INESTABILIDAD LABORAL
Dos de cada tres personas con discapacidad que buscan trabajo son parados de larga duración
El último informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social señala que, pese a ser un 6,2% de la población en edad de trabajar, las personas con discapacidad solo representan un 1,56% de la fuerza laboral del país
ctxt 14/07/2021
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Altos niveles de inactividad, paro de larga duración y una temporalidad que afecta a nueve de cada diez trabajadores. Los problemas de inserción laboral de las personas con discapacidad que viven en España son un reflejo, amplificado y descarnado, de los males sistemáticos que atraviesan el mercado de trabajo en nuestro país. Así se puede comprobar en los últimos datos que ha actualizado el Ministerio de Trabajo y Economía Social sobre este colectivo, cada vez más numeroso –1,9 millones en edad de trabajar– pero con unas cifras de exclusión que, en ocasiones, duplican o triplican las del resto de la población.
Según el documento, de contenido técnico y parco en conclusiones, la crisis económica derivada de la covid-19 ha terminado por empeorar muchas de estas circunstancias laborales, aunque no es difícil concluir que está muy lejos de tratarse de un fenómeno meramente estacional. Por ejemplo, la tasa de estabilidad laboral de las personas con discapacidad (10,14%) lleva estancada desde 2012, y a cierre de 2020 todavía se encontraba siete puntos por debajo de los que se registraba antes de la crisis de 2008.
La leve mejoría de otros indicadores laborales durante los últimos años, muy mermados con la llegada del coronavirus, apenas sirve para achicar la enorme brecha que existe con el resto de la población. En total, las personas con discapacidad representan en la actualidad un 6,2% de la población en edad de trabajar que hay en España, pero solo constituyen un 1,56% de la población que está empleada.
De entre todas las cifras, algunas de las que mejor representan los niveles de inestabilidad laboral que enfrentan las personas con discapacidad tiene que ver con los bajísimos niveles de actividad y empleo que se registran en el colectivo. En el primer caso, apenas un tercio de las personas con discapacidad están trabajando o buscando empleo, una cifra que ni siquiera supone la mitad del 77% que se registra entre el resto de la población en edad de trabajar.
En el caso del desempleo, la tasa de paro de la población con discapacidad se situó durante 2019 diez puntos por encima de la media del resto de trabajadores. Al mismo tiempo, dos de cada tres personas del colectivo que se encuentra buscando trabajo son desempleados de larga duración, una cifra cerca de 20 puntos más alta a la de las personas que no tienen una discapacidad superior al 30%.
En lo relativo al año 2020, cuando el coronavirus ha provocado más estragos en el mercado de trabajo, la cifras del Ministerio destacan un crecimiento en el desempleo de larga duración entre las personas con discapacidad del 35%, mientras que “los nuevos puestos de trabajo que desempeñan las personas con discapacidad se caracterizan, en una proporción muy elevada –cercana al 90%–, por ser trabajos temporales”.
Junto a esto, el documento también destaca las diferencias cada vez más acusadas que existen, a su vez, entre hombres y mujeres con discapacidad: ellas representan a la mayoría de desempleados en el colectivo (52,13%), pero sin embargo están firmando muchos menos contratos (38,4% del total) que los hombres.
El deterioro en los niveles de acceso al mercado de trabajo no son el único problema que han enfrentado las personas con discapacidad durante el último año. Hace menos de un mes, otro informe del Ministerio de Derechos Sociales destacaba que cerca de un tercio de las necesidades de este grupo de población, como las prestaciones o los servicios sociales, han quedado sin cubrir por la crisis de la Covid-19.
En materia sanitaria, casi la mitad de las personas encuestadas para el estudio señala que sus consultas médicas han sido retrasadas, canceladas o atendidas por teléfono debido a la pandemia, y siete de cada diez percibe un deterioro muy importante en la atención sanitaria.