1- PP se está formalizando para su nueva época. Su época de coalición con Vox. Tal vez hubiera sido prudente, visto lo visto, haberse formalizado tras el 23J. Pero se está formalizando encima, y no puede parar. Por prisa o, simplemente, porque se ve seguro y no teme a nada de sí mismo, que es como murió James Dean. El caso es que no para de formularse. En las últimas 24h, y gracias al infalible método de la cuenta de la vieja, se pueden contar hasta seis formulaciones PP. Como todos ustedes saben ya, se trata de a), b), c), d), e) y f).

2- Siendo a) la desaparición de las Conselleries de Igualdad y de b) Medio Ambiente en el nuevo Govern Balear. Esas conselleries no desaparecen como ninjas, zas. Sino como todo el mundo sabe, poco a poco, pero de manera efectiva. Sus áreas se redistribuirán en otras conselleries, trance durante el cual alguna de ellas se perderá, y no sabrá volver a casita. En el trayecto, las que sigan vivas perderán lógica y, tal vez, la razón. Y, claro, su dotación. La nueva extrema-derecha no suprime, sino que deja boquerón aquello que desea suprimir. En La Rioja, un gobierno parecido ha suprimido las Consejerías de Igualdad y Sostenibilidad. Lo que explica el fenómeno como programa. Otra tendencia ensayada en Balears –y País Valencià– sería la c): en aquellas comunidades autónomas con dos lenguas oficiales, se subnormalizará una de ellas, lo que equivale a lanzar un torpedo sobre la línea de flotación de la tranquilidad y de la convivencia. Balears también enseña el camino de otra vía para la Guerra Cultural: reformas en la ley autonómica trans, para, se supone, marear y poder hacer otras cosas con la otra mano, cuando todo el mundo mira para ese lado. Es importante, sumamente importante, otro hecho aparentemente anecdótico, o hecho d). Para presentar su govern, Margalida Prohens acudió, en pleno día, vestida de noche. Muy puesta, muy pelu y muy maqui, y con el rostro iluminado por algo en verdad brillante e imparable, que nacía en su interior. Como la primavera. Con todo ese atrezzo y actitud de bodorrio proto-Tamara, el acto, en todo caso, dejaba de ser un acto público, para ser un acto privado. Esto es, un gobierno privado, una vivencia personal, individual, lúdica, una aventura. Algo divertido, potente, erótico, una nueva forma de hacer política, completamente alejada de la sobriedad, de una idea democrática del poder, tan sosa. La escuela Ayuso se exporta por la Península. Y, con ella, estas ceremonias –o, mejor, fiestas–, en las que el/la presi entrante no abraza una nueva responsabilidad, sino que parece que se despida, por fin, de toda responsabilidad. Es la nueva extrema derecha: señoras con vestidos de noche en pleno día, caballeros con pantalones del color de la arena y relojes tan caros que tienen alma. Lo que nos lleva a la formulación f): en Jalance, València, un municipio canijo, endeble, frágil, de menos de 800 vecinos, la mayoría pensionistas, el alcalde –PP, la alegría de vivir, la emprendeduría, la erótica, la nueva política, etc– se ha subido el sueldo de 0 a 34.848,05 pepinos.

La escuela Ayuso se exporta por la Península

3- Y luego, claro, está la cosa f).

4- La cosa f) es el debate. Sinopsis. Desde el primer momento, Feijóo utilizó tres herramientas retóricas con las que es imposible el diálogo. El fake, la personalización –el mal es el otro, es la persona con la que hablas y argumentas– y el Gish gallop, una invención y dinámica de los integristas y creacionistas USA, que no tardó en trascender, por su efectividad, a la política. Se trata del bombardeo del interlocutor con datos falsos, que exigen más tiempo, como su nombre indica, para ser refutados que para ser enunciados. El Gish gallop es, en fin, una forma inmunda, no apta para todo el mundo, de aplastar al contrincante, a través de la mentira. Lo que nos lleva a la pregunta del millón. La pregunta que describe la época y, por el mismo precio, los anteriores puntos a), b), c), etc. Esta pregunta: ¿por qué se puede mentir sin penalización alguna, y como para una boda, en la política, se desarrolle la política en Jalance, Palma, Logroño, València, o el Madrid de Feijóo?

5- Hannah Arendt explica que la mentira política sucede en la propaganda. Y que, con la llegada al poder del totalitarismo, la propaganda cesa, para pasar a ser adoctrinamiento, que son dos cazos, por si no querías uno. Habla, por tanto, de una fase voluntaria en la que el ciudadano, voluntariamente, comparte la propaganda de sus líderes. Pero ni siquiera Arendt explica en su desmesura esa aventura voluntaria hacia el barranco. ¿Por qué, en algunas épocas, amplios grupos se permiten mentir sin medida alguna? ¿Por qué se asume la mentira con tanta naturalidad que el receptor de ella ni siquiera se defiende, como sucedió con Sánchez ayer?

Con la llegada al poder del totalitarismo, la propaganda cesa, para pasar a ser adoctrinamiento, que son dos cazos

6- Los cognitivistas americanos parecen explicarlo. Lakoff, por ejemplo, explica que cada fake, cada mentira, cada argumento político falso, que explica el mundo con brevedad, que explica, por ejemplo, que hay una cafetería en Washington donde van los demócratas a realizar actos pederastas –sí, estos fakes existieron; si se fijan, y con otra brutalidad, no se alejan mucho de la ‘teoría Txapote’–, provoca, cada vez que es repetido, la actividad de un itinerario neuronal. Y cada vez que se accionan esas neuronas, el resultado es placentero. Da placer. Es un placer personal. Incluso mucho tiempo después de que el fake se haya demostrado como una falsedad absoluta, el placer, al escuchar otra vez la historia, sigue siendo efectivo. Un Gish gallop, un torrente de fakes, como en el debate de hace 24h, es un torrente de placer para el emisor, pero también para el votante receptor.

7- El uso del Gish gallop en el debate es categórico. No es casual. Es un indicativo. Explica que la extrema derecha española está madurita y en forma. Está en otra fase. Avanzada. No saber reaccionar ante el Gish gallop, ni siquiera olerlo, explica que, tal vez, el PSOE debería dejar atrás a los ideólogos que pactaron el debate de ayer, que lo planificaron, que decidieron aceptar un terreno no neutral, un formato absurdo y unos moderadores que lo desmoderaron todo. Y contratar los servicios de la empresa de comunicación de Lakoff. El uso de la mentira por parte de Feijóo, que no es una lumbrera, pero que está al día de los experimentos trumpistas, excede, al menos, el ámbito español y el europeo. Así como suena.