Rodrigo de Paul ha protagonizado una de las transformaciones más sorprendentes en un futbolista de los últimos años. El actual no tiene nada que ver con el que se marchó del Valencia por la puerta de atrás en 2016. Aquel era un extremo habilidoso salido de la cantera del Racing argentino que prometía pero que se mostraba muy irregular. El que llega ahora al Atlético de Madrid después de una exitosa estancia de cinco años en el Udinese, firmando algunas de las mejores estadísticas del campeonato italiano, es un centrocampista total que parece preparado para las más altas empresas. El gran nivel demostrado en la reciente Copa América así lo atestigua. ¿Qué ha pasado para que haya experimentado esa metamorfosis en su juego?

Habrá quien encuentre similitudes entre los casos de Rodrigo de Paul y de Marcos Llorente. Ambos llegaron a la élite en una posición, pero han destacado y alcanzado su mejor nivel en otra distinta. Ahora bien, mientras Marcos ha ganado metros en el terreno de juego, pasando de mediocentro a interior con desborde y llegada, e incluso a segunda punta en ocasiones, Rodrigo ha seguido el camino inverso. De jugar en ataque a colocarse más atrás, bien en el doble pivote de creación o como volante, preferiblemente diestro, pero abarcando mucho campo. Si con el jugador madrileño hay un responsable claro de ese cambio, que es Simeone, en el del argentino resulta más difícil. No en vano, hasta ocho entrenadores ha tenido durante su paso por Údine. Por lo que su reconversión ha sido un proceso enmarcado en las necesidades de su equipo facilitado por el desarrollo de nuevas cualidades: un buen posicionamiento, mayor desarrollo físico, capacidad para recuperar balones y compromiso con el colectivo. Así se ganó una oportunidad en la selección argentina donde Scaloni potenció ese rol. Desde 2018, cuando fue llamado por primera vez, ha disputado 28 partidos, pasando a ser uno de los fijos de la albiceleste.

De Paul acabó el curso como el futbolista con más regates buenos de la serie A, con 122, con 1.465 pases buenos (un 79,79% de acierto) y siendo el que más faltas recibió, con 126

La capacidad de liderazgo y sus prestaciones le llevaron a ser designado capitán de Udinese, con el que en esta última temporada se ha convertido en uno de los centrocampistas más destacados de la temporada en Italia. Así lo atestiguan los números. Además de marcar nueve goles y dar 11 asistencias, varios datos hablan de su polivalencia: acabó el curso como el futbolista con más regates buenos de la serie A, con 122, siendo el jugador argentino de las cinco grandes ligas europeas que más oportunidades generó, cinco más que Messi. Dio 1.465 pases buenos, lo que supone un 79,79% de acierto en esa faceta. Y fue el que más faltas recibió, con 126 (3,5 por partido). Pero también fue el que más duelos ganó, con 294 y el décimo centrocampista que más balones recuperó, con 207. Es decir, construye y trabaja. Si añadimos los datos de la campaña anterior, vemos que en un total de 73 partidos generó 31 goles, 15 anotados y 16 asistencias. Durante toda su etapa en Udinese logró 34 goles y 36 asistencias en 184 partidos.

Según datos de la empresa Olocip, De Paul fue el mejor de la pasada Liga transalpina en pases al hueco, en conducciones con éxito, en pases progresivos, en pases exitosos, en construcción de juego y el tercero mejor en pase exitoso a balón parado, siendo esta última otra de sus cualidades. Con los ‘bianconeri’ era el encargado de ejecutar las acciones de estrategia además de los penaltis. Todo esto le ha llevado a tener el pasado año un mejor valor acumulado en el campeonato que jugadores como Cristiano Ronaldo, Lukaku o Insigne. La analítica de Alebia deja otro dato contundente: el futbolista de las grandes ligas que realizó más acciones ofensivas con éxito en su conjunto (regates, centros que encuentran remate y disparos entre palos) durante la temporada 2020-2021 no fue Messi, Cristiano o Neymar. Fue Rodrigo de Paul.

El mundo del fútbol es impredecible y el futuro dictará sentencia, pero por sus características, De Paul parece el jugador perfecto para Simeone y el Atleti parece el equipo ideal para el jugador. Un centrocampista de buen pie, que es capaz de construir, pero también de implicarse en el trabajo a la hora de defender, muy competitivo, que tiene un amplio despliegue físico, que rompe líneas con su conducción y que tiene buen disparo desde fuera del área, parece hecho a la medida del técnico colchonero. Y el jugador, que llega al Metropolitano con 27 años, en pleno momento de madurez y con la confianza por las nubes tras el éxito con su selección, seguro que aún puede ir a más de la mano del Cholo. “Estoy muy contento de poder trabajar a las órdenes de Simeone. Primero por la clase de entrenador que es, uno de los mejores. Yo amo el fútbol y lo vivo día a día, y que te dirija un entrenador de su calibre es un privilegio”, afirmó Rodrigo tras hacerse oficial su incorporación.

Su versatilidad le puede convertir en un gran socio para todos los que jueguen alrededor de él. Es capaz de ayudar en la salida de balón y de hacerlo llegar hasta el área

¿En qué posición puede encajar en el equipo colchonero? Puede hacerlo formando pareja en el doble pivote con Koke, ya sea más posicional o más liberado, o actuando de volante en el centro del campo, bien a la derecha o a la izquierda del capitán. Es cierto que en la diestra ya está Marcos Llorente, aunque ambos podrían intercambiarse las posiciones durante los partidos. Su versatilidad le puede convertir en un gran socio para todos los que jueguen alrededor de él, porque es capaz de ayudar en la salida de balón y de hacerlo llegar hasta las inmediaciones del área. Lo normal es que en la Liga no alcance los números de sus últimas temporadas en Italia, porque en el Atlético la responsabilidad ofensiva está más repartida, pero es indudable que su llegada aumenta la competencia en el mediocampo y le da distintas alternativas al Cholo. Con un sistema 4-4-2, habrá hasta ocho jugadores (si se queda Saúl) peleando por cuatro puestos y con el 3-5-2 serían siete para tres plazas, si colocamos a Carrasco como carrilero.

Habrá quién se pregunte, viendo todos estos datos, cómo es posible que los grandes del continente no se hayan lanzado a por él. En los últimos meses han salido informaciones que han hablado del interés de equipos como Liverpool, PSG e Inter, pero lo cierto es que no se terminaron de concretar. Y, en esta ocasión, el Atleti se movió rápido y pudo cerrar su contratación por 35 millones de euros, que es una cantidad importante, pero mucho menor de lo que podía haber sido de haber esperado a que terminara la Copa América, donde su destacada actuación habría hecho multiplicar su cotización.

Que su lugar de nacimiento sea Sarandí, la localidad al sur de Buenos Aires, la misma donde vino al mundo una de las más grandes leyendas del Atlético de Madrid, como es José Eulogio Garate, es una circunstancia que algunos la ven como una señal de que a De Paul le espera un buen futuro en su trayectoria rojiblanca. Las expectativas son altas. Ahora falta confirmarlas.