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Gran parte de lo que pueda conseguir el Atleti hasta final de temporada va a depender de la aportación de Antoine Griezmann. Ese jugador que siendo atacante igual despeja de cabeza en el área propia un centro peligroso, que se mueve por el centro del campo imponiendo el ritmo que interesa en cada momento al equipo, que muestra su creatividad para generar pases de gol con acciones llenas de talento en la frontal rival y que es capaz de llegar a portería y rematar a gol. Sí, ese mismo jugador que lleva su pelo teñido de rosa porque dice que es un síntoma de que está disfrutando y es feliz. Habrá quien diga que por qué el equipo está completando una temporada de “regular a mala”, como dice Simeone, con un jugador tan bueno en la plantilla. Seguramente él no ha estado a su mejor nivel en algunos momentos, pero parece evidente que los rojiblancos han tenido problemas muchos más graves que el nivel del francés. Ante el Valladolid, eso sí, se vio que la vida es más fácil si el de rosa tiene el día inspirado.
La apuesta ofensiva de inicio de Simeone, juntando a Morata, Correa y Griezmann, con Koke, Llorente y Lemar por detrás, daba esperanzas a los aficionados colchoneros de ver a un equipo más ofensivo que de costumbre. La realidad es que el partido arrancó tedioso, con un Valladolid que quería imponer un ritmo lento tocando entre sus tres centrales ante unos jugadores rojiblancos cuya tímida presión no incordiaba a los de Pacheta. Cuando la gente empezaba a impacientarse, al genio del pelo de rosa se le encendió la bombilla y se hizo la luz. Koke metió un pase vertical a Griezmann que de espaldas a portería tocó la pelota de tacón para superar a su marcador dejando en ventaja a un Morata que culminó la obra de arte poniendo su firma: recorte al defensor con la zurda en el área y definición con la derecha. Es la tercera jugada parecida que protagoniza Griezmann en los tres últimos partidos. Contra el Almería y ante el Valladolid acabó en gol y frente al Levante hubo fuera de juego de Morata. Que Antoine ve más cosas en el césped que los demás, como dijo el Cholo tras el encuentro, parece una evidencia.
Era el minuto 18 y el Atleti había conseguido lo más difícil: adelantarse en el marcador. Quedaba la duda de si haría lo de otras veces, dar un pase atrás para conservar la ventaja o seguir mirando a la portería contraria. Pronto tuvimos la respuesta. Apenas cuatro minutos después, Llorente vio el desmarque de Nahuel en el área y el pase de este lo remató Griezmann cerca del portero con un toque sutil con el pie izquierdo. Un tanto que mete al francés entre los cinco máximos goleadores del club en Liga en toda su historia. A destacar la mejoría del lateral argentino en los últimos partidos, en los que ha dado dos asistencias. Es cierto que no siempre elige bien el último pase, pero se ofrece constantemente, sube la banda sin descanso y está creando una sociedad interesante con Llorente y Correa en la derecha.
El plan con el que había iniciado el partido el Valladolid se vino abajo y en esos minutos de no saber muy bien que hacer, el Atleti volvió a golpear. Lanzamiento perfecto de falta de Griezmann para que Hermoso conectara un cabezazo que Masip repelió con apuros y el rechace le volvió a caer al central que envió el balón a la red con su pierna izquierda. La gente se frotaba los ojos en la grada. En nueve minutos el Atleti había marcado tres goles y antes de que se cumpliera la media hora el partido parecía decidido. Hacía seis años que los rojiblancos no lograban esa cifra de tantos en los primeros 30 minutos de un encuentro. No es que el juego desarrollado en la primera parte rozara lo excelso, pero el equipo encontró lo que tantas veces le había penalizado, la efectividad, el ser contundente ante la portería contraria. La prueba es que al descanso había tirado cinco veces a puerta y tres habían ido dentro. El gran artífice de ello estaba claro, un Griezmann que había marcado un gol y había asistido en los otros dos.
La segunda parte discurrió entre un querer y no poder del Valladolid, que atraviesa el peor momento de la temporada tras acumular cinco derrotas seguidas sin marcar ningún gol en ellas, y un Atleti que con el trabajo hecho estuvo reservón, pensando además en el derbi copero que le espera el jueves. Aun así, tuvo ocasiones para haber ampliado la renta, especialmente en un disparo de Correa que acabó con el balón golpeando los dos postes, un remate de Carrasco desviado en el área con todo a favor y un tiro en parábola de Koke que se marchó rozando la escuadra. De Paul comprobó que va a tener que aportar mucho para hacer que la afición del Atleti olvide sus peripecias extradeportivas y lo que ellos entienden como falta de compromiso. La pitada que se llevó cuando saltó al campo fue considerable. Pero la peor noticia fue la retirada de Llorente al sentir unas molestias que veremos que alcancen tienen. De confirmarse una lesión sería una muy mala noticia para el Atleti y una lástima para él, porque llevaba unos partidos recordando al jugador letal de la temporada en la que se conquistó la Liga.
Simeone decidió darle minutos a Memphis Depay, la última incorporación rojiblanca que dejó algunos detalles y que se asoció bien con Carrasco. Al neerlandés le hace falta coger ritmo de partidos después de que haya jugado muy poco esta campaña en el Barcelona. Veremos cómo y cuándo se lo puede ir dando el técnico. En cualquier caso, es una alternativa más para el ataque rojiblanco, que se había quedado mermado de efectivos tras las salidas de Cunha y Joao.
En un ambiente enrarecido en el estadio por el tema del escudo, una tónica que se repite esta temporada, los goles fueron el bálsamo ideal para que el equipo lograra una victoria plácida, y coja confianza y moral a la espera de la gran prueba de fuego que le espera el jueves en el Bernabéu. Veremos si Simeone repite con el mismo equipo ofensivo que ante los pucelanos, que puede ser una referencia para muchos partidos, o apuesta por otro plan teniendo en cuenta el potencial que hay enfrente. Haga lo que haga, ya saben quién estará seguro de inicio. El que ahora mismo ve la vida en rosa.
Gran parte de lo que pueda conseguir el Atleti hasta final de temporada va a depender de la aportación de Antoine Griezmann. Ese jugador que siendo atacante igual despeja de cabeza en el área propia un centro peligroso, que se mueve por el centro del campo imponiendo el ritmo que interesa en cada momento al...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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