultural, como demuestra la iniciativa Tranvi-Arq, realizada junto con el Colegio de Arquitectos de Zaragoza, mostrando la riqueza de la arquitectura urbana con sólo mirar a izquierda y derecha por las ventanillas. Y los autores de De Vuelta con el Cuaderno han dibujado el escenario urbano con el añadido plástico de La Línea 1, convirtiendo al tranvía en una suerte de “tinta ciudadana”.

Además, varios poetas se han subido al Urbos 3 para recitar sus obras en tránsito (una de esas intervenciones tiene ya más de dos millones de visitas en youtube). Y después, la época ilustrada también ha tenido su papel, con interpretaciones al pie de las paradas, en la Semana de Goya.

Todas estas manifestaciones, cultura en marcha de norte a sur de la ciudad, forman parte de un trayecto reciente, uniendo cultura y movilidad en un mismo derecho.

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Ignacio Iraburu es periodista. Director de Comunicación de Tranvías de Zaragoza.