En 2019 se notificaron en nuestro país 650.602 accidentes de trabajo con baja, entre asalariados y trabajadores por cuenta propia, según el último Informe sobre el estado de la seguridad y salud laboral en España, recientemente publicado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). El mismo informe indica que se registraron 487 accidentes mortales de trabajadores por cuenta ajena y 71 de trabajadores por cuenta propia.

La incidencia de los accidentes con baja fue de 3.417 por cada 100.000 trabajadores, y la de los accidentes mortales de 3,2 por 100.000. Las formas más frecuentes de los accidentes fueron el sobreesfuerzo físico (34,6% del total de casos en hombres y 38% en mujeres), los choques y golpes y el contacto con un “agente material” punzante. Los desencadenantes más habituales del accidente fueron los movimientos del cuerpo en situaciones con o sin esfuerzo, las caídas y la pérdida de control de las máquinas.

El 57% de los accidentes con baja entre asalariados los sufrieron trabajadores con un contrato indefinido y el 43%, los que tenían un contrato temporal. Sin embargo, el índice de incidencia entre los trabajadores temporales casi duplica al de los indefinidos. Concretamente, la incidencia de los accidentes laborales entre indefinidos es de 2.848 casos por cada 100.000 trabajadores, mientras que entre los temporales llega hasta los 4.707 casos.

Los jóvenes sufren más accidentes de trabajo. El grupo de trabajadores entre 16 y 19 años registra una incidencia de 5.331, la más elevada. La del grupo de 20 a 24 años es la segunda mayor, de 4.271. En los siguientes grupos de edad, la incidencia es más baja y estable en torno a la media, de 3.417 casos, y desciende de nuevo en los trabajadores de más de 60 (2.559). No obstante, la incidencia de los accidentes mortales crece en relación a la edad, especialmente a partir de los 40 años.

La incidencia de los accidentes de trabajo en hombres asalariados duplica la de las mujeres, y esta brecha es más amplia cuanto mayor es la gravedad de los accidentes. La mortalidad en accidente laboral es hasta 13,3 veces superior en los varones.

El sector de actividad con mayor incidencia fue el de la construcción, con 8.505. Esta cifra representa más del doble de la media (3.417). En segundo lugar se encuentra el sector agrario, con un índice de incidencia de 6.057, por encima del industrial, que registra 5.700. El sector de la construcción también muestra la mayor incidencia de accidentes mortales, que asciende a 12, un dato muy superior a la media (3,2).

En cuanto a las enfermedades profesionales, la incidencia en 2019 fue de 119 casos por cada 100.000 trabajadores. Se dio una incidencia mayor en trabajadores de las industrias extractivas (439 por 100.000), especialmente en Extremadura, Galicia y Castilla y León; y en las industrias manufactureras (379,27), en Navarra, el País Vasco y La Rioja.

Se notificaron más de 27.000 partes, de los que aproximadamente la mitad derivaron en una baja laboral. Por otro lado, se cerraron unos diez mil procesos. El 85% de ellos, con alta médica laboral, mientras que un 3,46% se cerraron con propuesta de invalidez permanente.

Por último, en 2019 se detectaron 5.297 casos de patologías no traumáticas causadas o agravadas por el trabajo, pero que no están reconocidas como enfermedades profesionales. Las enfermedades del aparato locomotor fueron las más frecuentes: un 65% del total, seguidas de las patologías de los sentidos y de la piel.