Explotación marítima
España, a la cabeza de la sobrepesca en la UE
Entre 2001 y 2019, nuestro país registró un 35% más de cuotas de explotación de lo que marcan los umbrales aconsejados por los expertos. El volumen de capturas de los Estados miembros en los últimos veinte años se ha excedido en 8,9 millones de toneladas
ctxt 2/05/2020
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Tras cerca de seis semanas de confinamiento por la crisis del coronavirus, la desescalada que ha comenzado en varios países de la Unión Europea supone una válvula de escape para una población golpeada por el encierro y unos sectores económicos que ya temen los duros efectos de la pandemia en los próximos meses. Sin embargo, la deseada vuelta a la normalidad también esconde el riesgo de que se revivan, quizá con más fuerza, problemas estructurales: ya son varios los estudios y expertos que advierten que, después de una caída historia en los índices de contaminación, la vuelta a la actividad puede conllevar un nuevo ascenso de las emisiones, tal y como ocurrió con la crisis de 2008. En el caso concreto de los mares y océanos, el riesgo reside en unos índices de sobrepesca que se han demostrado incompatibles con la sostenibilidad y las evidencias científicas.
Así lo asegura un estudio publicado por la ONG Our Fish y el centro de estudios The New Economics Foundation, donde se señala que, durante los últimos veinte años, España ha sido el líder europeo en niveles de sobrepesca. Concretamente, entre 2001 y 2019 muestro país registró un 35% más de cuotas de explotación de lo que marcan los límites de sostenibilidad pesquera que marca agrupaciones científicas como el International Council for the Exploration of the Sea. Los siguientes puestos en la lista los ocupan, a bastante distancia, Irlanda –con un exceso del 24%–, Portugal y Países Bajos –23% en ambos casos–.
Las cuotas de pesca son los límites y repartos de explotación marina que acuerda anualmente la Unión Europea para cada Estado miembro. Negociaciones que, en muchas ocasiones, acaban en grandes tensiones y choques de intereses entre los distintos países. Solo en 2020, el estudio asegura que 23 de las 49 cuotas de pesca que han analizado en España están situadas por encima de los límites de sostenibilidad. Algunas de las cuotas que superan de forma constante las mediciones de sobrexplotación son la pesca de abadejo en el Golfo de Vizcaya o la captura de la merluza en el mar Cantábrico.
Por otra lado, el estudio también contabiliza el volumen histórico de sobrepesca que ha registrado en términos absolutos la Unión Europea desde el año 2001. Aquí, España ocupa el tercer puesto comunitario, acumulando 1,04 millones de toneladas de pesca por encima de los límites de explotación en los últimos veinte años. A la cabeza de esta ranking se sitúan Reino Unido, con 1,78 millones de toneladas por encima de las recomendaciones, y Dinamarca, que las ha excedido en 1,48 millones de toneladas.
En el conjunto de la UE, el estudio contabiliza que, desde comienzos del milenio, los países de la Unión Europea han extraído del mar cerca de 8,9 millones de toneladas de pesca por encima del límite de sostenibilidad.
Según las organizaciones, estás cifras reflejan las sucesivas decisiones que se han tomando por parte de los responsables públicos europeos, que han permitido de forma reiterada superar los umbrales de explotación recomendados por los expertos y han alejando el plazo que marcó la UE para acabar con la sobrepesca, fijado precisamente para este año 2020.
Frente a esto, apunta la investigación, es necesario que tanto la Unión Europea como los Estados miembro incluyan la sobrepesca en sus normas climáticas –el conocido como Green Deal– y que los gobiernos respeten la normativa comunitaria en este ámbito. Según cálculos de las organizaciones, llevar la pesca a niveles sostenibles no solo es beneficioso para el medioambiente y la biodiversidad, sino que también supondría la creación de cerca de 200.000 puestos de trabajo en la región y unos beneficios anuales adicionales de cerca de 1.600 millones de euros. Además, se podría proporcionar alimentos a casi 90 millones de personas.
En última instancia, el estudio recuerda, en línea con lo que han advertido en las últimas semanas algunas organizaciones e investigaciones, la vinculación que existe entre la destrucción medioambiental y la extensión de pandemias. Según los autores, la preservación de los océanos y los mares es, precisamente, una de las mejores protecciones ante el cambio climático.