Conciliación y horas ‘extra’

Un informe de SD Worx tras una encuesta realizada por iVox a principios de 2022 a 5.495 profesionales de diez países europeos, incluyendo el nuestro, revela que cuatro de cada diez trabajadores españoles afirman no poder elegir su horario laboral, e igualmente casi la mitad carece de capacidad para determinar el lugar de trabajo.

Países Bajos se sitúa como el país más flexible en materia de jornada laboral y lugar de trabajo, con un 50% de trabajadores pudiendo elegir desde dónde trabajar y un 47% también cuándo trabajar, muy por encima de la media europea, con un 39% en ambos casos.

En relación con la realización de horas extra en Europa, el 52% de los empleados de 25 a 29 años afirma trabajar fuera de su horario laboral, bajando hasta el 42% en el caso de las personas de entre 50 y 54 años, y hasta el 40% en el de mayores de 55.

Con respecto a nuestro país, según el INE, durante el segundo trimestre de 2019, un 48,4% de los asalariados que realizaron horas extra no fueron remunerados por ello, lo cual supone 2,9 millones de horas extraordinarias no retribuidas.  

Por su parte, las mujeres españolas realizan un mayor número de horas extraordinarias no pagadas en comparación con los hombres. Entre el total de horas extra realizadas por las mujeres, un 49,5% de ellas fueron no pagadas mientras que este porcentaje entre los hombres desciende al 47,7%.

La flexibilidad laboral tiene un impacto significativo sobre la conciliación. Como es de esperar, las mujeres tienen más dificultades que los hombres para conciliar. Según datos de una encuesta realizada por InfoJobs a la población ocupada, el 61% de ellas indica que le resulta difícil, frente al 56% de los hombres. Y de acuerdo con el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en 2019, del total de 59.466 profesionales que interrumpieron su actividad laboral (excedencias), 9 de cada 10 eran mujeres.

Respecto a las medidas más útiles para conciliar, señaladas precisamente por la población ocupada que tiene dificultades para alcanzarla, figuran:

– La flexibilidad horaria (53% de las menciones).

– La jornada intensiva (38%).

– El teletrabajo (34%).

– Las horas anuales remuneradas de asuntos particulares (28%).

– La desconexión digital real (23%).

En lo que se refiere a las empresas, la flexibilidad horaria (62%), el teletrabajo (50%) y la jornada intensiva (42%) siguen siendo las medidas de conciliación laboral más implantadas. 

Trabajo y salud

En cuanto a salud laboral, el 67% de los puestos de trabajo generan alguna dolencia a los trabajadores. Según un estudio realizado por la compañía Fellowes, el 53% de los trabajadores sufre fatiga ocular, el 49% dolores de cabeza, el 48% dolores de espalda, el 26%  visión borrosa y el 24% rigidez de cuello. Dicha compañía señala que una mejoría del bienestar en el puesto de trabajo se ve directamente reflejada en la productividad.

Además, trabajar cuando se está enfermo tiene un efecto negativo en el desempeño laboral al día siguiente. Una nueva investigación ha tratado de dilucidar por qué hay personal que trabaja incluso cuando no se encuentra bien. Si bien una de las razones para acudir enfermo al trabajo es que no se habían alcanzado los objetivos laborales diarios, para muchos seguir trabajando es simplemente una necesidad económica: corren el riesgo de perder parte de su retribución o incluso sus puestos si no se presentan.

El estudio también descubrió que trabajar cuando se está enfermo tiene un efecto negativo en el desempeño laboral al día siguiente, según informa Science Alert. De hecho, según diversas investigaciones, se calcula que el coste de ir trabajar estando enfermos sin poder rendir al máximo de nuestro potencial puede igualar o representar 1,5 veces más tiempo de trabajo perdido que el costo del absentismo por enfermedad. 

Teniendo en cuenta el impacto negativo posterior en el rendimiento laboral, así como el riesgo de prolongar las enfermedades por falta de descanso, los autores del estudio sugieren que los jefes y responsables deben mostrar una actitud contraria a ello, desincentivando al personal a su cargo para que no realicen estas prácticas. También se recomienda reducir la carga de trabajo o cambiar las tareas asignadas a los trabajadores.