EDUCACIÓN
La escolarización de 0 a 3 años se desploma por la pandemia
Según Save The Children, la educación infantil de primer ciclo sufrió durante el último curso un descenso en las matriculaciones de casi cinco puntos, del 41% al 36%. Es la etapa escolar más importante para acaba con las desigualdades de origen
ctxt 11/09/2021
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Poco parece importar que la educación infantil de primer grado sea la etapa educativa más importante para acabar con la brecha de desigualdad a la que se enfrentan los más pequeños. Estos ciclos educativos, esenciales para el desarrollo de los menores, son los que menos recursos y atención reciben. Así ha sucedido durante los últimos años y así se ha vuelto ver durante la pandemia, cuando la tasa de escolarización de los niños y niñas de cero a tres ha descendido cerca de cinco puntos, tal y como ha denunciado en los últimos días Save The Children.
En concreto, durante el último curso el porcentaje de menores matriculados en el primer ciclo de infantil pasó del 41% al 36%, lo que se traduce en un descenso de cerca de 80.000 alumnos escolarizados en el conjunto del país. Estas cifras, que guardan una estrecha relación con la caída del empleo y la renta de las familias por la crisis sanitaria, significan a su vez un retroceso a los indicadores educativos que se registraban hace cuatro años.
Las cifras recopiladas por la ONG también revelan cuáles han sido las Comunidades Autónomas donde más ha caído el índice de escolarización de niños y niñas de 0 a 3 años. En Castilla La Mancha, el descenso de matriculación ha sido de más de diez puntos; en Galicia y la Comunidad de Madrid, de 6,7 puntos; y en Cataluña, Castilla y León y Euskadi, de entre 5,6 y 5,8 puntos.
Según Save The Children, pocas veces se percibe a la educación infantil de primer ciclo como algo más que una herramienta para facilitar la conciliación de los padres. Sin embargo, la falta de escolarización en estas etapas genera enormes impedimentos para el desarrollo de los menores. En el caso de la infancia más vulnerable, “no cursar este primer ciclo de educación infantil tendrá efectos sobre su éxito educativo, aumenta el riesgo de repetir curso, de abandono prematuro de sus estudios en el futuro y de perpetuar la pobreza”.
En este sentido, un estudio publicado por la propia ONG en 2019 ya recogía muchas estadísticas sobre las brechas de desigualdad que se estaban reproduciendo en los niveles educativos más tempranos. A pesar de que los índices de matriculación se han multiplicado por dos en los últimos años, todavía seis de cada diez niños no van a la escuela infantil, aunque la cifra es todavía más elevada en lugares como las Islas Canarias o Murcia.
A nivel socioeconómico, por su parte, las estadísticas muestran las enormes desigualdades que sufren los menores en función de su origen: mientras que más de un 62% de los menores pertenecientes a familias ricas acuden a la escuela infantil, entre los niños y niñas de hogares empobrecidos este porcentaje solo llega al 26,3%, menos de la mitad.
En estos ciclos, además, que los centros sean públicos no garantiza su gratuidad: las familias españolas eran, en 2019, las que más gastaban en educación infantil en toda la Unión Europea. No es de extrañar que cerca de un 15% de los hogares tenga dificultades para pagar la escuela infantil, una cifra que en el caso de los hogares vulnerables asciende al 28,5%.
Junto a esto, Save The Children también destaca la escasez de medios, de financiación y de apoyo público que recibe la educación infantil en su primer ciclo. No solo existe un déficit muy elevado de plazas en centros públicos y concertados, sino que la ratio de alumnos por profesor a los dos años también es una de las más altas de Europa y no existe un currículo estatal adaptado para estos cursos –esto es, objetivos oficiales de enseñanza y aprendizaje–.
Mientras, la situación del profesorado es especialmente precaria, ya que cobran casi un 22% menos que los maestros de 3 a 6 años y rara vez pueden contar con acceso a formación permanente.