El Decamerón VI
Jornada sexta. Coronavirus y corona a secas
La deuda es del 95,5% del PIB. Pero el año pasado, en esta misma fecha, era del 99%. El descenso en el endeudamiento ofrece 50.000 euros para el plan social
Guillem Martínez Madrid , 16/03/2020
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1- Las calles de MAD parecen la Biblioteca Nacional. No hay nadie. En el súper han desaparecido las trufas blancas y las angulas baby. Es más, creo que nunca hubo de eso en este barrio desde el Pleistoceno. Lo del papel higiénico sigue siendo una guasa. La única explicación es que lo controla una offshore del rey emérito. A lo largo del día he sentido signos de nerviosismo y desazón. Normales, si pensamos que el cartel que les endoso como foto de este artículo no es otra cosa que el estanco que, a inicios de la crisis, me designó la OMS. Para darle un palo al mono he redoblado las prácticas deportivas en mi piso. Hoy, jai-alai. Que combino con las actividades físicas comunales en mi bloque. De 9 a 10 am, debidamente asesorados por un vecino del INEF, nos reunimos en la azotea y practicamos tantra. Doña Reme, pensionista y decana de la comunidad, está recogiendo firmas para ampliar la actividad 8 horas más al día. He intentado firmar, por bienqueda, pero me temblaba el pulso y veía borroso.
2- Por lo demás, siguen los contagios. Seguimos a 1.500 diarios. Que sigue siendo un nivel fundacional, de inicio de peli de zombies. Se prevén inflexiones en la curva de infectados el 15 de abril. Si bien, poéticamente, molaría que fuera el 14. La UE no pita. Cada Estado ensaya su terapia de choque. Desde el laissez faire de UK –rayos, no es UE; no me acostumbro; borren eso–, al faire à tutiplain, es decir, cerrando fronteras, de Alemania sus vecinos del Este y, ahora, Esp. En Esp sólo permanecerá abierta en Gibraltar y Andorra. Por lo que igual, en subidón, me planto ahí a por Marlboro. El cierre de fronteras es una poética, me temo. Es un comunicar a la población que vamos-en-serio. Por eso mismo, era una demanda de todas las ultraderechas locales en Europa. Es la primera demanda que piden cuando hay crisis sanitaria, pero también cuando no la hay. Habiendo aislamientos locales —cada uno en su local/piso–, igual es anecdótica, no lo sé. Los aislamientos, los confinamientos, se revelan como una medida barata para evitar curvas pronunciadas de contagio. Es decir, para evitar la congestión de las UCIs y de los respiradores. Para salvar la vida de nuestros padres, vamos. Todo el mundo quiere salvar a su madre y a su padre. Salvo, tal vez, Felipe VI. Va llegando, no obstante, información de Corea, el único Estado que ha apostado por el no-aislamiento. Y el que con mayor velocidad ha visto decaer la infección. Lo que nos lleva al punto 3.
3- En Corea se ha optado por la transparencia –un valor democrático, como lo es no restringir la libertad de circulación, que tampoco lo han hecho– y la tecnología –tests, dos apps; una para la ciudadanía, otra para sanitarios; en Italia, por cierto, también disponen de app; la Gene ha sacado una; ayer, al menos, no pitaba; el Ministerio ha sacado web con el test que te hacen por teléfono, para no colapsarlo; no sé si pita–. Es decir, pasta. Mucha. Lo que explica cambios en esta crisis. Europa, como desde 1918, juega donde siempre, en Segunda. No está mal. Es un sitio apañado. Pero la Premier ha pasado de USA a Asia. La Premier es, en fin, la capacidad de gasto inaudito ante una plaga o el bombardeo de Pearl Harbor. Y en Asia disponen ya de más medios. El hecho de que China aporte ayuda humanitaria y material a Italia es un símbolo visual. Que explica que, respecto a 1945, en 2020 son otros los que mandan chocolate, chicles y medias de nylon. Somos Italia. Y combatimos la cosa con lo que tenemos a mano –confinamiento–, y con la ayuda del amigo chino. USA está viviendo su 1918 europeo. Por lo visto, duele. Yo ni me acuerdo.
4- En Italia, por cierto, se ha ultimado el plan social. No será el último, pinta. Como decíamos ayer, 25.000 millones. Con lo que el déficit pasa del 2,2 al 3,3. Algo impensable no sólo hace 10 años, sino hace 10 días. Unos 3.500M para sanidad y protección civil. Unos 10.000 para la cosa empleo –se deja un tanto en pelotas a los parados; en Italia recibes subsidio de paro a tenor del número de contratados en cada punto de trabajo; pequeña empresa, chungo–. Se dan unos 600 euros a cada autónomo. Se congelan las hipotecas, se suspenden temporalmente impuestos para empresas. Se crean líneas de crédito barato –como en Alemania, donde se adjetivan esos créditos como “ilimitados”–. Se aumentan en 15 días más los permisos parentales de trabajadores, y el bono baby-sitter –una pasta para cada familia, para pagar canguros–. Se da otro bono extra a trabajadores sanitarios, y se dan fondos a empresas para evitar despidos. No es una Renta Básica formal. Pero muchas formas de subsidio convergen en eso. Además, lo dicho, no está claro que este sea el último pack de medidas. Esto durará. En Italia –único país que supera a Esp en contagios–, la cosa va para largo.
5- En Esp se establecen líneas de crédito por 20.000 millones para empresas, autónomos y PYMEs. El sector turístico recibirá otro pack a través de la línea Cook. Pensaba que aludía al Capitán Cook, que al final de su vida enloqueció y, además, se lo comieron en Hawai con patatas, lo que es un retrato de la situación. Pero alude a Thomas Cook, un pufo de un mayorista turístico británico. Los militares están por las calles. Por lo visto están actuando como en una anterior vacunación masiva que hicieron militares esp en Filipinas. Ni idea. Se dice que en breve asumirán a las personas sin hogar. Y sin hospital, por tanto. Es inquietante ver militares en las calles. Hace pensar en lo que supondría la gestión de la crisis en manos de las derechas. Y en que a ver si las izquierdas no se vuelven majaras, y olvidan en algún punto que un estado de alarma es también restricción de libertades. Toquemos madera. Indicios de que por ahora prima cierta moderación y buen rollo al respecto: ayer, el Ministerio de Sanidad emitió la primera emisión de orden jerárquica por encima de las CC. AA., y resultó federalista, por decirlo de algún modo. Intervención de la sanidad privada en todo el Estado. Se dio su gestión a las autonomías. No hay agentes federales –por decirlo de algún modo– en las autonomías. El Gobierno emite directrices. Se siguen hasta en Cat, aunque, como siempre, defendiendo una realidad simbólica paralela.
6- Casado ha cesado en sus críticas, o las ha reducido a nivel testimonial. Hoy ha emitido discurso. Próximo a medidas, incluso, sociales, en la estela de otras derechas europeas. Cat es el único territorio en el que se produce enfrentamiento –más simbólico que efectivo– a las medidas gubernamentales que, por otra parte, reproducen. Por lo visto emiten alguna medida más, pero sin decreto o ley que las ampare. No sea que. El discurso subyacente es parecido al de la anterior crisis. Si entonces se decía que se optaba por una austeridad radical porque no se disponía de Estado, ahora se dice que hay virus porque, al no tener Estado, el Gobierno les impide medidas radicales. Wala. Se ha iniciado una experiencia piloto en el Cat, a cargo de los investigadores Mitjà y Clotet, unos cracks. Es novedoso, verosímil y atractivo. No pretenden una cura, sino un descenso en los contagios. Es una de las 300 investigaciones planetarias al respecto del virus. Lamentablemente, la cosa, de puertas afuera, se está politizando. Las armas maravillosas, en fin, son patrimonio de los gobiernos que han restringido la sanidad. Trump, por ejemplo, ha hecho una oferta millonaria a un laboratorio alemán, que asegura estar muy próximo a una vacuna. Y que le puede salvar la vida. Política e, igual, la otra, que ya está mayor. Ya veremos.
7- Mañana es Súper Martes. El día en el que el CM emitirá, o no, medidas sociales. Mañana sabremos, por tanto, si será un plan de choque, un plan escalonado, el inicio de algo estructural o una anécdota. Tráiler: la deuda es del 95,5% del PIB. Pero el año pasado, en esta misma fecha, era del 99%. Esp no va a llegar a los objetivos de déficit ni jarta de garnacha. El descenso en el endeudamiento de un año ofrece 50.000 euros. Lo que es una pasta para empezar a emitir planes y no dejar a nadie en la estacada en una crisis planetaria. Y parece que se han alineado los planetas para ello. Alemania, la madre patria, apuesta por algo parecido, en sus diferencias. Mañana también hay reunión de jefazos en la UE, y en el aire hay una permisividad al gasto llamativa. Me dicen, que –vete a saber– Calviño ha asumido un cambio de época. El CM durará horas –sólo con que cada uno de los 20 ministros pida permiso a Sánchez para ir al WC nos dan las uvas–, y hay indicios para pensar que el resultado final será histórico, pues la cosa no está dividida en PSOE-UP, sino que obedece a una tendencia europea. Pinta, en todo caso, que lo de mañana puede ser, incluso, solo una primera emisión de rescate social. En este cambio de época –China repartiendo leche en polvo, los Gobiernos europeos recuperando las Constituciones del 45– sólo hay un clavo suelto. El clavo de Chejov.
8- Chejov decía que, si en la primera página de un cuento, un personaje clavaba un clavo en la pared, en la última página ese alguien se debía ahorcar en él. El clavo de Chejov es un indicio, incomprensible y no interpretable hasta el final de una historia. Tenemos clavo de Chejov. La Casa Real –todo apunta a ello– ha filtrado a la prensa británica el caso de la corrupción del rey emérito. Con lo que el caso, un caso de corrupción que afecta a varias generaciones y afecta a Felipe VI, queda mitigado por la crisis –descomunal, una pandemia, no te digo más–. El rey actual ha ofrecido, como disculpa ante la implicación en la contabilidad de su padre, documentos notariales en los que renuncia a la futura herencia. Algo, por otra parte, imposible hasta que la herencia sea efectiva. Ha ofrecido, por tanto, una declaración de intenciones. Que no será verificable, de ningún modo, sin intervención de sus cuentas personales. Sin una intervención y auditoría absoluta, en su día. Algo imposible en un Estado en el que ni siquiera se pueden investigar los delitos comunes de su padre. En el comunicado del rey se explica que se conoce la conducta delictiva del rey anterior, y se deduce la implicación del actual, a fecha marzo de 2019. Y que ayer mismo, no obstante, el rey actual dejó de darle la paga al anterior –más de 2 millones anuales; calderilla en este caso–. Vamos, que dio rienda suelta a su indignación no cuando conoció el caso, sino cuando usted lo conoció. Es una crisis de Estado. Es un caso de –más que– posible corrupción estructural. Tal vez una orientación a la poética extractiva de una familia acostumbrada, desde el siglo XIX a cosechar rápido y salir pitando. Camuflada, protegida por una crisis mundial, sanitaria y económica, mimetizada en un momento de esfuerzo social colectivo, un momento en el que el Estado sólo puede observar hacia un punto. Es un clavo de Chejov, que nos acompañará durante esta crisis sanitaria, económica y, ahora, más que nunca, de Régimen, y del que, necesariamente, alguien tendrá que ser colgado cuando todo esto pase. Y, diría, no será ninguno de los implicados.
9- Mañana más, que Doña Reme está arañando la puerta.
1- Las calles de MAD parecen la Biblioteca Nacional. No hay nadie. En el súper han desaparecido las trufas blancas y las angulas baby. Es más, creo que nunca hubo de eso en este barrio desde el Pleistoceno. Lo del papel higiénico sigue siendo una guasa. La única explicación es...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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