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No era necesario ir a la Luna. En contrapartida, casi nada ha sido nunca necesario. Y, en contrapartida también, casi no sucedió. Ir a la Luna consistió en un parpadeo, un paréntesis breve de tres años, de 1969 a 1972, en los que eso fue posible, en los que casi todo, por tanto, lo fue. La prueba de la precariedad de aquella vivencia es que, durante esos meses, solo viajaron a la Luna 24 personas. Muy pocas. Pero solo la pisaron aún menos, 12 personas de un total de 16 astronautas que culminaron el viaje. Es decir, hubo 4 astronautas que, pudiéndolo hacer, fueron condenados a no dejar sus huellas eternas en la Luna, donde quedaron, por los siglos de los siglos, las de sus compañeros. Su misión y su destino era esperar, precisamente, a sus dos compañeros de tripulación en el módulo de mando. Su misión fue, por tanto, esperar, algo muy parecido a no estar en ningún sitio, aguardando. Por ello mismo, algo parecido al grueso de la vida. Es difícil imaginar lo que experimentaron las 12 personas que cruzaron una frontera inimaginable e insospechada. Tal vez fue una mezcla de miedo y de euforia. Al menos, eso es lo que sucede en la Tierra en ese trance. Pero es relativamente sencillo suponer lo que vivieron esas 4 personas que no dieron ese paso, sino que lo contemplaron por una suerte de ventana. No vivieron algo cotidiano, pero sí frecuente. O, al menos, posible. Y también intenso.
La renuncia. Concretamente, esa suerte de renuncia que es la despedida. Abandonar un país, o a una persona desconocida, a la que ya no se reconoce. Y, en ese trance, recrearse, una última vez, mirando su paisaje. Sus pestañas, el pliegue de su talle, su cabello, sus valles únicos. Renunciar a dejar huella. Saber que no volverás nunca jamás.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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