En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
José María Aznar ha vuelto a aparecerse. Si antiguamente las venidas se producían en mitad de un bosque y ante un grupo reducido de niños o pastores, los tiempos han cambiado también en el gremio de las deidades. La aparición del expresidente ha sido telemática y en el marco de unas clases magistrales sobre liderazgo organizadas por la universidad de los Legionarios de Cristo. Si la Virgen de Lourdes se enterase de la existencia de estos adelantos en el sector, se hubiera conectado, curiosa. Previo pago, eso sí, de 75 euros. Hoy día los testigos de ciertas apariciones, pagan. Desde su chalet en Marbella, lugar al que el expresidente escapó aquel fin de semana de marzo en el que los profesionales sanitarios nos pedían de rodillas no menear el virus de un sitio a otro, José María Aznar introdujo a los espectadores/clientes del aula sobre liderazgos a su discípula Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid entraba en la conexión desde su lujoso apartamento en la capital. Apartamento, como dirían en el Un, Dos, Tres, valorado en 6.000 euros mensuales gentileza de un empresario hotelero. Con el terreno de juego listo y cada ponente ubicado, la charla comenzó.
El evento digital había levantado cierta expectación mediática. Ayuso no había vivido sus mejores días políticos durante esta última semana y el bolo, un mano a mano con el ídolo máximo de la derecha sin complejines, venía a suponer para la presidenta de la Comunidad de Madrid un premio al mal rato pasado. Algo parecido a las visitas de futbolistas a las plantas infantiles de hospitales. Cuando estás mal pero tu ídolo te regala una camiseta, el mal es menor. A falta de camisetas con el número 1 y el nombre de Aznar bordado en oro, el expresidente le regaló a Ayuso palabras. Todas excepcionales. No es fácil, teniendo en cuenta que Aznar puede llegar a ser puño de acero contra sus propios compañeros de partido. Por muy mal que lo estén pasando. Que le pregunten al Rajoy que sufrió la herencia de los casos de corrupción de la época dorada. No es fácil, pero tampoco es sorprendente que Aznar te regale el oído. En 16 años de expresidente, Aznar nunca ha escatimado elogios hacia la troupe de ese PP punk dispuesto a comulgar con sus tesis sean estas cuales sean. Desde el negacionismo climático al afirmativismo sobre armas de destrucción masiva. Y Díaz Ayuso es una de ellas. La charla se desarrolló del modo en que un estudioso de la fe aznarista podía esperar: en un ambiente de esperpento bien ordenado.
Tras exponerle Díaz Ayuso a su maestro Yoda ciertos avances científicos descubiertos últimamente que la llevaban a deducir que los sudamericanos ingresados en IFEMA vivieron “una experiencia única” ya que “genéticamente el (la) covid-19 por lo visto tiene algo que nos asemeja en cuanto a la virulencia del mismo en el organismo”, el expresidente del Gobierno alabó la gestión de la presidenta. Un liderazgo el suyo al frente de esta crisis sanitaria en Madrid que supone una página intachable de servicios, sentenció Aznar solemne: “En esta historia muchos van a ocupar una página en negro, pero las tuyas saldrán en blanco”. Por muy digital que fuese el bolo, pelos de punta. Tras la solemnidad, momentos también para el cariño y la complicidad: “Te envidio porque los hijos de Chávez te insultan a diario”, parafraseó Aznar a Bill Clinton para darle la enhorabuena a Díaz Ayuso por estar recibiendo más críticas diarias últimamente que el propio coronavirus. Como el liderazgo entendido por alguien como Aznar supone no bajar nunca al terreno de lo real, el expresidente no cayó en la cuenta de que, si criticar a Díaz Ayuso es ser hijo de Chávez, a día de hoy, desde la directora de Salud Pública de Madrid hasta el presidente gallego Nuñez Feijóo desayunan arepa y bailan calipso en el Palacio de Miraflores.
El aula magistral sobre liderazgo acabó con el éxito esperado y sin incidentes ante la ausencia absoluta de algo que se le pudiera parecer a la autocrítica. No hay recuerdo de santas apariciones en las que la Virgen llegase rajando de sí misma y Aznar, hombre de tradiciones, no va a cambiar eso. A los asistentes de esta charla sobre liderazgo les quedó claro un aprendizaje: un líder místico es el que es capaz de huir siempre hacia adelante y nunca sonrojarse.
José María Aznar ha vuelto a aparecerse. Si antiguamente las venidas se producían en mitad de un bosque y ante un grupo reducido de niños o pastores, los tiempos han cambiado también en el gremio de las deidades. La aparición del expresidente ha sido telemática y en el marco de unas clases magistrales sobre...
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí