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Vista del cielo de Madrid con la boina de contaminación en enero de 2019.
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Con una crisis climática incipiente y de consecuencias ya palpables y devastadoras, apenas cuatro de los países que conforman la Unión Europea cuentan con mecanismos y medidas suficientes para alcanzar los objetivos comunitarios de reducción de contaminación para el año 2030. Así lo advierte la Comisión Europea en un informe publicado recientemente, donde se evalúa la implementación de la directiva comunitaria sobre emisiones atmosféricas y donde se señala que también son pocos los países que alcanzarán los objetivos medioambientales marcados para este 2020.
El Programa de Aire Limpio de la Unión Europea incluye controles y metas sobre cinco de los contaminantes atmosféricos más nocivos para el medio ambiente
Según el documento, que la Comisión dirige al Parlamento y el Consejo Europeo, apenas diez países de la UE tienen previsto cumplir –en base a sus propias proyecciones– las metas individuales de reducción emisiones para este año. Entre ellos se encuentra España, que completa la lista junto con Bélgica, República Checa, Grecia, Croacia, Chipre, Países Bajos, Portugal, Eslovaquia y Finlandia. Nuestro país, eso sí, no se sitúa entre el reducidísimo número de Estados que ya han puesto en marcha medidas suficientes para esperar que, dentro de una década, los niveles de polución hayan disminuido a los límites establecidos por las normas comunitarias.
En concreto, la directiva en la que se basa la evaluación de la Comisión Europea, y que es el principal instrumento normativo que tiene la UE para cumplir los objetivos del Programa de Aire Limpio, tiene como uno de sus principales objetivos reducir el impacto de la contaminación del aire sobre la salud a la mitad en 2030 frente a los valores de 2005. Para ello, esta normativa, que fue puesta en marcha a finales del año 2016, pocos meses después de los acuerdos de París, e implementada por los países de la UE en 2018, incluye controles y metas sobre cinco de los contaminantes atmosféricos más nocivos para el medio ambiente, como el óxido de nitrógeno, el amoníaco o las partículas finas (PM2,5).
Además de la gran cantidad de países que no cumplirán sus compromisos este año y de los que tendrán dificultades para alcanzar las metas en 2030, el documento también advierte sobre la falta de vehemencia e interés que otros tantos Estados están de momento demostrando para enderezar la situación. Así, y teniendo en cuenta que la normativa comunitaria exige que todos aquellos países que no cuentan con medidas suficientes para cumplir los objetivos deben establecer iniciativas adicionales, hasta nueve de los países que proyectan un incumplimiento de sus obligaciones medioambientales no han informado sobre la adopción de nuevos protocolos. A su vez, de los diecisiete países que sí asumieron medidas adicionales, solo siete lo hicieron con cobertura a todos los contaminantes y sus respectivas emisiones.
La Comisión también denuncia la falta de información y detalle en las propias proyecciones que ofrecen los países como en los distintos programas nacionales
Junto a esto, la Comisión también denuncia la falta de información y detalle tanto en las propias proyecciones que ofrecen los países como en los distintos programas nacionales para el Control de la Calidad del Aire, el instrumento de coordinación de políticas que exige la UE a sus miembros. Por ejemplo, de los 16 países en los que se ha analizado el programa nacional, apenas cinco han incluido algún detalle sobre los costes y los beneficios de las políticas y medidas seleccionadas para cumplir los objetivos, los que “puede generar dudas sobre el grado en que se asegura la financiación para su implementación”.
Todo esto hace concluir a la Comisión que, más allá de las proyecciones sobre los compromisos que ofrecen los propios Estados miembro, hasta la mitad de los veinte países que ya han entregado sus proyecciones y programas cuentan con un alto riesgo de no reducir para 2030 los niveles de emisión de todos los gases recogidos en la directiva, exceptuando el dióxido de azufre.
Frente a esta situación, la Comisión mantiene abiertos hasta 31 procedimientos de infracción contra países de la UE. Recientemente, la ONG Ecologistas en Acción ha denunciado que los niveles de polución de Madrid, Barcelona y Granada superaron los umbrales legales de dióxido de nitrógeno en 2019. Los niveles de contaminación en las dos primeras ciudades ya le valió a España una denuncia de la Comisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.