TECETIPOS
8M 2021: un ridículo del Gobierno en 4 claves
La prohibición de actos en las calles de Madrid con motivo del 8M es un ataque a las mujeres y al feminismo por parte de un supuesto aliado
Gerardo Tecé 8/03/2021
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Esto no va de salud. El debate sobre la pertinencia o no de celebrar en las calles de Madrid el 8M no va, como dice la versión repetida por Gobierno y grandes medios de comunicación, de anteponer la salud en este momento tan delicado. Es falso. Más allá de este debate en que cada uno puede tener su opinión, un hecho indiscutible desmonta la versión oficial: desde que la covid-19 fue declarada pandemia mundial el 11 de marzo de 2020, el Gobierno de Pedro Sánchez, a través de sus delegaciones del Gobierno, ha permitido centenares de manifestaciones. Las principales, en Madrid. Manifestaciones contra el propio gobierno, manifestaciones fascistas o, directamente, manifestaciones negacionistas de la pandemia. Muchas ellas con datos de incidencia mayores a los que se registran este 8 de marzo. Al contrario de lo sucedido en otras protestas que sí fueron permitidas, las organizadoras de este 8M vetado llevaron ante la delegación del Gobierno un programa de acciones puntuales en la calle que descartaba masificaciones y presentaba un plan de seguridad que cumplía con las medidas sanitarias. De nada sirvió. Esto no iba de salud, sino de otra cosa.
El veto a la manifestación del 8M en Madrid obedece a un cálculo político del Gobierno. Tras la brutal campaña política y mediática sufrida por el Gobierno hace un año, esa en la que se le responsabilizó de haber permitido una manifestación del 8M en Madrid que habría disparado los contagios en España, el Gobierno se pliega este 8-M del 2021 al miedo y lo hace a costa de los derechos de las mujeres. Sin un solo dato científico que apoyase la teoría de que en el 8-M madrileño del año pasado se transmitiera el virus más que en el 8M de Sevilla, Valencia, Barcelona o Cuenca; sin un solo dato científico que apoyase que las líneas de metro, los bares, los centros comerciales, las concentraciones de apoyo a equipos de fútbol o los mítines de Vox fueran más seguros que las calles de Madrid celebrando el feminismo, el Gobierno ha decidido dejarse ganar un pulso sin ni siquiera disputarlo y darle la razón preventiva a la propaganda y las fake news de marzo de 2020. Hay un dato que, al contrario que los titulares que culpaban al 8M y las excusas del Gobierno en 2021, sí es real: Madrid no sólo es la capital administrativa del Estado y el lugar en el que se han permitido las medidas más laxas en la lucha contra el virus. Madrid es, ante todo, la capital de la guerra política y mediática. El Gobierno ha decidido, en nombre de la paz política, sacrificar un peón que no le pertenece por mucho que la derecha se lo regale: la lucha feminista de las madrileñas.
Y los jueces, ¿qué? Tras varias sentencias judiciales anteponiendo libertades individuales a restricciones sanitarias, en este caso los jueces aprueban el veto a las manifestaciones por el día de la mujer en nombre de la salud. Nos quedaremos con la duda –ya que el Gobierno no ha prohibido otro tipo de concentraciones– de saber cómo respondería la justicia ante la prohibición de una manifestación con otros colectivos como protagonistas. Nos lo podemos imaginar y haría bien la justicia interpretando la ley del lado de las libertades en esos otros casos. Avalar una prohibición de este tipo, como han hecho, es grave.
Los grandes medios se lavan las manos. Y no es por miedo al contagio del virus, sino por normalización de las lógicas fake que ellos mismos impulsan. Fueron ellos quienes difundieron hace un año la campaña de propaganda contra el 8M aportando grandes altavoces al ruido y ninguna difusión a los argumentos científicos que descartaban la correlación entre el 8M y la transmisión. De esta pandemia los medios no salen ni mejores ni peores, salen con los mismos dueños. Unos dueños que, si no tienen empatía por la lucha feminista, podrían al menos tenerla por esas libertades vulneradas en manos de lo que llaman gobierno socialcomunista. Es curioso: en este caso, ni una crítica al Kremlin.
La prohibición de actos en las calles de Madrid con motivo del 8M, además de un cobarde movimiento de cálculo político del Gobierno y una victoria de la propaganda sobre la política es, sobre todo, un ataque a las mujeres y al feminismo de parte de lo que, en principio, era un aliado. Un ataque que pasaría a la historia de no ser porque serán hombres quienes escriban esta historia diciendo que esta excepcionalidad se debió a motivos de salud. Espero que cuando pase haya cerca una mujer que recuerde que no fue así.
Esto no va de salud. El debate sobre la pertinencia o no de celebrar en las calles de Madrid el 8M no va, como dice la versión repetida por Gobierno y grandes medios de comunicación, de anteponer la salud en este momento tan delicado. Es falso. Más allá de este debate en que cada uno puede tener...
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Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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