Decíamos en capítulos anteriores que el punto de partida de la campaña municipal del PP en Andalucía era el órdago. Todo a las ocho capitales. Todo a pintar de azul el tradicional granero socialista, concepto que, con cada nuevo paso por la urna, va cayendo más en desuso, como decir las antiguas pesetas o efectiviwonder. En política, cuando uno echa un órdago no acaba la partida si te lo aceptan, sino que, pase lo que pase, se reconfigura un nuevo escenario y el órdago se olvida. En este nuevo escenario, siete de las ocho capitales de Andalucía estarán en manos de alcaldes del PP. En Almería, Granada, Cádiz, Málaga y Córdoba los populares gobernarán en solitario; en Huelva y Sevilla pactando con la ultraderecha. Todos somos Vinicius. Hablemos de Sevilla, el premio gordo. La joya de la corona socialista cae en manos del PP. Que el PP gane Sevilla es tanto como que la izquierda gane Madrid, pero sin Tamayazo que lo remedie. José Luis Sanz, exalcalde del acomodado Tomares, pueblo con mayor renta per cápita de la zona, se hace con el bastón de mando de la capital que más le quitaba el sueño a Ferraz esta noche de domingo. Sevilla era, hasta este momento, la única gran ciudad del país con alcalde socialista. Ya no lo es a pesar de que la gestión de Antonio Muñoz, sustituto del defenestrado en las autonómicas Juan Espadas, le daba al PSOE motivos para mantener la esperanza. Un detalle matemático. Si Adelante Andalucía, que no ha logrado representación, se hubiera unido a la confluencia de partidos de izquierdas –Podemos, Izquierda Unida, etc–, Vox no hubiera sido tercera fuerza en Sevilla. Detalle sin importancia al que no se le debería prestar demasiada atención hasta que llegue el momento en el que saber más de estrategia política que tu primo deje de ser importante: cuando veamos a Abascal saludando con la cartera de Interior.

Por si perder la joya fuera poco, el PSOE ha perdido esta noche hasta lo bailao. Huelva y Granada, capitales en manos socialistas, lo serán del PP. Y de propina, Jaén. Tradicional feudo –efectiviwonder– que dependerá de la voluntad de un partido local –Jaén Merece Más– que deberá decidir en las próximas semanas si quien le dará a Jaén eso que se merece es el PSOE que hasta esta noche parecía no dárselo o el PP que empata en concejales con los socialistas. Es decir, el PSOE podría no tener ninguna capital de provincia andaluza los próximos cuatro años. En Cádiz, única capital andaluza que se sumó a los ayuntamientos del cambio en 2015, bastión del nuevo andalucismo del alcalde Kichi y lugar donde me retiraré cuando salgan los números correctos del Euromillón, gobernará el PP en una remontada dramática que convertirá a Bruno García en objetivo de las chirigotas el próximo febrero.

El PP gana en Andalucía en la foto de las capitales y, como sucediera en las pasadas autonómicas, en votos totales. Lo que ha pasado en Andalucía este 28M no puede entenderse sin España, esa cosa. Este 28M se decidían ayuntamientos, comunidades autónomas y el poder que los medios de comunicación tienen sobre el voto. En los tres ámbitos, especialmente el tercero y más importante, ha arrasado la derecha. El Gobierno español con mejores datos de paro de la historia, el que más ha legislado en lo social y ha disparado el salario mínimo mientras Europa aplaudía sus recetas para enfrentar las sucesivas crisis, sale derrotado del 28M. Las Anas Rosas vencen a la gestión. Pedro Sánchez, cuyas tres acciones dirigidas a solucionar el problema democrático del monopolio mediático en manos de la derecha han sido negarse a una nueva ley de medios, regalarle RTVE al PP y rendirle pleitesía al Ferreras que hizo lo posible por evitar que este Gobierno echase a andar, tiene pie y medio fuera de La Moncloa. En su libro, Manual de Resistencia, no dice nada de cómo salir de esta. Tampoco de cómo recuperar el granero andaluz que, como estas elecciones vuelve a confirmar, ya no es tal cosa.