crisis
¿Qué me pasa, doctor?
Los aficionados del Atlético se preguntan cómo es posible que un equipo que ganó la Liga la pasada temporada esté mostrando un rendimiento tan distinto en la actual. El final de la anterior campaña supuso un desgaste que está pasando factura
Ricardo Uribarri 12/02/2022
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Los aficionados al fútbol, no solo los del Atleti, se hacen las mismas preguntas: ¿cómo es posible que un equipo que quedó campeón de la pasada Liga esté mostrando un nivel tan bajo esta temporada? ¿Qué está pasando para que la seña de identidad más característica de los equipos de Simeone, la fortaleza defensiva, haya desaparecido por completo? Es prácticamente la misma plantilla potenciada con algunos refuerzos de nivel. ¿Ya no valen los jugadores que hace apenas unos meses rindieron a un gran nivel? ¿El estilo del Cholo que ha llevado al equipo a lo más alto no funciona de repente? No es fácil encontrar respuestas a todas esas preguntas, pero quizá las hallemos en un aspecto poco analizado hasta ahora.
Con Simeone en el banquillo, el Atleti nunca había perdido tantos partidos de Liga a estas alturas y nunca había encajado tantos goles
Es cierto que hace dos temporadas, en la 19-20, los rojiblancos atravesaron una situación clasificatoria muy similar a la actual. Después de 22 jornadas, tanto aquel equipo como el actual tenían los mismos puntos, 36, y ambos estaban fuera de los cuatro primeros puestos que dan acceso a jugar la Champions, objetivo mínimo que se le tiene que exigir. Pero, claro, entonces la plantilla había perdido a varias piezas importantes (se llamó temporada de transición), no se venía de salir campeón la campaña anterior y no estaban las expectativas tan altas. Lo que es incuestionable porque los números no mienten es que, con Simeone en el banquillo, el Atleti nunca había perdido tantos partidos de Liga a estas alturas, seis lleva ya, y, sobre todo, nunca había encajado tantos goles como ahora, 30. Para entender la importancia de esta cifra basta decir que está a solo un gol de la peor cifra de tantos encajados en una temporada completa. Y aún quedan 16 jornadas por disputarse. El año pasado a estas alturas de campeonato apenas llevaba 14 recibidos. Menos de la mitad.
¿Qué me pasa, doctor? Sería la pregunta que se haría el propio Atleti si pasara por la consulta de un médico. El Cholo apuntó hace unos días una posible causa que, por cierto, apenas ha tenido eco entre los medios y la afición, y con la que estoy completamente de acuerdo: “Ganar la Liga nos conlleva un desgaste tan grande que nos hace pasar por un peaje”, afirmó el técnico. Y es que el esfuerzo que tuvo que hacer el equipo en todos los aspectos, pero sobre todo en lo mental, la pasada temporada para ganar la Liga fue tan exigente, llegó a tal límite, que la gran mayoría de los jugadores se quedaron exhaustos, vacíos. El tener al Real Madrid en el cogote durante un montón de jornadas, con la obligación de ganar cada partido si no querías que te adelantara y con el miedo a perder un campeonato que todos te obligaban a ganar después de la ventaja que habías tenido, porque en caso contrario lo tildaban de fracaso, les obligó a sufrir un desgaste tan grande que ahora les está pasando factura.
No es casualidad que el Atleti lleve desde 1951 sin poder ser campeón de Liga dos años seguidos. Si superar en un campeonato tan largo a Real Madrid y Barcelona, dos de las instituciones más poderosas a todos los niveles en el fútbol mundial, es una hazaña, hacerlo dos años consecutivos resulta casi imposible. Y no es la primera vez en su historia que sufre este bajón después de ganar el título. Es cierto que en 1974 logró quedar segundo tras el éxito, pero en el año 67 quedó cuarto tras ser primero el año anterior; en el 78 fue sexto tras vencer la del 77; en el 97 quedó quinto tras el histórico doblete; y en 2015 fue tercero a 16 puntos del campeón. La historia nos ha enseñado que para que los colchoneros puedan superar en una temporada al mismo tiempo a Real Madrid y Barcelona tienen que darse una serie de factores y, sobre todo, rendir al 100%.
Cuando la cabeza no va, falta la chispa en ataque, pero, sobre todo, falla la concentración en defensa, que es precisamente el gran mal que está sufriendo el equipo actualmente. Por ahí se puede entender la gran cantidad de goles que recibe el Atleti en acciones a balón parado y en centros directos al área. No es que a los jugadores no les llegue ya el mensaje de Simeone, como creen algunos, o que les estén haciendo la cama, como señalan otros (¿hacerle la cama a un técnico que los ha llevado a la gloria?). Es que les falta energía, frescura, y sin ella no hay agresividad (en el buen sentido de la palabra), intensidad, ni velocidad de reacción. Llegan tarde a los duelos, pierden muchos de ellos, los rebotes siempre son para el contrario…
La disputa de la Eurocopa y de la Copa América hizo que los futbolistas internacionales del Atleti encadenaran el final de la Liga con estos exigentes campeonatos continentales sin tener apenas tiempo de desconectar
Este pasado verano se sumó otro hecho que agrandó más si cabe este problema: la ausencia de una pretemporada en condiciones. La disputa de la Eurocopa y de la Copa América hizo que los futbolistas internacionales del Atleti encadenaran el final de la Liga con estos exigentes campeonatos continentales sin tener apenas tiempo de desconectar ni de refrescar la cabeza y el cuerpo. De hecho, el equipo hizo toda la pretemporada con muy pocos jugadores de la primera plantilla. Es cierto que varios clubes sufrieron la misma circunstancia, pero no venían del desgaste tan grande realizado en los meses anteriores. Es conocida la importancia que le da Simeone a la preparación de los jugadores antes de comenzar cada temporada y en esta ocasión no se pudo realizar en las mejores condiciones. Faltó recargar las pilas.
Esa carencia de entrenamiento ha podido desembocar en otro lastre que arrastra en los últimos meses: las lesiones. Precisamente en defensa ha tenido muchas semanas las ausencias de titulares como Savic y Giménez y también de Trippier antes de marcharse. Esos vaivenes en la zaga han hecho que apenas haya podido repetirse formación, lo que afecta a la estabilidad que debe tener una línea tan importante. Pero no solo ha habido problemas atrás. Un jugador que apenas había tenido percances en ese sentido, como Marcos Llorente, acumula cuatro lesiones musculares esta campaña. Griezmann lleva dos meses fuera del equipo. Ahora llega Wass como refuerzo y en su primer encuentro se lesiona para más de un mes. Hasta el momento, ha habido 20 lesiones en la temporada, de las que 17 han sido musculares.
Al contrario que pasa con los futbolistas del Real Madrid y el Barcelona, los del Atleti no están acostumbrados a tener sobre sus hombros la pesada vitola de favoritos ni la obligación de tener que ganar títulos todas las temporadas, lo cual no significa que no los busquen. Pero no es lo mismo encontrarte con esa opción en medio de una temporada que iniciarla con el peso de que la gran mayoría te considere uno de los principales candidatos al título y te estén diciendo todos los días que tienes la mejor plantilla de España, algo sobre lo que habría mucho que discutir. Tan cierto es que en ataque tiene a varios jugadores de gran nivel como que en otras posiciones hay carencias notables. Pero parece evidente que la plantilla no ha sabido o no ha podido, posiblemente a causa de los factores señalados, sobrellevar ese peso de tener que repetir una campaña como la anterior.
Todo lo señalado nos lleva a que la gran mayoría de los jugadores no estén ofreciendo el nivel esperado y que los focos apunten a un Simeone que, como todos los profesionales, unos días acierta con sus decisiones y otros se equivoca. En cualquier caso, sorprende el grado de inquina que muestran algunos seguidores rojiblancos con el técnico que ha cambiado la historia reciente del club hasta alcanzar niveles difícilmente esperados cuando llegó. Si después de llevar una década cumpliendo objetivos, si después de que el equipo haya conseguido 10 títulos en los últimos 11 años (casi el 33% del total histórico), ocho de ellos con el argentino, hay aficionados que no pueden sobrellevar un mal año, como sería no clasificarse para Champions, que está por ver, apaga y vámonos.
Seguramente, cualquier especialista les recomendaría a los componentes de la plantilla atlética tres semanas de absoluto reposo, que resetearan mente y cuerpo, y volvieran con apetito renovado, no como lo hicieron el pasado mes de agosto, con la tripa llena y la cabeza pesada. Pero como ahora es imposible, a los atléticos les toca apretar los dientes, potenciar sus virtudes, minimizar sus defectos, y centrarse todos en mejorar. Y cuando llegue el final de temporada será el momento de hacer balance, pensar, hablar y tomar decisiones.
Los aficionados al fútbol, no solo los del Atleti, se hacen las mismas preguntas: ¿cómo es posible que un equipo que quedó campeón de la pasada Liga esté mostrando un nivel tan bajo esta temporada? ¿Qué está pasando para que la seña de identidad más característica de los equipos de Simeone, la...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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