Natalia Orive / Presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala
“Era discriminatorio que solo hubiese competiciones oficiales de fútbol sala masculino”
María Cappa 28/08/2019
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Hemos fundado la Asociación Cultural Amigas de Contexto para publicar Ctxt en todas las lenguas del Estado. La Asociación es una entidad sin ánimo de lucro que también tiene la meta de trabajar por el feminismo y la libertad de prensa. Haz una donación libre para apoyar el proyecto aquí. Si prefieres suscribirte y disfrutar de todas las ventajas de ser suscriptor, pincha aquí. ¡Gracias por defender el periodismo libre!
La actual presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino (AJFSF), Natalia Orive (Madrid, 1989), empezó a jugar al fútbol sala en un equipo a los ocho años. “Era el deporte que tenía en el colegio y donde estaban mis compañeros. Luego, cuando pasé a categoría infantil, no había todavía equipos de fútbol por donde yo vivía y por eso seguí jugando al fútbol sala”. Eso sí, asegura que no se arrepiente de no haber elegido jugar al fútbol once. “Hombre, cuando ves el tirón que está teniendo ahora el fútbol lamentas no tener la misma repercusión, pero no me arrepiento para nada”. Con apenas trece años entró al equipo de fútbol sala de Alcorcón, con el que consiguió ascender por primera vez en la historia del club a primera división. En 2015, un año después de ser nombrada presidenta de la AJFSF, decidió fichar por el Colmenarejo, en 2ª división. Al tener menos días de entrenamiento, pudo compaginar su carrera deportiva con sus estudios, su trabajo y su tarea como máxima representante de las jugadoras de fútbol sala.
¿Cuál es el día a día de una jugadora de fútbol sala?
Un gran porcentaje estudia o trabaja o hace ambas cosas. Las jugadoras compaginamos los estudios o trabajo y luego entrenamos por la tarde, sobre las 8 o 9 de la noche. Y luego hay otros casos de algunas jugadoras que se dedican solo a jugar, pero son muy pocas. Aún así, a nivel general, diría que España es una potencia a nivel de estructura, de liga y de competiciones y por eso vienen aquí las mejores jugadoras de otros países.
¿Qué problemas cree que se derivan de la falta de profesionalismo en su deporte?
Creo que lo más relevante es la dedicación. Al final, compaginar este deporte con tantas otras actividades durante el día y dejar para el final el entrenamiento, la carga que llevas se nota a la hora de entrenar. Y eso más el estrés, más tus problemas, más los estudios, más el trabajo... A pesar de ello, al llegar a entrenar lo dejamos todo y rendimos. Ahí las tienes… Campeonas de Europa. Pero la realidad es que, como en cualquier otro deporte de élite, sacrificamos nuestra vida el tiempo que dura la carrera deportiva. Aunque no tengas una repercusión acorde con la categoría, tienes una disciplina, un horario de entrenamientos, sacrificamos los fines de semana, tenemos que cuidarnos, comer bien, descansar... Eso no está valorado como debería.
¿Hay muchas diferencias a la hora de jugar en un club de primera y uno de segunda?
Sí, sí las hay. Suele haber menos sesiones de entrenamiento. En cuanto al cuerpo técnico, por ejemplo, en segunda hay menos estructura a nivel técnico como pueden ser servicios de fisioterapeutas, preparadores físicos, hay solo un entrenador y delegado y no un segundo entrenador quizás... Son “multitarea” por así decirlo. Si un equipo juega fuera los viajes son más precario también y a veces vamos en nuestros propios coches. Y luego, aunque hay excepciones que sí que pagan a alguna de sus jugadoras algún tipo de remuneración económica, la gran mayoría no cobra por jugar en segunda división.
¿Y entre los clubes y la selección?
La selección es lo máximo y se nota. Tienen todo tipo de servicios: un equipo médico, varios fisioterapeutas, analistas de vídeo, delegados, utilleros... El cuidado que se hace en el fútbol sala es el mismo que en las de fútbol y de fútbol playa y que la del equipo masculino. En ambas selecciones tienen el mismo cuerpo técnico.
Aunque la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino empezó a rodar, oficialmente, en 2010, fue en noviembre de 2009 cuando se firmaron los estatutos y se presentaron en el registro, por lo que dentro de un par de meses celebrarán sus primeros diez años de vida. En 2014, después de que la primera presidenta de la Asociación, Natalia Flores, fuera nombrada directora de la Comisión Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes, las compañeras de Orive la eligieron como la persona idónea para que las representara desde su sindicato. Cinco años después, volvieron a depositar su confianza en ella, por lo que, al menos hasta 2024, seguirá presidiendo la AJFSF.
¿Qué es lo que tiene que hacer como presidenta de la AJFSF?
¿Qué no hago? –dice entre risas–. Tenemos un grupo de whatsapp con las capitanas de todos los equipos de primera para cualquier información que tengamos que enviar o que quieran comentarnos, visitamos los vestuarios de primera y segunda división y trabajamos para mejorar nuestras condiciones. Ofrecemos asesoramiento legal y deportivo, becas de estudios, búsqueda de empresas y universidades para ayudar a compaginar y la carrera académica con la deportiva... Tenemos un gran abogado, Eduardo Meléndez, y representamos a las jugadoras en la Federación, en el Consejo Superior de Deportes y Europa. Peleamos por mejorar nuestros de derechos, que a día de hoy consideramos que no tenemos, los que deberíamos y queremos que se tengan.
¿Cuáles son los problemas más graves o más urgentes que quedan por resolver en el fútbol sala actualmente?
A ver, creo que hay que hacer un análisis de la situación actual: de dónde venimos, dónde estamos y qué es lo que queremos de nuestro deporte para saber qué queremos potenciar, cómo hacerlo y si es viable. En cuanto a las jugadoras, desde nuestra parcela exigimos que se cubran ciertas condiciones básicas: que tengan licencias profesionales en vez de fichas de aficionadas, que puedan entrenar en las instalaciones en las que luego van a jugar en el caso de no hacerlo, que tengan su fisio, y, si se les paga, que se regule... La gran mayoría de las jugadoras que están cobrando no tienen un contrato, lo que implica que no están cotizando. A nivel de salud, que haya reconocimientos médicos en condiciones antes de comenzar la competición para todas, que en los partidos haya ambulancias... Creo que son cuestiones básicas. Y luego los clubes querrán otros tipos de ayudas, estructuras y más visibilidad en los medios para que podamos potenciar y promocionar nuestro deporte, que es fundamental.
Estos problemas, ¿son del fútbol sala en general o hay diferencias entre la categoría femenina y la masculina?
Bueno, creo que las mujeres lo tenemos un poco más complicado. Te pongo un ejemplo: acaba de salir la noticia de que la Liga Nacional de Fútbol Sala está buscando el mejor quinteto de sus treinta años de historia. Claro, tienen fotos, vídeos... Nosotras no podemos hacerlo porque no tenemos memoria histórica guardada. No tenemos registros porque nunca hemos tenido difusión. Creo que deberíamos poder tenerlo todo guardado para poder tirar luego de historia y poder mostrarla. Y sí, los jugadores de fútbol sala van por su tercer convenio colectivo y tienen una relación regulada con los clubes que se respeta: necesidades y condiciones básicas, obligaciones y derechos para ambas partes. Nosotras no tenemos nada, no existe. Esto lo hablamos mucho entre nosotras, que no es que queramos ganar lo mismo que ellos, sino que se nos reconozca el trabajo y cobrar un salario por ello como ocurre con cualquier otro trabajador. Aquí, estás ejerciendo una profesión y no está compensado; para ellos, sí y para nosotras, no.
A pesar de todos estos problemas, me ha dicho que la competición y la selección española son de las mejores del mundo. ¿Es talento y trabajo desaprovechado?
Creo que es un tema cultural de la sociedad, aunque está empezando a cambiar. ¿Se puede aprovechar más? Claro, pero quienes estamos detrás de las pantallas o tenemos que ir a ver los partidos también tenemos que cambiar nuestra mentalidad. Parece que solo se habla de fútbol, pero luego es lo que todo el mundo ve. Hay que empezar a cambiar el consumo mostrando otro tipo de deportes y poniendo también al deporte femenino en primer plano y con retransmisiones de calidad. Ahora con la entrada de Luís Rubiales como presidente, ha habido bastantes cambios positivos y ha mostrado su compromiso con el fútbol sala femenino. Desde su llegada, la Federación está apostando por el deporte femenino; solo llevan un año, pero se están empezando a hacer y ver cosas. A paciencia no nos gana nadie y hay mejoras que están empezando a llegar, pero hay que construirlas con cimientos sólidos, sabiendo qué hacer y cómo hacerlo, que no se construya sobre una burbuja.
En 2016 hubo un punto de inflexión negativo, que fue cuando se anunció que ningún país quería acoger el Mundial y no pudo celebrarse. Tres años más tarde, se celebra la primera Eurocopa reconocida oficialmente por la UEFA.
Siempre nos decían que el Mundial iba a a ser oficial, pero nunca llegaba a serlo, por eso la entrada de la UEFA ha sido muy importante. En Asia, tienen la Copa de Asia cada dos años, que es oficial, y, teniendo la europea, va a ser más fácil tener una competición oficial a nivel mundial. Si el resto de confederaciones ya están trabajando en crear su propia competición, van a tener a las selecciones organizadas y el fútbol sala va a estar más desarrollado. Creo que ha sido fundamental que se haya hecho oficial la Eurocopa porque, por ejemplo, gracias a eso se han creado de diez a trece selecciones nuevas. También era muy discriminatorio que existieran competiciones oficiales de fútbol sala masculino, pero no hubiera ninguna de femenino. O que no se creen programas de desarrollo, porque se habla de la mujer en el mundo del fútbol y nosotras también lo somos. Aunque es un deporte en sí mismo, también es una modalidad del fútbol, por lo que tenemos que tener también nuestro espacio, que se nos mire, se nos atienda y se desarrollen proyectos para nosotras.
Ganar la Eurocopa, ¿ha supuesto un antes y un después para el fútbol sala femenino o es demasiado pronto?
Bueno… Sí. Creo que ha sido positivo. Las niñas han visto que las mayores son campeonas y que ellas también pueden serlo, que pueden jugar en la selección y disputar una competición oficial. Hombre, habría sido ya espectacular que se hubiera retransmitido porque habría sido muy importante visibilizar ese éxito. Luego la Copa de S.M. la Reina celebrada en Burela fue también increíble, hubo un nivel brutal y el pabellón estaba lleno, así que espero que la gente empiece a acudir a los pabellones a ver fútbol sala femenino y que lo disfruten porque hay mucho nivel en este país, pero tenemos que tener un espacio para que nos vean.
¿Cree que hay razones para el optimismo?
Sí. Yo soy muy optimista y no veo ningún inconveniente para que no sea posible, lo que pasa es que a veces tenemos un poco de resistencia al cambio. Yo creo que hay que probar y, si nos equivocamos, veremos qué modificamos, pero los cambios hay que hacerlos. Dicen que lo que no mejora empeora, ¿no? Bueno, pues vamos a tratar de mejorar que seguro que algo bueno sale de ahí.
Hemos fundado la Asociación Cultural Amigas de Contexto para publicar Ctxt en todas las lenguas del Estado. La Asociación es una entidad sin ánimo de lucro que también tiene la meta de trabajar por el feminismo y la...
Autor >
María Cappa
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí