Atlético de Madrid y Manchester City son dos equipos de autor. Son el Atleti de Simeone y el City de Guardiola. Dos entrenadores con unas ideas futbolísticas tan definidas como opuestas entre sí. Ambas válidas, viendo el éxito que cada uno de ellos ha cosechado en sus carreras, pero tan distintas que la posibilidad de confrontarlas en un duelo directo genera una gran expectación por ver cuál de las dos se puede imponer. Más teniendo en cuenta que, a pesar de la dilatada carrera de los dos técnicos, solo se han enfrentado en tres ocasiones y han pasado seis años de la última vez que lo hicieron. Es el gran aliciente extra que tiene la eliminatoria de cuartos de final de la Champions entre madrileños y mancunianos.

Tener la posesión del balón como idea principal, situar al equipo lo más cerca del área contraria, presión rápida tras pérdida, movimiento continuo de los jugadores en ataque sin la necesidad de tener un nueve de referencia, amplitud del campo con aperturas a las bandas y llegada de muchos jugadores al área para rematar los centros. Unas señas de identidad aderezadas con la gran calidad de los jugadores. Todo eso es el Manchester City de Pep. Repliegue en campo propio a la hora de defender, proteger su portería cerrando espacios al rival, búsqueda de robo y salida a la contra, ser directo con el balón. En definitiva, tener contundencia en las áreas sin importar tanto lo que pase en el medio. Eso es el Atleti del Cholo, especialmente cuando se mide a un equipo con características similares a las del técnico catalán. Como se puede ver, planteamientos diametralmente distintos. 

Es evidente que el City va a tener el control del balón en una gran cantidad de minutos y que el Atleti deberá realizar un partido de máximo esfuerzo y alta concentración

Nos encontramos por lo tanto ante un choque de estilos en el que la estética y la eficacia se presentan como caminos alternativos para llegar a la misma meta, el triunfo. Una dualidad que tuvo una de sus máximas expresiones en el duelo de vuelta de semifinales de la Champions que enfrentó el 3 de mayo de 2016 al Bayern de Múnich, que entonces dirigía Guardiola, contra el conjunto rojiblanco. Después de que los de Simeone se impusieron por 1-0 en el Calderón en el choque de ida, los alemanes sometieron a un asedio el área colchonera durante prácticamente todo el partido. Las estadísticas de ese día son elocuentes: un 68% de posesión alemana y 34 disparos, de los que 12 fueron a puerta. Sufrió una barbaridad el equipo rojiblanco, de hecho, Fernando Torres reconoció que “es el partido que más superioridad he sentido de un rival en toda mi carrera”. Sin embargo, fue el Atleti el que pasó a la final a pesar de perder 2-1 y con solo siete remates efectuados gracias al valor doble de los goles en campo contrario. Esa eliminatoria, junto a un partido de Liga recién llegado Simeone al banquillo madrileño en el que el Barcelona se impuso por 1-2, son los tres únicos duelos directos entre ambos.

¿Vamos a ver algo similar en estas citas? Quizá no tan exagerado, especialmente en el encuentro de ida, donde se intenta minimizar errores y ninguno va tan exigido, pero es evidente que el City va a tener el control del balón en una gran cantidad de minutos y que el Atleti deberá realizar un partido de máximo esfuerzo y alta concentración en defensa, sin cometer errores, para anular las virtudes del rival y obtener un resultado positivo. El City está acostumbrado a jugar ante rivales que se le cierran, pero delante va a tener al equipo que, en su mejor versión, es seguramente la referencia máxima de saber aguantar un dominio del rival. “A nosotros nos gustan los retos. Cuanto más difícil, más sacamos lo mejor de nosotros”, explicó Koke al conocer su rival. 

La batalla táctica en las pizarras se presenta apasionante. Guardiola buscará dar herramientas a los De Bruyne, Bernardo Silva, Foden, Grealish, Mahrez y compañía para superar la férrea y tupida defensa rojiblanca y Simeone intentará desactivar las ventajas numéricas de jugadores que busca de forma continua el City en distintas partes del campo como uno de los objetivos principales, pero sin olvidar que también debe llegar en algunas ocasiones al arco contrario para estirar al City y obligarle a que corra hacia atrás. Seguro que el Cholo habrá visto el partido de hace unas semanas en el que el Tottenham se impuso por 2-3 en el Etihad.

Hay un hecho significativo que desvela hasta qué punto son distintos los gustos futbolísticos de uno y otro. Antes de recalar en Madrid para entrenar al Atleti, cuando aún estaba en Argentina, Simeone viajó a Barcelona para ver algunos entrenamientos del equipo azulgrana que entrenaba Guardiola. La conversación que mantuvieron ambos en aquel momento tras presenciar el argentino el trabajo de los culés la desveló el técnico catalán tiempo después en un programa de televisión. “El Cholo me dijo: ‘a mí esto no me gusta. No lo siento’. Y dije, qué bueno. Me encantó. De eso se trata”, unas palabras que dan a entender que en el fútbol caben varios estilos y que cada técnico debe apostar por aquel con el que más se identifique.

La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol eligió hace unos meses a Simeone como mejor técnico de la década (2011-2020) y a Guardiola el segundo

Pese a ser tan antagónicos, los dos siempre han tenido palabras de respeto hacia el otro. Guardiola no ha criticado el juego que propone Simeone como sí lo han hecho otros técnicos o personas relacionadas con el mundo del fútbol. Más bien siempre ha destacado sus logros. Antes de aquella semifinal de 2016 afirmó que “el mejor título ganado por el Atlético es el hecho de que ahora se comparan con Barcelona y Real Madrid. Esto es el gran título logrado por Diego y su equipo”. En el documental sobre Simeone afirmó que “yo soy incapaz de hacer jugar así (como juega Simeone) a mis equipos, pero lo admiro. En algún momento la abeja te va a picar”. Y después de conocerse el sorteo que emparejó a los dos clubes advirtió que “sabemos que va a ser difícil imponer nuestro juego, porque ellos son buenos en eso. Son lo que son y son capaces de evitar lo que tú eres”. Por su parte, el técnico rojiblanco manifestó hace unos días que “tengo una gran admiración por Guardiola y por el trabajo que viene haciendo en estos últimos años”.

De su valía hablan los títulos y las marcas que han conseguido a lo largo de su carrera. Por algo la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, organización privada reconocida por la FIFA, eligió hace unos meses a Simeone como mejor técnico de la década (2011-2020) y a Guardiola el segundo en esa clasificación. Y por algo son los dos técnicos mejor pagados del mundo, una tabla que también lidera el Cholo. Son muchos los que opinan que estamos ante los dos mejores entrenadores de la actualidad y de ahí que en esta eliminatoria muchas miradas se dirijan a los banquillos. Sí, en el césped se medirán Atlético de Madrid y Manchester City, pero al mismo tiempo se dirimirá un interesante pulso entre Simeone y Guardiola. Después de mucho tiempo viéndose a distancia, ya era hora de que estos polos tan opuestos midan sus fuerzas en un cara a cara.