La enorme acumulación de riqueza en unas pocas manos es una de las caras más conocidas de la creciente desigualdad que se registra en muchos países del mundo, pero no es la única: los hogares de bajos recursos que se han quedado sin patrimonio o tienen deudas también han crecido casi al mismo tiempo que las cuentas bancarias de los millonarios. Y esto, en un país con altos índices de desempleo y bajos salarios, como España, es extremadamente preocupante.

Es lo que asegura un reciente estudio publicado por investigadores del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona. En él se advierte de que el descenso del patrimonio sufrido en los últimos años por las familias vulnerables, muy dependientes de estos recursos cuando afrontan pérdidas de ingresos, puede desembocar en un importante crecimiento de la privación económica severa.

Según las cifras recopiladas, entre 2002 y 2017 el número de personas que vive en hogares endeudados, es decir con un patrimonio negativo, se multiplicó por tres en España, pasando del 3% al 9%. Durante el mismo periodo, la proporción de riqueza que acumula el 10% de las familias más ricas de nuestro país pasó del 43% al 54%.

Pero, ¿por qué el patrimonio juega un papel tan importante en el bienestar de los hogares en nuestro país? En primer lugar, asegura el documento, porque España es uno de los lugares donde la ratio riqueza-ingresos es más elevada. Es decir, donde el bienestar económico más depende de recursos como la casa en propiedad, los ahorros, las acciones o los negocios.

En segundo lugar, y por extensión, “porque la gran mayoría de la población española vive en una casa que es propiedad de uno de los miembros del hogar”, por lo que los cambios en la riqueza podrían afectar a una proporción mayor de la personas en comparación con otros países de Europa.

En base a esto, la investigación señala que, mientras que en 2002 una proporción relativamente pequeña de población vivía en hogares endeudados o sin apenas riqueza, en 2017 ya se registraban un 9% de familias con patrimonio negativo (cuando el total de las deudas supera el valor de todos los activos que se poseen) y un 6% con un patrimonio inferior a 2.000 euros.

¿Dónde se ha concentrado esta pérdida de riqueza y este aumento del endeudamiento? Fundamentalmente, en el grupo de población de bajos recursos, donde los hogares que tienen un patrimonio menor a 25.000 euros han pasado de representar cerca de un 30% de este quintil a casi un 45%.

En el extremo contrario, el del quintil más rico, el porcentaje de la población que tiene más de un millón de euros de patrimonio ha crecido significativamente entre 2002 y 2017, al tiempo que apenas se han registrado cambios en su nivel de endeudamiento a pesar de que estos hogares también realizan grandes inversiones gracias a su elevado volumen de ingresos.

Todas estas cifras, asegura el documento, dan como resultado un escenario en el que las familias vulnerables cada vez tienen menos recursos para afrontar problemas económicos, como los que genera el desempleo, que además se ven potenciados por la debilidad de la red pública de protección.

Así, por ejemplo, a cierre de 2017 apenas un 42% de las personas que vive en hogares de bajos ingresos disponía de 1.000 euros en el banco para efectuar pagos. En 2002 el porcentaje ascendía hasta el 54%. En el caso de la población más rica, este porcentaje ha pasado de cerca del 80% al 95% en el mismo periodo.

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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto Por qué debería preocuparnos la creciente desigualdad en el reparto de la riqueza en España, de Diederik Boertien, del Centro de Estudios Demográficos (CED) – CERCA, publicado en El Observatorio Social de la fundación 'la Caixa'.