Con todo el pescado recontado, en Galicia no pasa demasiado. O teniendo en cuenta los resultados en el resto de España, pasa que el combo de socialistas y nacionalistas resiste, pero gracias a los segundos. El PP ha ganado 132 concejales, el PSdeG ha perdido 169 y el BNG ha ganado 134. En lo que es la unidad de referencia de análisis primario, las siete ciudades, el PP es la primera fuerza en cinco, pero solo gobernará en una, Ferrol. Su otra posibilidad de obtener una alcaldía es Ourense, en el caso de que los partidos tradicionales armen una Grosse Koalition para sumar 13 (PP+PSOE) o 17 concejales (PP+PSOE+BNG) que superen a los 10 (tres más que los que tenía) que se le adjudican a Democracia Ourensana, el peculiar partido del polémico actual alcalde, Gonzalo Jácome. 

La otra sorpresa ha tenido lugar en Santiago, donde, salvo tamayazo, la ciudad tendrá la primera alcaldesa, Goretti Sanmartín, del BNG, que ha logrado superar en votos al actual regidor, el socialista Xosé Bugallo. El otro regidor nacionalista de una urbe es el ya veterano en el cargo Miguel Anxo Lores, en Pontevedra. El socialista Abel Caballero no ha conseguido su sueño húmedo de obtener los 27 concejales de la corporación de Vigo,  y se ha tenido que conformar con 19, uno menos de los que tenía. En A Coruña, el PSdeG ha dejado de ser la fuerza más votada, pero la alcaldesa Inés Rey mantendrá con comodidad el cargo, gracias a los concejales del BNG.

Las encuestas le daban una cómoda mayoría absoluta a los conservadores en Ferrol, pero al final la han obtenido por un concejal, al contrario de Lugo, donde también tenían esperanzas. En general, sus subidas se deben en buena parte a la absorción de C’S, que pierden la inmensa mayoría de los votos y la media docena de concejales que tenía en toda la comunidad. Los nacionalistas se han beneficiado también del declive de las Mareas, que en sus distintas concepciones sólo han mantenido representación en Santiago y Ferrol, ciudades en las que habían gobernado. Sí mantienen algún gobierno local, pero no bajo la fórmula IU-Podemos o cualquiera de sus combinaciones. IU obtiene ocho concejalías en toda Galicia con esa marca y Podemos ninguna. Tampoco Vox, contra el temor que habían expandido las encuestas, lograría entrar en ninguna corporación importante. La formación de Abascal sí se ha estrenado en el poder local gallego con un único representante en Avión, el municipio de Ourense de 2.000 habitantes y un censo electoral de 3.000, al que muchos de sus emigrantes llegan en verano en jet privado desde México.