Según una encuesta publicada por Eurostat, un 10,9% de los españoles afirma que no fue capaz de mantener su casa a la temperatura adecuada en 2020, una situación que se puede definir como pobreza energética. Se trata de un porcentaje casi tres puntos superior a la media de la Unión Europea, que se estima en un 8,2%.

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Es la cifra más alta de los últimos seis años. En 2019, solo el 7,5% de los españoles declaró sufrir este problema y en 2018 fue el 9,1%.

La encuesta muestra que la situación varía ampliamente entre los países de la Unión Europea. Bulgaria es el Estado miembro donde más personas afirman no poder mantener una calidez adecuada en sus hogares (la cifra llega al 27,5%), seguido de Lituania (23,1%) y tres países del sur del continente: Chipre (20,9%), Portugal (17,5%) y Grecia (16,7%). España ocupa el sexto puesto, aunque hay que tener en cuenta que las cifras de Italia, Irlanda y Letonia no están disponibles para el año 2020. El país transalpino también suele figurar entre los que más sufren la pobreza energética. En 2019, un 11% de los italianos así lo señalaban. Estos datos contrastan con los de Noruega (0,8%), Austria (1,5%), Finlandia (1,8%) y Chequia (2,2%), los Estados donde menos se reporta esta dificultad, pese a sus climas fríos.

El tipo de hogar más afectado es el formado por una sola persona adulta con niños dependientes. En España, el 17,9% de los encuestados en esta situación no puede mantener su casa a una temperatura adecuada, una cifra siete puntos superior a la media del país. A nivel europeo, la diferencia entre la media del total y la de este tipo de hogar es igualmente elevada (8,2% frente a 13,6%). En el caso español, los hogares con un solo adulto son los que tienen, en general, más dificultades térmicas, seguidos de aquellos con tres o más adultos, mientras que el porcentaje de hogares con dos adultos que afronta esta problemática está por debajo de la media.

Las dificultades son más acusadas en los hogares que se sitúan por debajo del 60% de la mediana de ingresos del país, que suele definirse como el umbral de la pobreza. En el caso español, un 22,3% de los encuestados en esta situación afirma no poder mantener su hogar a una temperatura adecuada, frente a un 7,9% de los que se encuentran por encima de este umbral.

La incapacidad de mantener el hogar a una temperatura adecuada es uno de los indicadores que se toman en cuenta para conocer la cifra de población en situación de privación material, es decir, que no es capaz de mantener el nivel de vida que se considera adecuado y necesario en nuestras sociedades. El resto de indicadores son: la incapacidad de afrontar gastos imprevistos, no poder permitirse una semana de vacaciones fuera de casa, una comida con carne o pescado uno de cada dos días, no poder pagar las facturas a tiempo y no ser capaz de adquirir bienes como una lavadora, una televisión, un teléfono o un coche. El 7% de los españoles declara que no se puede permitir al menos cuatro de estas nueve cosas, por lo que se considera que se encuentran en una situación de privación material severa.