1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

reportaje

Recuperación económica puede ser, pero ¿verde?

Ampliar el aeropuerto de Barcelona-El Prat no contribuye a reducir emisiones de CO2 ni a preservar la biodiversidad, pero Generalitat y Estado no reconocen que esta apuesta económica alimenta la emergencia climática

Meritxell Rigol 8/08/2021

<p>Vista aerea del aeropuerto de Barcelona-El Prat. </p>

Vista aerea del aeropuerto de Barcelona-El Prat. 

Eric Salard

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Dedican su atención a lo que les crece en la tierra, pero resulta inevitable dedicarla, también, a lo que puede crecerles por el aire. Qué espacio ganaría la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat a las zonas verdes del Delta del Llobregat es un interrogante central del acuerdo hecho público esta semana entre el Gobierno español y la Generalitat de Catalunya. Un interrogante que payesas y payeses de la Cooperativa Agrícola de El Prat, a la espera de concretarse números y lugares, ya pueden responder: demasiado. “El campo les importa bien poco”, lanza Rosa Ribas, una de las agricultoras que resiste en este pulmón del área metropolitana de Barcelona en retroceso. 

Siente que a las payesas que quedan en el Delta se las utiliza ahora para mantener verde la zona, “para que la gente venga a pasear”, dice. Pero que cuando “necesitan” sus tierras para desarrollar cosechas de las que piden cemento, “¡fuera!”. Se lo encontró de cara su familia con la última ampliación del aeropuerto. Las tierras que cultivaban fueron expropiadas. “Mi abuelo, en lugar de invertir en pisos como hicieron muchos tras la expropiación, lo invirtió de nuevo en tierra, la que cultivamos ahora y de donde sale lo que vendemos en nuestra tienda, pero nos hizo mucho daño ese desarrollo del aeropuerto, tomó mucho terreno”, explica. 

A falta aún de conocerse la forma que tomará el proyecto de nueva ampliación aeroportuaria, el riesgo de perder más terreno agrícola del Delta del Llobregat está en el aire. Lo que ha aterrizado ya con el anuncio del acuerdo Estado-Generalitat es que, en la lista de apuestas políticas, el crecimiento continúa relegando la protección de la biodiversidad y la potenciación de la agricultura de proximidad. “Volvemos al paradigma del ‘más’ y de inversiones que a la gente le llegan de manera ínfima”, alerta Alfons Pérez, investigador del Observatori del Deute de la Globalització. En su opinión, la ampliación del aeropuerto se plantea como una macroinversión de país, pero se dirige a que “directivos de Silicon Valley se ahorren unas horas para llegar a Barcelona”, para entendernos.  

Según calcula AENA, la inversión de 1.700 millones de euros prevista generará 83.000 puestos de trabajo directos y más de 260.000 indirectos

La explicación que ofreció el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, sobre el sentido de ampliar el aeropuerto para que pueda convertirse en un hub intercontinental es que “tecnología, talento y trabajo” lleguen a Barcelona de manera directa; sin tener que hacer escala en otra ciudad. En la explicación oficial, Elena Idoate, economista y portavoz de la plataforma Zeroport, echa de menos una T: “El turismo sale beneficiado como sector empresarial con la llegada de más pasajeros, porque irán a los hoteles y restaurantes, por lo que esta inversión refuerza un modelo que genera precariedad, y que tiene en la aviación su puntal”, defiende.

El aeropuerto de Barcelona genera el 7% del PIB catalán y, según calcula AENA, con la inversión de 1.700 millones de euros prevista para que crezca y pueda operar más vuelos de largo recorrido, llegará a suponer un 9%, generará 83.000 puestos de trabajo directos y más de 260.000 indirectos. Unas cifras que, pese a ser cuantiosas en un contexto de destrucción de empleo y crisis económica, Pérez cuestiona que sean buenos frutos para la población. “No se ha evaluado lo que la administración pública podría hacer con una inversión pública de 1.700 millones de euros dedicados a un plan B que no pase por seguir aumentando el sector turístico”, plantea. 

Para el investigador, dos posibles medidas de recuperación económica que conseguirían beneficios para las clases trabajadoras –que no obtienen nada de los macroproyectos– son garantizar una renta básica universal y repartir el trabajo, reduciendo la jornada laboral. Sin embargo, están muy alejadas de lo que persigue AENA, que según critica Pérez es una muestra más de que la recuperación económica se está fundamentando en colaboraciones público-privadas: “El papel de lo público es fomentar y garantizar las condiciones para que luego hagan negocio las empresas”, explica.

El rédito, por encima  

La patronal Foment del Treball impulsó unas semanas atrás un acto unitario del empresariado catalán para escenificar la demanda unísona de aprobar la ampliación del aeropuerto. Lo consideran “motor de la recuperación económica” por la conectividad que permitirá. Es un factor que estiman clave para dinamizar la actividad económica, mejorar la competitividad en un escenario globalizado y atraer inversión internacional. “Son elementos necesarios para hacer realidad otras políticas para el crecimiento de los nuevos sectores económicos verde y azul”, dice el manifiesto apoyado de manera unitaria por el empresariado Sí al acuerdo de ampliación del aeropuerto, que también plantea como, ante la crisis, “tiene que exprimirse su potencial para favorecer actividades de alto valor añadido”. 

 Lo que ha hecho la Comisión Europea es abrir un procedimiento de infracción contra España por las insuficientes medidas adoptadas para proteger el Delta del Llobregat

Baldiri Ros es vicepresidente de Foment y preside el Instituto Agrícola Sant Isidre, la asociación de propietarios agrícolas que ha impulsado una mesa de trabajo para que esto de “exprimir su potencial” les repercuta en la mayor porción posible. Ha impulsado una mesa conformada por la asociación del empresariado del Baix Llobregat, las cooperativas agrícolas de Viladecans y Gavà, y los ayuntamientos de Gavà –de donde ha sido alcaldesa hasta su reciente nombramiento la ministra de Transportes, Raquel Sánchez–, Viladecans y Sant Boi. En los tres casos están gobernados por el PSC. Quienes forman parte de este espacio ven la oportunidad de promover un “hub agroalimentario en la zona agrícola del Baix Llobregat” y aprovechar las “ventajas que puede ofrecer la proximidad a los mercados”. 

Esta mesa expone también el objetivo de conseguir que la compensación de los espacios naturales que la ampliación del aeropuerto genere se traduzca en la menor afectación posible en suelo agrícola. E, importante para entender la presencia de dos cooperativas en el pack: esta mesa, que quiere negociar la forma que toma el proyecto de ampliación, plantea el objetivo de mejorar la red de recogida y conducción de las aguas pluviales, para evitar las inundaciones en las explotaciones agrarias del Delta que afectan, muy especialmente, a quienes trabajan la tierra en Gavà y Viladecans, según explica Xavier Oliva, miembro del sindicato Unió de Pagesos. 

“Ahora mismo, la payesía de la comarca estamos en una situación en la que tenemos necesidades por cubrir y, si viene alguien y te dice que la inversión del aeropuerto repercutirá en qué te arreglen alguno de los problemas más urgentes que tienes, pues te pones a favor”, explica Oliva, payés de la cooperativa agrícola de El Prat, que se opone a la ampliación y no forma parte de la mesa. Tampoco forma parte el Ayuntamiento de El Prat, frontal opositor al crecimiento del aeropuerto, que destruiría la zona natural protegida de La Ricarda, incluida en la red europea Natura 2000. De ahí que sea la Comisión Europa el organismo que tendrá la última palabra en la aprobación del proyecto. 

La alcaldesa Colau se ha referido a esta inversión como propia de la economía del “pelotazo y la especulación”, mientras que la parte socialista del Ayuntamiento aplaude el acuerdo

Por el momento, lo que ha hecho la Comisión es abrir un procedimiento de infracción contra España por las insuficientes medidas adoptadas para proteger el Delta del Llobregat y frenar el deterioro provocado por grandes proyectos de infraestructuras. Lo notificó a principios de año a quienes, esta semana, han repetido como un mantra que quieren que la afectación, fruto de la nueva expansión aeroportuaria, sea “la mínima” sobre zonas naturales. Pero este intento de atenuante frente a una decisión con intrínseco perjuicio ambiental no convence de manera unísona ni siquiera entre los partidos implicados en el acuerdo. 

El pleno del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, socialistas incluidos, rechaza la ampliación. También en la comarca del Baix Llobregat se hace oír la oposición al proyecto dentro de las filas de los partidos del gobierno catalán, ERC y Junts per Catalunya. 

En Barcelona, mientras que la alcaldesa Ada Colau se ha referido a esta inversión como propia de la economía del “pelotazo y la especulación” y el concejal de emergencia climática, Eloi Badia, también de los Comunes, ha tildado la decisión de “negacionista climática”, la parte socialista del Ayuntamiento aplaude el acuerdo. La división del gobierno de Barcelona se repite en el estatal. Unidas Podemos ha expuesto que dar respuesta a la emergencia climática forma parte del acuerdo de gobierno y considera que ampliar el aeropuerto es incongruente con ello.

La emergencia, para luego 

Se presenta como payés por elección, no solo por bagaje familiar. Xavier Oliva trabajó en el sector bancario, pero decidió volver a trabajar la tierra. Con el anuncio de ampliación del aeropuerto, teme las condiciones en las que quedará la agricultura del territorio, “estrangulada”, dice, entre infraestructuras –puerto y aeropuerto–. “Esta tierra es extraordinaria, la mala suerte que tiene es tener Barcelona al lado, por todo lo que comporta”, lamenta. 

Se queja de que la normativa de protección del Delta es estricta para los agricultores e “impide dar respuesta a algunas necesidades logísticas”, como sería construir un almacén para centralizar la producción de su cooperativa, cuenta. “Pero cuando se requiere ampliar una gran infraestructura, pues se hace”, critica. Pese lo que le pese a la biodiversidad del territorio. Y repercuta como repercuta en quienes trabajan junto a ella. 

Por cada hectárea de espacio natural que la expansión del aeropuerto destruyera, la Comisión Europea obliga a compensarla naturalizando diez hectáreas. La propuesta de construir una laguna artificial para sustituir La Ricarda podría requerir expropiaciones de terreno agrícola para convertirlo en espacio natural.  “El territorio es el que es, por lo que lo que harán no es aportar espacio verdes, sino transformarlo”, remarca Oliva.  

Según apunta un informe de la agencia de desarrollo urbano Barcelona Regional, ampliar la pista del aeropuerto “entra en contradicción con los valores de protección del medio natural” y resulta “incongruente” para abordar la pérdida de biodiversidad, que, apunta, tiene entre sus efectos incidir en la aparición de pandemias como la que sufrimos con la covid-19. Además, remarca que va a “contracorriente” de las exigencias de la Unión Europea de ampliar las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) del Delta. 

El mismo informe hace constar que las zonas húmedas, como La Ricarda, son espacios especializados en la fijación de carbono y nitrógeno, con una capacidad por hectárea superior incluso a la de los bosques tropicales. De hecho, la estrategia de descarbonización aprobada en España, con la meta de neutralidad climática en tres décadas y alienada con los objetivos del Green Deal de la Unión Europea, propone recuperar humedales por su función fundamental frente al cambio climático. Un reto con el que se han comprometido sobre el papel los gobiernos y que, según defiende Zeroport, lo que debería llevar es a proponer proyectos para reducir la actividad del aeropuerto, en lugar de ampliarla.

Desde Zeroport alertan de que si no se cumplen las perspectivas de llegar a los 70 millones de pasajeros hay riesgo de que parte de la inversión aprobada tenga que ser asumida por las arcas públicas

Esta plataforma, que reúne a un centenar de organizaciones sociales y ecologistas, plantea la necesidad de invertir en actividades productivas que permitan avanzar en la descarbonización de la economía y que, entre otros, reviertan en proteger el Delta del Llobregat, “un caramelo para algunas inversiones”, define Idoate. Su proximidad a Barcelona, su buena comunicación y el hecho de que se trata de un terreno llano son factores que explican que Amazon instalara un centro logístico gigante en El Prat, o que este territorio llamara la atención de los promotores de Las Vegas Sands para el macrocomplejo del juego Eurovegas. “De nuevo el Delta está amenazado”, afirma Idoate, que considera “falsas” las compensaciones medioambientales que resultarían de invadir con la nueva obra la zona natural protegida de La Ricarda: “La laguna no se puede recrear, lo que se pierde se pierde. Es un hábitat único”. 

Solo si se considera una afectación justificada por responder a un interés público de primer orden, la Comisión Europea podría aceptar que quede dañada una zona natural protegida por la red Natura 2000. Por ello, convencer de que se trata de un proyecto que responde al interés general es básico para que la propuesta de expansión llegue a puerto. AENA –pública en un 51% o, dicho de otro modo, semiprivatizada– se ha movido para ganar el apoyo de actores que respalden este relato.

Pintar de general el interés 

Un 49% de AENA, gestora de todos los aeropuertos del Estado, pertenece a accionistas. Según publicaba recientemente La Directa, entre los principales se encuentran fondos de inversión como BlackRock, y entidades financieras como Deutsche Bank.Y por su naturaleza, lo que el accionariado prima es que el reparto de dividendos sea al alza, algo que no pinta bien en la operadora aeroportuaria, encabezada por el socialista Maurici Lucena. Encadena pérdidas millonarias a raíz de las restricciones de movilidad forzadas por la pandemia. “AENA plantea una expansión para que sus accionistas perciban que hay algo para tener incentivos y no vender sus acciones”, detecta Idoate. Solo en los primeros seis meses de este año, las pérdidas superan los 346 millones de euros. 

Desde Zeroport alertan de que, si no se cumplen las perspectivas de llegar a los 70 millones de pasajeros proyectados por AENA, y por lo tanto, no se obtienen los ingresos para pagar las inversiones comprometidas en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) –que el Consejo de Ministras y Ministros aprobará antes de terminar septiembre–, hay riesgo de que parte de la inversión aprobada tenga que ser asumida por las arcas públicas. En un 51%, por lo menos. En este sentido, el informe de Barcelona Regional expone que la irrupción de la pandemia ha roto las previsiones de crecimiento y que “pone un elevado grado de incertidumbre en el futuro” de esta inversión. 

Antes de la caída de movilidad por la covid, en 2019, el aeropuerto de Barcelona se acercó, con 53 millones de pasajeros, al techo de su capacidad, situado en 55 millones. Calculan que el plan de alargar una de las pistas y construir una terminal satélite puede incrementarla hasta llegar a los 70 millones de pasajeros anuales. Un aumento que, cifra el informe de Barcelona Regional, puede suponer un 33% más de emisiones de CO2. Puigneró, entrevistado en Catalunya Radio la mañana siguiente al anuncio del acuerdo y su inmediato revuelo causado en redes sociales, declaró que quiere que el de Barcelona sea el aeropuerto “más verde de Europa”. 

“Poner como valor central de un modelo económico una infraestructura aeroportuaria, que es altamente emisora de CO2, es una contradicción cuando se ha declarado la emergencia climática por parte de la Generalitat, del Estado y de la Unión Europea”, denuncia Pérez, que lamenta la creciente “gesticulación” de añadir “verde” a cualquier negocio, al margen de sus impactos ecosociales. 

Recuerda Rosa Ribas cómo el Delta era considerado la despensa de Barcelona. La forma en la que ha crecido la capital catalana ha asfixiado su agricultura. “Espíritu de payés”, dice que tiene ella, para explicarse que continúe trabajando la tierra en El Prat. Ribas reivindica sus raíces, pero afirma que, siendo sincera, preferiría que su hijo no las siga. “Es muy duro y está poco reconocido”, justifica. Decidan lo que decidan quienes vienen detrás, Ribas considera que un aeropuerto tan grande no es necesario. Su apuesta de sostenimiento económico, de hecho, se orienta hacia el extremo opuesto a lo que promueve un hub intercontinental: la proximidad, la cooperación y el enraizamiento al territorio. 

Dedican su atención a lo que les crece en la tierra, pero resulta inevitable dedicarla, también, a lo que puede crecerles por el aire. Qué espacio ganaría la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat a las zonas verdes del Delta del Llobregat es un interrogante central del acuerdo hecho público esta semana...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí