¿Conocen el juego del topo? Seguro que les suena de haberlo visto en alguna feria. De una serie de agujeros abiertos en la tierra surgen aleatoriamente cabezas de topo. Se trata de estar atento para, cuando el topo emerja, golpearle la cabeza con un mazo y devolverlo bajo tierra sumando puntos. Ayer en la campaña a las elecciones de Andalucía se jugó a esto. El alcalde de Estepona (PP), al que recordarán de otros grandes éxitos como el tobogán que conectaba el centro de la localidad con las urgencias del hospital, apareció ayer en rueda de prensa con una mano vendada y bromeó con los periodistas presentes diciendo “tranquilos, no ha sido violencia de género” la misma semana que suma tres nuevas víctimas en manos del machismo. Tras desatarse la polémica, desde el PP, partido que convirtió en delito penal cualquier comentario que pudiera ofender a las víctimas del terrorismo de ETA, han explicado que, joder, el chascarrillo del alcalde esteponero sobre esta forma de violencia que suma desde 2010 más muertes que ETA en toda su historia era, simplemente, pues una broma. Mazo en mano, PSOE y Por Andalucía han pedido su dimisión, logrando, por primera vez en la campaña y gracias a un gol en propia puerta, llevar la iniciativa. Pasadas las horas, el alcalde de Estepona pidió perdón por su comentario y, de una forma clara, expresó que la violencia de género merecía su rechazo. Visto cómo está el patio, le honra.

Hablando de violencia de género, ayer conocimos que un grupo de militantes de Vox arrancaron el pasado miércoles en Cantoria (Almería) una señal que declaraba al pueblo concienciado contra la violencia contra las mujeres. Si después del 19J el PP pacta con la desfachatez con patas que no sólo niega la existencia de la violencia machista, sino que destroza símbolos de solidaridad con las mujeres atacadas, ¿también dirán que era una broma?