El acceso al mercado laboral para jóvenes graduados ha mejorado durante los últimos años de la mano del avance en los indicadores del empleo y el crecimiento económico. Pero, al igual que ocurre en Europa, en España todavía existe una brecha de oportunidades muy marcada entre el norte y el sur del país, con una diferencia que puede llegar a los 30 puntos porcentuales en función del lugar en el que se resida.

Así lo demuestran los datos sobre integración laboral de los trabajadores de menos edad que Eurostat, el portal estadístico europeo, ha actualizado recientemente, y donde se  recogeque mientras el 90,6% de los jóvenes de entre 20 y 35 años con al menos un título de secundaria está trabajando en Navarra, en Extremadura apenas lo hacen seis de cada diez.

Para realizar esta aproximación, Eurostat tienen en cuenta a todas las personas de este grupo de edad que no estén formándose y que hayan obtenido su titulación en los últimos tres años, lo que permite acotar el análisis a perfiles como los de aquellas personas que, por ejemplo, buscan su primer empleo tras acabar sus estudios. 

Otras Comunidades que, al igual que Extremadura, se mueven por debajo del 70% de empleabilidad entre jóvenes graduados son Valencia (69,8%), donde además la tasa ha descendido respecto de años anteriores, Castilla La Mancha (69,3%), Andalucía (66,3%) y Canarias (64,6%).

Por el otro lado, País Vasco, Cataluña, Madrid, Aragón y Castilla y León tienen al menos a 8 de cada 10 jóvenes con una titulación reciente ocupando un puesto de trabajo, lo que sitúa a estas regiones por encima de la media nacional.

En el conjunto del país, tres de cada cuatro jóvenes (75,4%) tenían un empleo a cierre de 2018, un porcentaje 3,5 puntos superior al que se registró en 2017. La mejoría también es muy palpable si se usan como referencia los datos de los últimos meses de la recesión: en 2014 y 2015, la tasa de empleabilidad de jóvenes graduados apenas llegaba al 65%. 

Según los datos de Eurostat, estas diferencias geográficas en el nivel de integración laboral de los jóvenes también se reproducen en Europa, con un patrón norte-sur todavía más acentuado que en España. Estados como Alemania o Países Bajos tiene a más del 90% de sus recientes graduados ocupando algún puesto de trabajo, mientras que en Grecia e Italia el porcentaje no supera el 57%. 

Centroeuropa es otra de las regiones donde existe una tasa de acceso al empleo muy alto para jóvenes que acaban de conseguir una titulación, situándose por encima del 85% en República Checa, Austria o Hungría. Por su parte, en los países nórdicos se mueven entre el 80% y el 85%. 

Dentro de la tendencia comunitaria, y a pesar de la notable mejoría de los últimos años, España todavía se sitúa en el cuarto puesto por la cola en este ámbito: en el conjunto de la Unión Europea, la media de personas de entre 20 y 35 años que ha encontrado un empleo al poco tiempo de graduarse se sitúa en el 81,7%, mientras que en nuestro país se encuentra en el 75,4%, más de 6 puntos por debajo.

Otros países que no pasan por poco el corte de la UE son Francia (78%) –por las malas tasas en su zona sur– y Portugal (80,6%).