La segunda oleada de contagios sigue avanzando en la Comunidad de Madrid. Según los datos de incidencia acumulada en 14 días (IA) publicados por el Ministerio de Sanidad el 13 de agosto, esta se ha multiplicado por dos en 7 días hasta llegar a los 162,35 casos por 100.000 habitantes. Es la cuarta semana consecutiva que se da esta duplicación de casos: las laxas medidas implementadas el 30 de julio en la Comunidad de Madrid no han suavizado ni un ápice la tendencia. De las dos grandes áreas metropolitanas de España, Madrid pasa a ser la que acumula más casos en los últimos 14 días.

Las líneas discontinuas muestran cuál sería la trayectoria en los siete días siguientes
si la transmisión siguiera creciendo al ritmo actual.

Durante el mismo periodo de tiempo, en Cataluña  la IA se ha mantenido aparentemente estable, cerca de los 150 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, el último dato publicado sobre pruebas PCR muestra que en esta comunidad también se han realizado menos pruebas, de modo que, si bien la situación parece mejorar con respecto a Madrid, no es posible asegurar aún que la curva de contagios se esté, efectivamente, aplanando.

En Aragón la IA parece estabilizarse por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes, pero dado que el 3 de agosto se registró un extraño incremento del 49% tras el fin de semana y el 10 de agosto se depuraron datos y se eliminaron duplicados, conviene esperar a que la serie se consolide antes de sacar conclusiones acerca de un posible aplanamiento de la curva.

Si movemos las curvas catalana y aragonesa 19 días hacia adelante y las comparamos con la madrileña, comprobamos cómo la velocidad de transmisión en la Comunidad de Madrid está siendo mayor de la que se dio en Cataluña y menor de la que se dio en Aragón. No obstante, tengamos en cuenta que el área metropolitana de Zaragoza tiene la octava parte de población que la de Madrid, con lo que la explosión de casos en la capital, aunque sea ligeramente más lenta que la aragonesa, es potencialmente muchísimo más peligrosa.  

Velocidad de transmisión del virus en la Comunidad de Madrid en comparación con Cataluña y Aragón. Las gráficas catalana y aragonesa se trasladan 19 días hacia adelante para hacerlas coincidir visualmente con momento en el que se superaron los 40 casos por 100.000 habitantes en la Comunidad de Madrid (algo que sucedió el 31 de julio).

Estas aparentes ralentizaciones en el crecimiento de la IA en Cataluña y Aragón no tienen porqué implicar una mejora de la situación. Es preciso analizar otros parámetros, como la capacidad diagnóstica de cada comunidad, para comprobar si una mejora en la incidencia implica un mayor control de la situación epidemiológica o es únicamente reflejo de la incapacidad del sistema para seguir diagnosticando de manera precoz al mismo ritmo que en semanas anteriores. Así,lo que hallamos es que la capacidad de realización de nuevas PCRs por cada positivo encontrado ha ido disminuyendo en el conjunto de España en las últimas semanas.

Entre el 10 y el 23 de julio, se contabilizaron 16.410 casos positivos y del 24 al 30 de julio se realizaron 305.471 pruebas PCR. Esto supone que durante la última semana de julio se realizaron 18,61 pruebas PCR por cada caso diagnosticado en las dos semanas previas. Siete días después, la semana del 31 de julio al 6 de agosto, la capacidad diagnóstica habría disminuído hasta la realización de solo 13,04 pruebas PCR por cada caso diagnosticado las dos semanas previas (al haberse contabilizado un total de 25.419 casos con fecha de diagnóstico entre el 17 y el 30 de julio y al haberse realizado la semana siguiente un total de 331.442 pruebas PCR). Es decir, según este indicador, la capacidad diagnóstica habría disminuido un 29,95% en el conjunto de España en solo una semana.

Cociente de los casos diagnosticados en los 14 días precedentes a cada fecha entre las pruebas PCRs realizadas la semana siguiente, España. Ejemplos: 24/jul - 30/jul: 1/18,61 pruebas PCR = 0,0537; 31/jul - 6/ago: 1/13,04 pruebas PCR = 0,0767.

Cada semana se están haciendo más pruebas PCR, pero la incidencia crece a mayor velocidad. Es como si el sistema sanitario estuviera tratando de alcanzar al virus acelerando una bicicleta, pero el virus estuviera escapándose sobre un vehículo a motor. En la práctica, esta disminución de la capacidad diagnóstica supone la detección de menos personas asintomáticas y presintomáticas, lo que hace que la proporción de contagios no registrados con anticipación que irán llegando al sistema sanitario con cuadros ya más graves sea cada vez más grande.

El eje de la izquierda corresponde a la incidencia acumulada por 100.000 habitantes (negro) y el de la derecha a las pruebas PCR realizadas (verde).

De las tres comunidades autónomas que estamos analizando, Aragón es la que menos capacidad diagnóstica tuvo la semana del 31 de julio al 6 de agosto, al haber pasado de las 5,39 pruebas PCR por cada caso diagnosticado las dos semanas previas –realizadas en la semana del 24 al 30 de julio– a 4,22 la semana siguiente (lo que supone una disminución de la capacidad diagnóstica del 21,77%). Cataluña, por su parte, encadena cinco semanas consecutivas disminuyendo su capacidad diagnóstica, pasando la semana del 24 de julio a la del 31, respectivamente, de 9,34 a 6,41 pruebas PCR por cada caso diagnosticado las dos semanas previas (-31,42%).

Cociente de los casos diagnosticados en los 14 días precedentes a cada fecha entre las pruebas PCRs realizadas la semana siguiente, en Aragón, Cataluña y la Comunidad de Madrid.

Es en la Comunidad de Madrid donde la capacidad diagnóstica ha disminuido en mayor medida en la última semana, un 48,30%, al bajar de las 34,69 pruebas PCR por cada caso diagnosticado las dos semanas anteriores a solo 17,93 pruebas. 

Ante esta falta de capacidad de diagnóstico precoz, las medidas de control de la movilidad en los barrios y municipios con peores datos se vuelven esenciales para salvar vidas y evitar nuevos colapsos en la capacidad hospitalaria. Será en las próximas semanas cuando comprobaremos si las medidas ya implementadas en Cataluña y Aragón a nivel local han sido suficientes para compensar la merma en la capacidad de diagnóstico precoz o no. En la Comunidad de Madrid aún no se han adoptados medidas restrictivas sobre ningún municipio.

Según el informe epidemiológico semanal publicado por la Comunidad de Madrid el 11 de agosto, la peor evolución la encontramos en cuatro distritos al sur de Madrid: Carabanchel, donde la IA se ha multiplicado por 2,49 en una semana hasta llegar a los 503 casos nuevos entre el 27 de julio y el 9 de agosto, Puente de Vallecas (418, que son 2,24 casos más que la semana anterior), Usera (428, x2,21) y Villaverde (321, x2,01). Por municipios destacan Torrejón de Ardoz, donde la IA asciende a los 215 casos, con un aumento del 62,88%, y Móstoles, con 405 casos que suponen un incremento del 39,66%. La Comunidad de Madrid no publica la cantidad de pruebas PCR realizadas semanalmente a nivel local o de zonas de salud, de modo que no es posible reproducir para cada municipio el análisis sobre capacidad diagnóstica. Sin esos datos, tampoco podemos saber si tal capacidad diagnóstica es similar en todo el territorio madrileño o si se han primado unas zonas sobre otras.