TECETIPO
Algodoneros de Sevilla
Esperemos que se pongan en marcha las inspecciones de trabajo necesarias para que la Feria de Abril salga del medievo, para que se acaben los atentados contra los trabajadores y empiecen las condiciones dignas
Gerardo Tecé 3/04/2022
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Todo el mundo en Sevilla sabe lo que supone el trabajo de camarero en la Feria de Abril. Si no es porque te ha tocado estar a ese lado de la barra por necesidades económicas, es porque lo has visto de cerca en algún familiar o amigo al otro lado de la barra. Las caras exhaustas tras la acumulación de jornadas de 12, 13, 14, 15 horas sin descanso, los mareos por agotamiento, el sudor a causa del estrés provocado por el ritmo incesante y la cocaína para poder aguantar todo lo anterior. Mientras para los caballos de la Feria se introducía una regulación que aseguraba cierto grado de bienestar limitando las jornadas de trabajo de los animales y así evitar las escenas de desfallecimiento, los camareros seguían en el epígrafe laboral de algodoneros de Alabama. Todos en Sevilla lo hemos visto y lo hemos aceptado con cierta normalidad precaria estructural siempre que la botella de manzanilla y el montadito de lomo, cobrados a precio de oro por el empresario hostelero, llegasen en buen estado.
Una denuncia ha dado este año la voz de alarma poniendo esta situación de explotación laboral encima de la mesa. No han sido ni los camareros en régimen de latigazo ni el Ministerio de Trabajo preocupado por esta situación. Curiosamente, quienes se dedican a hacer jugosas cajas durante esta fiesta explotando trabajadores hasta el límite de sus fuerzas han sido los encargados de alertar del problema. La reforma laboral que nos impone el socialcomunismo, dicen algunos empresarios de la hostelería local alentados por Vox –siempre junto a las causas más nobles– pone en peligro la celebración de la Feria. La tesis es sencilla: si las jornadas de trabajo duran mucho más de ocho horas y la ley no permite llevar a los camareros hasta la extenuación en jornadas que doblan lo establecido por ley, ¿cómo lo hacemos? Descartado por algún motivo el uso de las matemáticas, que nos permitiría descubrir cómo la contratación de dos camareros en turnos de ocho horas haría factible cubrir 16 horas de trabajo –tachán, que diría Juan Tamariz–, el miedo de los empresarios previendo dificultades a la hora de saltarse la ley sin sobresaltos es amplificado por los grandes medios de comunicación españoles. Siempre a la altura.
Yolanda Díaz, que no ha tenido el gusto de haber inventado las ocho horas de trabajo –el invento comunista es de 1919– y ni siquiera el mérito de haber denunciado públicamente esta situación que los camareros de la Feria de Sevilla llevan décadas soportando, debería estar agradecida por esta polémica que sitúa a su ministerio en el centro. Gracias al sistema instaurado en la prensa española mediante el cual si uno tiene una queja contra el actual Gobierno le serán proporcionados todos los altavoces disponibles –aunque su queja consista en denunciar que no se le permite cometer ilegalidades–, el problema de la explotación laboral a la que se ven sometidos estos trabajadores forma parte del debate público. Esperemos que, como ya hizo se en el campo andaluz –también con revuelo mediático–, se pongan en marcha en la Feria de Abril las inspecciones de trabajo necesarias para que esta celebración salga del medievo y se modernice, para que se acaben los atentados que allí se cometen contra los trabajadores y empiecen las condiciones dignas. Por su parte, la gran prensa española vuelve una vez más a quedar exquisitamente retratada. Un país en el que sus medios silencian la explotación laboral y sin embargo dan voz a los explotadores que exigen saltarse la ley sin miedo a ser castigados es un país enfermo. Y no hay litros suficientes de manzanilla que nos hagan olvidar esto.
Todo el mundo en Sevilla sabe lo que supone el trabajo de camarero en la Feria de Abril. Si no es porque te ha tocado estar a ese lado de la barra por necesidades económicas, es porque lo has visto de cerca en algún familiar o amigo al otro lado de la barra. Las caras exhaustas tras la acumulación de...
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Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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