Ceguera selectiva
¿Por qué la corrupción no se castiga en las urnas?
Ver o leer noticias relacionadas con este delito podría reducir el apoyo electoral en casi un 4,6%, según un estudio de la UAB. Gran parte de los votantes prefiere, sin embargo, no informarse sobre los casos que afectan a su partido
CTXT / El Observatorio Social 1/09/2021
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
La información y las noticias sobre corrupción son una herramienta eficaz para que los votantes decidan castigar electoralmente estos comportamientos, pero en muchas ocasiones la población opta por no informarse sobre los casos que involucran a su partido político favorito y se centran en otro tipo de contenidos. Esta es una de las pesimistas conclusiones que destaca un reciente estudio publicado por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona, donde se trata de abordar una de las grandes paradojas de la participación política: ¿Cómo es posible que la corrupción, ante la que existe un rechazo masivo, no se termine castigando en las urnas?
Según el estudio, exponerse a noticias relacionadas con la corrupción de un partido podría llegar a reducir el apoyo electoral a esa fuerza en un 4,6%. Sin embargo, lo más habitual es que los votantes decidan abstraerse de estas informaciones y centrarse en contenidos de entretenimiento o en noticias relacionadas con el buen desempeño de su formación política favorita.
Los datos de la investigación están extraídos de una encuesta realizada durante el año pasado a más de 2.500 personas, que a su vez se dividieron en dos grupos de control. Los resultados muestran que, cuando pueden elegir, apenas un “15,5% de los encuestados tiende a leer sobre un caso de corrupción que involucra a su partido preferido”.
Por el lado contrario, hasta un 33,2% evita leer sobre política y elige contenidos de entretenimiento antes que los que mencionan los casos que persiguen a su partido, y casi la mitad prefiere leer sobre el buen desempeño de su formación política favorita.
Aunque pueda parecer sorprendente, la reticencia a cambiar el voto es más marcada entre las personas con mayor interés y conocimientos en política, pese a que estas también son las más proclives a leer sobre los casos de corrupción que suceden en su partido predilecto. Esto, asegura el documento, sucede por su mayor identificación partidista y por su capacidad para procesar información, lo que también les lleva a ser los que más leen sobre el buen desempeño de su formación preferida.
La situación de las personas que suelen elegir leer información política neutral y noticias de entretenimiento es completamente distinta. Este grupo, que por lo general tiene un menor interés político y una identificación partidista más débil, es mucho más proclive a cambiar su voto cuando se expone a contenidos relacionados con la corrupción de su formación política.
Según el estudio, es en este grupo donde la información se convierte en un mecanismo eficiente para evitar los abusos de poder: la propensión a votar por el partido favorito es cerca de un 5% inferior entre aquellos que se han expuesto a la información sobre corrupción. Por ello, el documento sugiere que “las campañas de información para aumentar la rendición de cuentas y el castigo electoral de la corrupción que se puedan diseñar serán más efectivas si se dirigen a personas que normalmente no se exponen a la información política”.
---------
Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto ¿Por qué no se castiga electoralmente la corrupción?, de Macarena Ares, Sofía Breitenstein y Enrique Hernández, de la Universitat Autònoma de Barcelona, publicado en El Observatorio Social de la fundación ‘la Caixa’.