1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

MEMORIA

Se buscan los restos de Cipriano Martos 49 años después

El militante antifranquista fue torturado y asesinado por la Guardia Civil. Gracias al empeño de su hermano Antonio y a una investigación periodística, ha comenzado la exhumación en una fosa de beneficencia del cementerio de Reus

Guillermo Martínez 17/12/2022

<p>Lápida instalada junto a la fosa de beneficencia en la que se encuentra el cadáver de Cipriano Martos.  </p>

Lápida instalada junto a la fosa de beneficencia en la que se encuentra el cadáver de Cipriano Martos.  

Roger Mateos

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Cipriano Martos llevaba 21 días ingresado en el hospital Sant Joan de Reus, pero nadie había avisado a su familia. Desconocían que su querido hijo y hermano se había visto obligado a ingerir, durante el interrogatorio en el cuartel de la Guardia Civil, el ácido sulfúrico que encontraron en su casa cuando fue detenido el 25 de agosto de 1973. Este treintañero murió de la misma forma que vivió sus últimos años: militando en el Partido Comunista de España Marxista-Leninista (PCE ML) y el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). Esta vez, la Guardia Civil le había detenido por repartir propaganda contra el régimen franquista.

Su familia jamás pudo ver el cadáver, que fue enterrado en una fosa de beneficencia del cementerio de Reus. El crimen fue silenciado por la dictadura y apenas tuvo repercusión entre los grupos de la clandestinidad. Ahora, el Departamento de Justícia, Drets i Memòria de la Generalitat de Catalunya ha iniciado los trabajos de exhumación de su cuerpo.

Natural de un núcleo de casas cercano a Loja, en Granada, Martos provenía de una familia de campesinos pobres, marcados por el analfabetismo. Cuando nació, en 1942, el hambre de la posguerra azotaba el sur. En 1969 decidió migrar a Sabadell junto a su hermano Antonio para dedicarse a la construcción. Una nueva vida empezaría para él: la combatividad de la ciudad y su fuerte movimiento sindical, junto a las nuevas opciones culturales y sociales que se encontró, le terminarían de alejar de sus raíces.

Férrea oposición al régimen

Roger Mateos es el periodista e investigador que más sabe de la historia. Autor de El caso Cipriano Martos (Anagrama, 2018), así relata el comienzo de su politización: “Por aquellos años había muchas siglas entre las que elegir de oposición antifranquista. Él cayó en una de las más duras, el PCE ML, lo que fue el núcleo político del FRAP”. Tal era la dedicación del joven a las labores del partido, que en 1973 fue destinado a Reus. Según Mateos, “en aquella célula comenzó a conocer bien a sus compañeros, con los que hacía repartos de propaganda”. Las acciones, en ocasiones, iban algo más allá, como el lanzamiento de cócteles molotov contra campings para denunciar el turismo financiado por el franquismo.

Antonio Martos, hermano mayor de la víctima, sostiene un retrato de Cipriano, con los trabajos arqueológicos de excavación de la fosa al fondo, tapados por una malla verde. | ROGER MATEOS.  

Antonio Martos, hermano mayor de la víctima, sostiene un retrato de Cipriano, con los trabajos arqueológicos de excavación de la fosa al fondo, tapados por una malla verde. | ROGER MATEOS.  

Antonio Martos es el mayor de los seis hermanos y tenía 32 años cuando ocurrió todo. “Al principio vivíamos juntos en Sabadell, pero él se empezó a distanciar más y más, y nos olíamos que se había metido en algún rollo”, explica a sus 81 años. Poco a poco, Cipriano se fue alejando de Antonio, hasta tal punto que este no conocía el paradero de su hermano en el momento de su boda a la que, evidentemente, Cipriano no acudió. “Yo creía que estaba metido en la iglesia evangélica, prohibida entonces. Le veía venir de madrugada cuando a lo mejor nos levantábamos a las 5 de la mañana para ir a trabajar. Así hasta que dejó la casa. Los últimos seis meses antes de su muerte, ni siquiera sabíamos dónde estaba”, comenta el hermano.

Juan López Amorós fue militante del FRAP junto a Martos. Obrero de la construcción durante toda su vida, a sus 70 años recién cumplidos aún rompe a llorar cuando recuerda el asesinato de su compañero. “Yo le conocí en 1971, en Barcelona, en un aparato de propaganda. Al poco, a él le mandaron a Reus y a mí a Igualada”, relata. Pese a proceder los dos de Sabadell y de la construcción, hasta entonces no habían tenido noticia el uno del otro al moverse en la clandestinidad. 

Detención, torturas y asesinato

En Reus, Martos trabajaba en el campo para ganarse la vida. En ningún momento dejó atrás su militancia comunista y antifranquista. “Como eran pueblos relativamente pequeños, lo que hacíamos era intercambiar las células de la organización, así que la mía de Igualada hacía propaganda en Reus, y la suya de Reus venía a tirar y repartir propaganda a Igualada”, explica este antiguo militante del FRAP.

La primera fecha clave en esta historia es el 25 de agosto de 1973, el día en el que la Guardia Civil le detiene después de que la célula de Martos hiciera un reparto de propaganda en Igualada. “Les calaron la matrícula del coche y tras un primer detenido, el segundo en caer fue Martos. Le trasladaron al cuartel de la Guardia Civil en Reus y le interrogaron a lo largo de unas 50 horas, aproximadamente. Ahí vivió un infierno. Según testimonios de otros detenidos que coincidieron con él en el cuartel, llegaron a verle gravemente magullado por las torturas que estaba sufriendo”, detalla Mateos en su libro.

Le trasladaron al cuartel de la Guardia Civil en Reus y le interrogaron a lo largo de unas 50 horas, aproximadamente. Ahí vivió un infierno

Dos días después terminó abruptamente el interrogatorio: Martos había ingerido el ácido sulfúrico que días antes la Guardia Civil había encontrado en su piso. “Con el tubo digestivo en llamas, le tuvieron que hospitalizar. Ingresa como detenido e, inicialmente, sobrevive, pero agoniza durante 21 días”, continúa el investigador. Y aquí la segunda fecha crucial: el 17 de septiembre de 1973, Martos reposa sin vida en la cama del hospital, todavía flanqueado por una pareja de guardias civiles.

Sin clemencia para la familia

Mateos explica que “en aquel momento, las autoridades franquistas tenían un problema, porque incluso 23 días después de la detención nadie había comunicado nada a su familia”. Una vez avisados, la madre y dos hermanos cruzaron España entera para poder ver el cadáver, aunque jamás lo consiguieron. Los guardias civiles que custodiaban su habitación del hospital, ante los lamentos de la madre, no dieron su fusil a torcer.

Cipriano Martos antes de emigrar a Sabadell. | ROGER MATEOS.  

Cipriano Martos antes de emigrar a Sabadell. | ROGER MATEOS.  

Antonio, el hermano de Cipriano Martos, recuerda bien aquellas horas: “Yo no tenía ni teléfono en casa, a diferencia de la mayoría, así que mis padres o cualquiera que llamaba lo hacía a algún vecino y nos avisaba. Alguien llamó preguntando por mí, pero yo estaba trabajando. Cuando devolví la llamada, solo me dijeron que algo grave había pasado en la familia, así que llamé al bar del pueblo de mis padres, que ellos tampoco tenían teléfono en su casa, para avisarles”, ilustra.

“Mi madre decía que quería ver a su hijo, muerto o vivo. Estaba desesperada, llorando, de rodillas, y le pegaron hasta patadas”, relata el hermano de Cipriano Martos

El mismo Antonio continúa: “Lo primero que me dijeron es que mi hermano había tenido un accidente de trabajo en Cubero, una constructora, en Reus, así que un conocido se ofreció a llevarnos a Reus para ver qué había pasado”. Su madre se dirigió directamente al cuartel de la Guardia Civil de la misma localidad, donde le dijeron que no sabían nada, que se fuera al hospital. “Tras hacernos identificarnos, no nos dejaron pasar. Mi madre decía que quería ver a su hijo, muerto o vivo. Estaba desesperada, llorando, de rodillas, y le pegaron hasta patadas”, relata el hermano de Cipriano Martos.

Un bulto en la fosa de beneficencia

Pasados unos 20 minutos de aquello, la familia vio que los guardias civiles se retiraban y que de la habitación salía un grupo de varias personas que portaba un bulto envuelto en sábanas. “Cuando llegamos al cementerio solo vimos la tierra fresca, como que acababan de enterrar a alguien, pero allí no había Guardia Civil ni nada”, explica Antonio.

Así, el cuerpo terminó inhumado en una fosa de beneficencia del cementerio de Reus, el lugar en el que reposan los cadáveres de aquellas personas que no pueden pagar un nicho propio. El registro municipal del cementerio contiene el día y la localización exacta en la que fue enterrado, según descubrió el periodista Roger Mateos. 

López, el antiguo compañero de militancia de Martos, recuerda que la noticia de su muerte no le llegó por los canales oficiales, sino al ver lo que sucedía a su alrededor: “Empezó a haber caídas raras, sobre finales de septiembre, y muchos seguimientos y controles en Igualada. Sabíamos que algo había pasado, pero no el qué. Cuando me enteré de su muerte sentí una impotencia increíble, vi que lo único que podía hacer era seguir trabajando y haciendo propaganda para denunciar las injusticias del régimen”, recuerda emocionado. Él, finalmente, tuvo que refugiarse en Francia, y no volvió a España hasta el 31 de diciembre de 1975, momento en el que pudo celebrar la Nochevieja con su familia, a la que llevaba sin ver casi dos años.

Sin apenas consecuencias para la dictadura

El crimen que sufrió Cipriano Martos fue silenciado por el régimen franquista, que nunca se pronunció oficialmente sobre lo sucedido. La dictadura, en el caso Martos, ni siquiera gastó sus habituales mentiras. Los hechos de los que fue protagonista este joven obrero granadino contrastan con lo ocurrido en las mismas fechas con Salvador Puig Antich. El 25 de septiembre de 1973, el militante anticapitalista fue detenido en un tiroteo contra la Policía. Terminaría ejecutado a garrote vil en marzo del año siguiente. En esta ocasión, el conflicto se pudo internacionalizar, incluso el Papa intentó interceder por su vida, aunque sin éxito.

“El FRAP sí que hizo un comunicado que distribuyó mediante su propia agencia de prensa, pero con un eco muy limitado. Se publicó un breve en Le Monde y alguna información más en algún medio internacional, pero todo muy telegráfico. Desde luego, ningún periódico español habló sobre ello, aunque sí lo hizo la prensa adscrita al PCE”, cuenta Mateos. La respuesta por parte del PCE ML y el FRAP se limitó a pintadas y acciones de agitación y protesta en los días venideros, y el caso cayó en el silencio más absoluto durante muchos años. El siguiente movimiento importante en esta historia no llegaría hasta la segunda década del siglo XXI, cuando gracias al empeño de Antonio Martos el caso fue incluido en la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo y los primeros años de la Transición.

La exhumación, la memoria

Han tenido que pasar 49 años para que el cuerpo de Cipriano Martos pueda ser devuelto a su familia

Alfons Aragoneses, director general de Memoria Democrática de Catalunya, explica que “se trata de un obrero de origen granadino lanzado al olvido, que desaparece del relato oficial”. Asimismo, certifica que está documentado quiénes le interrogaron en el cuartel de la Guardia Civil de Reus. “Uno de ellos falleció, pero los demás podrían estar vivos. Nosotros, siempre que exhumamos un cuerpo del que tenemos sospechas de que ha podido ser una víctima de un delito, lo ponemos en conocimiento de la autoridad judicial, aunque la justicia archiva la mayoría de los casos por interpretaciones, a mi juicio, poco correctas de la Ley de Amnistía de 1977”, agrega.

Han tenido que pasar 49 años para que el cuerpo de Cipriano Martos pueda ser devuelto a su familia, aunque nada de esto hubiera sido posible sin el empeño de su hermano Antonio y la investigación publicada por Mateos. El cuerpo, ahora sí, podrá ser enterrado junto a su familia en el cementerio de su localidad natal tras la identificación de los restos. “Esto es un ejemplo de cómo la memoria avanza, es algo dinámico y vivo. Sin la revolución de los nietos a finales del siglo XX e investigaciones como la de Mateos, y sin asociaciones que lo reivindiquen, no estaríamos aquí”, apunta el propio Aragoneses, quien afirma que es la primera vez que se exhuma una fosa del tardofranquismo en Catalunya.

El trabajo de exhumación, en este caso, es más complicado que otros debido a la fosa de beneficencia en la que se encuentra el cuerpo. “Para llegar al de Cipriano Martos, tendremos que tocar entre 25 y 50 cuerpos más, que serán tratados con la dignidad y el respeto que merecen. Los recolocaremos de tal manera que facilitará su exhumación si así alguien lo reclama en el futuro”, concluye el director general.

Cipriano Martos llevaba 21 días ingresado en el hospital Sant Joan de Reus, pero nadie había avisado a su familia. Desconocían que su querido hijo y hermano se había visto obligado a ingerir, durante el interrogatorio en el cuartel de la Guardia Civil, el ácido sulfúrico que encontraron en su casa cuando fue...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí