Gobernándose encima V
Mille e treeee
La agresividad de la ley ante el juego de azar no lo va a ser tanto. Lo que habla de la fortaleza y la capacidad de presión del sector, gran inversor, por otra parte, glups, en medios de comunicación
Guillem Martínez Madrid , 23/02/2020
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1- Pues aquí me tienen, en el Congreso, en el que se debate fieramente sobre la 18 autonomía, VenezuelaZzzzzz, mientras tengo los cascos puestos y escucho Don Giovanni, de Mozart. Concretamente, Madamina, il catalogo è questo, pieza divertida y pegadiza en la que Leporello, el criado de Don Juan, le suelta a Donna Elvira el Excel con todas las seducciones consumadas por su amo. Llegado a un punto, se produce el clímax musical y estadístico de la pieza, a través de estos versos: “In Italia seicento e quaranta, / in Alemagna duecento e trentuna, / cento in Francia, in Turchia novantuna. / Ma in Spagna... / ...ma in Ispagna son già mille e tre. / Mille e tre. / Mille e treeee”. Vamos, que repite dos veces Spagna y, luego, hasta tres veces esa cifra gansa, “mille e tre”. En la última, además, va y se recrea, “mille treeeeee”. De lo que se deduce que mil tres/mille tre no es una cifra abultada, sino algo abultado e importante. La exposición de una excepción. De un fenómeno o rareza esp. No es el donjuanismo. El donjuanismo sólo es el tema del Don Juan de Tirso y el de Molière. El de Mozart, Byron o Zorrilla es la rebeldía. Lo que hace Mozart es, por tanto, hablar de otra cosa. Decir, simplemente, que algo raro pasa en Esp. Y mucho. Hola, me llamo Martínez y les voy a explicar esta semana MAD y, por el mismo precio, intentaré, si tengo narices, explicarles una originalidad Esp. Una de sus mille e tre. Un factor político escondido detrás, en el momento en el que escribo la ‘s’ del palabro ‘detrás’, de VenezuelaZZZZ, que está saliendo del armario y que hace a Spagna diferente de, pongamos, Italia, Francia, Alemagna y, quizás menos, Turchia. Para acabarlo de liar, igual mento algún fragmento del Don Juan de Zorrilla, que lo tengo muy a mano, en tanto la calle Zorrilla está aquí, al lado del Congreso.
2- Va, un spoiler. El mille e tre escondido detrás de Venezuela está escondido detrás de cosas más inquietantes desde 1874. Por lo que, si han esperado siglo y pico, podrán esperar cinco minutos, supongo. Así que empezaré hablándoles de il catálogo político de la semana, para desparramar el mille tre a partir del punto 15. Il catalogo, en todo caso, è questo:
3- Esta semana han colado lo de la tasa Google y la tasa Tobin. Sorprende cómo cuelan con facilidad temas tabú, innegociables hace poco, cuando eran utopías comunistas ahora avaladas, como queda claro, por la Comisión UE. Esta facilidad para violar tabúes igual habla de lo que se esconde detrás de los tabúes. Tras el susto de destrozarlos –como bien sabe Don Juan y, pongamos, duecento e trentuna alemanas– no suele suceder nada. La tasa Google supondrá –si finalmente cuela; en Francia aún no se sabe si ha colado; ma in Spagna se sabrá a finales de año, cuando seremos otros y, tal vez, nos importe una higa la tasa Google– ingresos por 1.000 millones de euros. Vamos, un 3% de las transacciones. Mucho más que el 0% anterior. Pero en términos absolutos, poco. La cosa Tobin supondrá a su vez el 0,2% sobre el monto de la compra-venta de algunas acciones. Para situarnos, y para ir calentando el punto 8 –que me tiene más quemado que la moto de un hippy–, los ingresos por los impuestos de tabaco suponen unos 9.000 millones anuales. Ñaca. Si los fumadores nos agrupáramos y autogestionáramos, podríamos ser una potencia económica capaz de implantar la renta básica universal y, con lo que sobrara, trasplantar los pulmones del 100% de la población de varias CC. AA., en una sola mañana.
Esta semana han colado lo de la tasa Google y la tasa Tobin. Sorprende cómo cuelan con facilidad temas tabú, innegociables hace poco, cuando eran utopías comunistas ahora avaladas por la Comisión UE
4- Trabajo, el único ministerio que va a tutiplén –otro indicio de que las derechas no están aún finas, por lo que no saltan al cuello de los ministerios modositos–, ha derogado los puntos de la anterior reforma laboral que posibilitaban que te despidieran por acumulación de bajas –menos de mille e tre; incluso, ha pasado, una–. Es importante. Recordemos que, durante el Rajoyato, el modelo económico esp, a la espera de que la construcción levantara la cabeza, era la hostelería y los servicios, cuyo beneficio se sustentaba en el salario. Es decir, también y sobre todo en el miedo a perderlo, que consiguió hacer del asalariado un autónomo, el único mamífero que nunca enferma. Hoy, a la espera de que la construcción levante la cabeza, se están realizando políticas efectivas por el sindicalismo y contra el miedo. La derogación de la anterior reforma laboral será, no obstante, lenta. Por la lentitud de las izquierdas en el Estado desde el 45 –desde los 70, en Europa, además, sólo son rápidas, snif, las contrarreformas–. En este caso, por miedo a crear un vacío legislativo al respecto, me dicen. El do de pecho del ministerio será un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Ya les explicaré cuando asome la pata.
5- Empiezan las turbulencias en la fuerza. Carmen Calvo, me aseguran, ha filtrado la Ley de Libertad Sexual, el do de pecho de Igualdad. Lo que ilustra fricciones entre Igualdad, Justicia y, lo dicho Calvo, una suerte de ama de llaves de Rebecca –que no vierte su fidelidad sobre Rebecca, sino sobre Sánchez–, pero que habla por los codos, lo que le impide ir por la mansión con el candelabro en la mano. Y, aún menos, en el codo. En todo caso, todo ello apunta turbulencias también entre PSOE y UP. Que se han saldado con ejercicios de disciplina y responsabilidad por parte de UP. “Disciplina” y “responsabilidad” en política es lo que en un bar o en un acelerador de partículas se denomina “envainársela”. “Ejercicio de responsabilidad del pueblo esp”, por la tanto, ni te digo lo que significa. Con todo ello, entramos de cabeza, me temo, en el punto 7, si bien, para ello, deberemos pasar por el 6, como indica de manera inflexible el protocolo.
Empiezan las turbulencias en la fuerza. Carmen Calvo, me aseguran, ha filtrado la Ley de Libertad Sexual, el do de pecho de Igualdad
6- Las filtraciones impiden el análisis. Es decir, te orientan el análisis. No obstante, cabe señalar dos cosas de la ley de Libertad Sexual. Una es a) su título. No es Ley contra la Violencia Sexual, sino lo dicho, una ley por la Libertad Sexual, un concepto más positivo y noble y cotidiano. Es decir, elige en su nombre artístico un itinerario poco sensacionalista y/o crispado, es decir, poco populista. Por otra parte b) el texto parece optar por lógicas no punitivas. Por no solucionarlo todo con trullo, ese llenapistas esp ante cualquier problema. O, incluso, no es el caso en este caso, ante cualquier no-problema. Lo que aleja, otra vez, la cosa populismo. Es decir, lo que augura más incidencia efectiva que informativa. Yupi. Ya veremos. Ahora sí, el 7.
7- Hola soy el 7 y vengo a hablarles de la cosa Juegos de Azar, el gran qué del ministerio de Garzón. Lo que tenía que ser un antes y un después parece que está pasando a ser un mientras-tanto. La agresividad de la ley ante el juego de azar –una gangrena, en ocasiones un sustitutivo, en esta crisis y entre las clases humildes, de la heroína en la de los 70; es un fenómeno también que integra a un amplio número de menores– no lo va a ser tanto, y de manera poco determinante. Lo que habla de la fortaleza y la capacidad de presión del sector, gran inversor, por otra parte, glups, en medios de comunicación. O, lo que es lo mismo, de la debilidad, se supone, ante esa capacidad de presión por parte de un ministro de UP/IU. En este caso, una persona honesta y con muebles, que debería explicar en voz alta –no sé si hacen eso los gobiernos hoy en día; no se pierdan el punto 9– las cabezas de caballo que se ha encontrado en su cama en el último mes. El raje ante el tema habla de la gravedad de otro tema, la presión –es decir, EL tema en un Gobierno de izquierdas; que en Esp, me temo, serán dos: ese y la cosa tribunales– del que, a falta de 100 días completitos de Gobierno, hay que arquear las cejas ante el hecho de que suceda eso tan pronto y en un Gobierno moderado, con el OK de la Comisión. Todo ello da más canguelo si pensamos en el punto 8.
8- El ministro de Sanidad –Illa, PSC– ha lanzado un globo sonda sobre un endurecimiento de la Ley Antitabaco. Las leyes antitabaco no son solo leyes sanitarias al uso, como su nombre indica. Son leyes que dibujan una época y un tipo de gobiernos. Inquietantes. Gobiernos que han meditado su capacidad de incidencia ante la presión, de manera que ejercen la autoridad en el ámbito de la vida privada de la ciudadanía, y no en la vida pública de las empresas de juego, la banca, el IBEX o la Justicia, por citar mamíferos con mayor capacidad de presión que yo, un fumeur full time, al punto que podría cantar boleros. La Ley Antitabaco, y su primer endurecimiento, verbigracia, es obra de ZP. ZP, recordemos, retiró las tropas de Irak, creó el derecho al matrimonio homosexual –una ampliación de derechos descomunal, un paralelo a lo de la eutanasia–, la Ley de la Dependencia –sorprendería que esa innovación de la socialdemocracia no se haya aplicado en otras democracias, si no fuera porque sorprende más que no se haya aplicado en esta– y, después, más expuesto a las presiones –del FMI, de la Comisión, de USA–, fue el autor del primer y gran capítulo de la austeridad, y el autor de la reforma constitucional exprés que, de hecho, impide el bienestar. Mosquea, en ese sentido, que ZP sea un referente del Gobierno. Más, incluso, en UP que en PSOE, esa cosa sin más referentes que los que se va topando de morros. Por todo ello cabe tener presente que el sello de la consciencia de un gobierno de no gobernar salvo sobre los débiles, sobre los que se dejen o los que no puedan evitarlo, por aquí abajo son las leyes antitabaco. Socorro.
Se amplía la estética Checkpoint Charlie de las vallas de Ceuta & Melilla. Es decir, su efectividad. Es decir, su desmesura inhumana
9- Más indicios sobre la mentalidad gubernamental por dibujar. Se amplía la estética Checkpoint Charlie de las vallas de Ceuta & Melilla. Es decir, su efectividad. Es decir, su desmesura inhumana. PSOE, por sus vivencias en el seno del Estado, no tendrá problemas para encajar eso. No así UP, que al parecer optará por la disociación cognitiva. UP Congreso estará en contra, mientras que UP gobierno estará por la responsabilidad y la disciplina esa. El Gobierno de coalición, parece, está optando por la tradición local de las izquierdas post-78, formulada por Felipe González en el 85, cuando dijo, por la cosa referéndum OTAN, que “una cosa es el partido” –bueno, en este caso, dos–, “y otra, el Gobierno”. Lo que también es una poética para evitar presiones. Internas. Que son las que molan. Anyway, Hablamos de los puntos 7, 8 y 9 tras 100 días de gobierno, a ver. El Gobierno nació el 7 de enero, por lo que eso será, según mis cálculos, exactamente el martes 107 de enero, San Mel Brooks en el calendario gregoriano.
10- El tema venezolano sigue fluyendo. En la actualidad, hay seis causas judiciales por lo del encuentro Delcy-Ábalos. Un encuentro entre una dama y un caballero no suscitaba tantas causas judiciales desde Jack el Destripador. A partir de una de esas causas es posible que vean la luz las grabaciones de la conversación entre Delcy y Ábalos, lo que pondría en un serio aprieto a Ábalos, en su casa al menos, en el que caso de que se demuestre que Delcy haya dicho: “Abi, ponte lo que te compré, nene”. Si les gustó la judicialización de la política, les gustará, en fin, la judicialización de la nada. Y ya que estamos, en el punto 11 les resumo las novedades de la leal oposición. Si bien el pasodoble, en los últimos 3.000 años, ha sufrido más novedades.
El tema venezolano sigue fluyendo. Un encuentro entre una dama y un caballero no suscitaba tantas causas judiciales desde Jack el Destripador
11. Casado fue a Moncloa. Por “respeto institucional” –ha llegado un punto en que esa gente hace lo obvio, ducharse o desayunar, por respeto institucional–. En el encuentro con Sánchez no hubo ningún punto de aproximación en nada –no lo hubiera habido ni en un jacuzzi, topos en el que todo el mundo suele estar de acuerdo, al menos en lo del jacuzzi–, y tras el encuentro Casado volvió a situar al PSOE –es decir, al objeto más próximo al Estado por aquí abajo– fuera del constitucionalismo. Lo que puede ayudar a dibujar el constitucionalismo. Nace, en su vocabulario y excesos éticos y estéticos, en la segunda legislatura de Aznar. Sin ser infiel a sí mismo, ha ido evolucionando con las derechas europeas, USA y –esta es su ulterior originalidad– sudamericanas. Consiste en una meditación sobre las minorías. No existen, están equivocadas o son unos indios de XXXXXX. Es la construcción de una mayoría hegemónica que no dialoga ni en la oposición. Es decir, que nunca es la mayoría pero que a veces gobierna. Se considera la nación y la democracia. Por lo que visualiza lo demás como anecdótico, peligroso o fuera de la nación y la democracia. El constitucionalismo es el procesismo, pero con Estado. Ya que ha salido el palabro procesismo, nos vamos pitando al punto 12. Pero, antes, otra cosa importante: C’s y PP se han unificado, electoralmente, en Euskadi en modo chungo, y en Galicia en modo nada. A la espera de ver lo que hacen en Cat, ahí queda esta meditación, hermanos: las derechas no están para coaliciones. O se unifican después de elecciones y de forma momentánea, como en Andalucía o MAD. O se unifican, vía congreso o huída en masa, en el PP. Vox, se nos olvida, nació para unificar a las derechas en el mismo sitio, pero en otra latitud, más a la derecha.
12- Se ha dado fecha a lo de la Mesa Gene-Gobierno. Será el 26E. En lo que es una metáfora, ha costado un güevo fijar la fecha. Torra tenía la agenda saturada, cosa rara cuando aún no ha empezado la temporada de ejercicios espirituales. Hay serios indicios de que la Mesa no servirá para nada hasta que ERC gane las elecciones CAT y sea Gene. Si las gana. De hecho, la Mesa será utilizada por JxC para hacer campaña electoral. Que en Cat consiste en emitir mitos, en modo PP/C’s/Vox. Pero en cat. Es decir, que JxC hará todo lo posible para cargarse la Mesa. Algo que trae al pairo a, lo dicho, JxC, pero también al Gobierno, que no perderá nada ante un ejercicio de sobreactuación procesista. Los únicos interesados en que todo fluya es UP-Comuns y una de las mil personalidades de ERC. ERC, en general y en este momento, no se chuta, o se chuta poca propaganda procesista. Pero toma cada día mayores dosis de metadona propagandística, por lo que puede volver a acabar en la calle viendo cosas que nadie ve. La presión para ello será inaudita. El 29F Puigde se baja a Perpinyà, la Cat que cocina con mantequilla, a inaugurar la nueva etapa Procesista-Pimpinela, en la que JxC y ERC –menos– se chorrearán de lo lindo. En lo que es un trailer, se ha formado un nuevo grupo, Independentistes d’Esquerra –en algún caso, ex-militantes de ERC que se han pirado–. El primer punto de su manifiesto es el apoyo a la derecha JxC, cada día más próxima a objetos derechistas y populistas europeos. Yupi. Para concluir este punto 12 en todo lo alto les paso un momento estético procesista I+D. El procesismo, que iba a conseguir la indepe en 18 meses, ha solicitado a RENFE que prorrogue su concesión de Cercanías 15 años, en vez de que las asuma la Gene. Lo que indica lo que es el procesismo: pirotecnia para poder hacer lo que todos los gobiernos sueñan. Nada.
13- Es posible que ERC vertebre en la Mesa una inteligencia jamás observada con anterioridad, y que eso dé unos resultados imprevistos, un jalón en el tema territorial como nunca antes se ha visto. Como es posible que Pablo Motos lo deje todo, se autoinculpe y se vaya de eremita. No sé. Ya veremos. Lo que nos lleva al PNV y nos aproxima al tema mille e due.
El procesismo, que iba a conseguir la indepe en 18 meses, ha solicitado a RENFE que prorrogue su concesión de Cercanías 15 años, en vez de que las asuma la Gene
14- PNV, en el desarrollo del pacto con PSOE, ha colado la transferencia de 32 competencias fijadas en el Estatuto de Guernika. También ha pactado, no la asunción de la Seguridad Social, sino la posibilidad de empezar a discutir esa posibilidad en 2021 y en modo vasco. Esto es, con cara de tipo serio, casi cabreado, que va al turrón. Si esto de la SS llega a puerto –vasco– sería, en todo caso, un jalón en la cosa territorial. Algo que, sin serlo, se pareciera a un Estado federado. Lo sería completamente si se aplicara algo de lo que no solo no se habla, sino de lo que no se puede hablar desde 1874. El reparto de la soberanía.
15- En 1868 se produjo la tardía, pero completita, primera revolución democrática esp. Y, con ella, un descubrimiento. El descubrimiento de que la democracia, por aquí abajo, iba unida a la descentralización. A mayor democracia, menor centro. Tras un intento de monarquía constitucional, la cosa se intensificó con la I República, muy sexy. Un intento, breve, de repartir la soberanía entre el Estado federado y la federación. No sólo no se permitió, vía golpe de Estado, sino que, desde 1874, todos los textos constitucionales, y para-constitucionales, como el Fuero de los Esp, intentan paliar el federalismo, a partir de la formulación de la “indisoluble unidad de la patria” esa, establecida en la Constitución de 1876, y que viene arrastrándose, desde entonces, con pocos cambios léxicos, incluso. La CE78 no es una excepción. La idea, con eso de la unidad, no era frenar procesos de indepe –que como que no–, sino el reparto de la soberanía, la descentralización, la democracia. Repartir la soberanía es un buen invento. Protege a un Estado de los excesos del centro. Y al centro de los excesos puntuales de un Estado. Obliga a discutir. Canaliza las discusiones y las somete a ley. Nos hubiera protegido, a los chicos y chicas cat, de los excesos antidemocráticos de los frikis procesistas y de los frikis constitucionalistas, que no hubieran podido darnos la matraca con que la soberanía era sólo suya, y que la democracia es una sola soberanía, que no se reparte, o baja San Dios y nos da para el pelo. El procesismo, en fin, si se fijan, no aporta una idea de soberanía diferente a esa idea de soberanía antidemocrática de la
Restauración.
16- La cosa mille e tre, la originalidad española, es la congelación de ese descubrimiento democrático durante chorrocientos años. En el 78 tampoco se descongeló. Pero se crearon dinámicas para que un día pasara eso. Si la cosa autonomía pitaba, algún día se podría llegar al reparto de la soberanía. Es decir, al federalismo. El chiste es que la cosa se volvió a congelar en 1981 –duró, por tanto, un poco más que en el XIX–, con el golpe de Tejero y la subsiguiente LOAPA –se dice rápido–, que frenó el proceso de transferencias. Las 32 competencias que reclama el PNV son el sello de eso, el sello de varias décadas sin más competencias que las que caían cuando apoyabas una investidura de Gobierno.
17- ¿Cuánto puede durar un Estado congelado? Igual o más que un mamut congelado. Pero con otras consecuencias, más dramáticas, si pensamos que el mamut está pajarito, mientras los ciudadanos de un Estado no lo están necesariamente.
18- Si se piensa que el congelamiento centralista es el ingrediente que ha garantizado la cocción de la cosa Cat, se acertará. Pero no del todo. Nos quedaríamos cortos. La planificación territorial, algo que para que funcione debe responder a la cultura democrática, es decir, a la descentralización descubierta en el XIX, no es democrática desde el XIX. Lo que ha creado un centro fuerte. Descomunalmente fuerte. Un centro que no observa la periferia. No la entiende. No la tiene en cuenta. El resultado histórico de ello es la España vacía, trade-mark con el que se conoce un fenómeno político, consistente en que el centro no ha planificado más crecimiento que el del centro. Consiste en un Estado –central; el Estado se define así, cuidadín, en la sentencia de 2010 del Estatut–– con amplios territorios sin planificación territorial. Ahora mismo, diría, sólo hay una planificación territorial en las dos autonomías forales –no poseen soberanía, pero sí capacidad de Estado para la planificación–. Y, en menor medida, y de manera caótica, y como resultado colateral, en el centro.
La planificación territorial, algo que para que funcione debe responder a la cultura democrática, es decir, a la descentralización descubierta en el XIX, no es democrática desde el XIX
19- A ese hecho catastrófico se le suma el fracaso autonómico. Las autonomías no forales han reproducido el centralismo para evitar el reparto de poder. Con resultados catastróficos en la planificación territorial. En Cat, por ejemplo, Pujol se peló el Àrea Metropolitana de Barcelona, institución que debía planificar la gran BCN, pero que podía suponerle un contrapoder. Por lo mismo, no se ha descentralizado Cat, que posee áreas que ya podrían ser llamadas Catalunya Vacía.
20- Y también pesa, y mucho, el modelo económico aznariano –que aún hoy disfrutamos cada día–, consistente en un MAD capital de la globalización en castellano. Un centro iberoamericano financiero, superpuesto al centro de poder esp. Ambos están sustentados en una idea de negocio, a su vez, camuflado en una idea de nacionalismo. Vamos, que el poder político, económico y financiero, y el centro de un sistema radial de transportes –es decir, planificado con el XXXX, es decir, con la bandera– está todo, intensificado, en un mismo sitio. Lo que crea un territorio grotesco.
21- Sobre lo grotesco. Las zonas industrializadas –pocas en el XIX– son el destino de la inmigración interior, que se intensifica en el XX, bajo el desarrollismo franquista. Pero lo llamativo es que eso sigue intensificándose, ya sin industria, y más en MAD, a finales del XX. Con el Aznarato. Así, núcleos de suburbios de MAD han visto crecer su población, mientras que capitales de provincia de la Esp vacía han visto decrecer la suya en la misma proporción.
22- Lo que repercute también en ciudades grotescas. Superpobladas, sin planificación, caras, y que deben asumir a los habitantes del centro de las grandes ciudades, que tampoco pueden pagar la propiedad o el alquiler en un territorio no planificado, receptor de inmigración y también abandonado a su suerte. Llamamos suerte a esa cosa que es mercado, nacionalismo, no-planificación y desregulación.
23- Vamos, una juerga.
24- Sin –creo– saberlo, la Esp vacía, formulada como rumor o movimiento político en Teruel, o en las ulteriores reclamaciones autonómicas en el antiguo reino de León, dibujan ese quejido democrático ante la congelación de un Estado desde 1874, ante una planificación del territorio democrática y sostenida, incrementada en su congelación con el franquismo y las aportaciones del constitucionalismo, que no cesan. No creo que sea un problema de identidad o nacionalista. Son, simplemente, quejidos ante una dinámica que se ha convertido en sistema, en modelo de país. Sería sensato que derecha o/y izquierda dieran respuesta a estas demandas, a través de la posibilidad, y la planificación, de otros polos de influencia interconectados. Pero la tradición de más de un siglo consiste en congelar más aún el tema. O, incluso, hacer cruzadas polares de congelación.
25- Quizá eso mismo es lo que está sucediendo en Andalucía, con la reconversión de lo que allí era Podemos en un partido nacionalista andaluz. Que puede sumarse a las dinámicas de los nacionalismos periféricos, muy sobadas. O puede, si pita, decantar la balanza hacia criterios de reparto de soberanía y de planificación democrática del territorio. En caso de que aún sea posible. Por aquí abajo no va a pasar nada importante, en lo territorial, sin Andalucía –como, glups, ya se vio en las últimas elecciones autonómicas andaluzas–. O sin la Esp Vacía, que puede decidir si el futuro político es el motín continuo frente a un Estado congelado. El congelamiento es su mille e tre. Después de más de un siglo, su particularidad. Mille e tre. Mille e tre. Mille e treeeee.
26- Dicho lo cual, con tanto congelamiento, tengo frío. Por eso he llamado al señor Cheng, de El Colmado de Manolita Cheng, para que me traiga una bufanda y un chupito de anticongelante al Congreso. Cuando llega me dice: “Clamé al cielo y no me oyó. / Mas si sus puertas me cierra, / de mis pasos en la Tierra /responda el cielo, y no yo”. Por mi parte, le cojo su mercancía y le contesto: “Yo a las cabañas bajé, / y a los palacios subí, / y en todas partes dejé /memoria amarga de mí”. No declamamos el Don Juan por motivos baladíes, sino que es un sistema en clave para que no nos entienda la vecina divine, que la tengo sentada a mi vera. Empiezo a creer que no es casualidad, sino que me sigue a todas partes. Cheng y yo empezamos a hablar así hace una semana, de hecho, cuando la vecina divine empezó a decir que Cheng no le gustaba un pelo, y que ese pelandrusco me estaba tirando los tejos. Sí, amiguitos, me he metido en el pack celos-patológicos. Soy un genio. Deséenme suerte. Si la cosa se pone chunga, ancha es Castilla –vacía–.
1- Pues aquí me tienen, en el Congreso, en el que se debate fieramente sobre la 18 autonomía, VenezuelaZzzzzz, mientras tengo los cascos puestos y escucho Don Giovanni, de Mozart. Concretamente, Madamina, il catalogo è questo, pieza divertida y pegadiza en la que Leporello, el...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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